XVI
Y encadenas mis brazos a mi espalda.
Y encadenas mi poca paz,
mi poca esperanza.
Encadenas los suspiros y mi congoja,
mis lamentos y sollozos
que en otras horas vertía por las piedras,
calaban en las losas de mi oscura celda.
Ya no serán sollozos los que escapen por mi boca,
ya no serán congojas...
Ya no serán lágrimas de agua y sal
las que vierta en esta seca tierra que me aprisiona.
Ya no serán sollozos...
sino gritos de dolor.
Ya no serán lamentos...
serán bramidos que rasguen el cielo,
que clamen al Dios de este firmamento.
Ya no serán lágrimas de agua salada...
será la roja sangre ácida, metálica,
la que riegue la tierra que me ha de recibir.
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PRISIONERO
PoetryUn prisionero político, religioso, de guerra..., sobre todas las cosas un ser humano, espera en una celda el momento de su final y solo el recuerdo de su amada trae consuelo a la extenuante espera del tormento que sabe que está a punto de llegar...