TUS BRAZOS

31 18 12
                                    

XVI

Y encadenas mis brazos a mi espalda.

Y encadenas mi poca paz,

mi poca esperanza.

Encadenas los suspiros y mi congoja,

mis lamentos y sollozos

que en otras horas vertía por las piedras,

calaban en las losas de mi oscura celda.

Ya no serán sollozos los que escapen por mi boca,

ya no serán congojas...

Ya no serán lágrimas de agua y sal

las que vierta en esta seca tierra que me aprisiona.

Ya no serán sollozos...

sino gritos de dolor.

Ya no serán lamentos...

serán bramidos que rasguen el cielo,

que clamen al Dios de este firmamento.

Ya no serán lágrimas de agua salada...

será la roja sangre ácida, metálica,

la que riegue la tierra que me ha de recibir.

PRISIONERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora