ENEMY FLAMES ▲ TEEN WOLF ➂

7. Aguas álgidas

Scott y yo seguimos a Stiles por el pasillo de la escuela, mientras este camina de forma apresurada. Mis sentidos eran capaces de notar la ansiedad que estaba experimentando Stiles por la abrupta desaparición de Heather. Ya iban tres adolescentes desaparecidos en menos de cuatro meses. Boyd, Erica y ahora esta pobre chica Heather. Dos hombres lobos y una chica completamente normal y humana, según lo que sabíamos.

¿Qué tenía que ver Heather con todo el lío de la manada de alfas? No hacía sentido. Ellos no podrían hacer mucho con ella siendo completamente humana. Además, ella no era cercana a Derek o a alguno de nosotros en general. Ni siquiera iba a la misma secundaria que nosotros.

— ¿Crees que secuestraron a Heather para convertirla? —preguntó Scott cuando Stiles terminó de decir su teoría.

Stiles arregló las mangas de su camisa de cuadros mientras continuaba caminando. En sus manos pude ver un pequeño temblor. Él estaba demasiado angustiado por esa chica. ¿Algo había pasado entre ellos de lo que yo no me había enterado?

— Según Derek, es fácil transformar a adolescentes —defendió su punto de vista.

— Pero, ¿qué querían una manada de alfas con una beta? —interrogué, interviniendo en la discusión del tema—. No hace mucho sentido.

— Chicos, no lo sé y no me importa. Esta chica...—hizo un gesto con su mano, buscando cómo explicarse—. Nuestras madres eran mejores amigas antes de que la mía muriera. Nos bañábamos juntos cuando teníamos tres años. Debo encontrarla.

Scott y yo nos miramos. Hice un gesto con mis manos, dejándole saber cuál era la única opción que teníamos. No era que me agradara mucho la idea, pero era lo más sabio y correcto de hacer en estos momentos si queríamos encontrar a los tres adolescentes desaparecidos antes de que algo malo les ocurriese.

— Entonces Isaac y Payton necesitan recordar.

— ¿Cómo? Peter y Derek no lo lograron —dijo Stiles—. ¿Conoces a otro hombre lobo con un truco mejor?

Hombre lobo.

No, no tenía que ser un hombre lobo. Solo había una persona en todo Beacon Hills que siempre conocía más que todos nosotros. Cuando Jackson era el kanima, solo una persona supo cómo atraparlo a él y a Matt. Tal vez el plan no nos funcionó como esperábamos, seamos honestos, nuestros planes apestan, pero él estaba en lo correcto en eso.

— Quizás no un hombre lobo —intervine, deteniendo mis pasos en medio del pasillo mientras mi mente trabajaba a mil. Scott y Stiles se detuvieron y voltearon a verme, intrigados con lo que yo estaba diciendo—. Sino alguien que sepa mucho sobre ellos.

Sus rostros se iluminaron al recordar ese detalle.

— Deaton —dijo Scott.

Asentí.

— Ustedes vayan a hablar con él. Yo iré a buscar a los demás —avisé, agarrando mi teléfono para marcar el número de Payton.

* * *

Unas horas después me encontraba junto a Derek, Isaac, Payton, Scott y Stiles en la clínica veterinaria de Deaton. Mis teorías fueron acertadas respecto a que Deaton era quien conocía más de hombres lobos que nosotros. Él tenía la idea de que si sumergíamos a Isaac o a Payton en una tina con mucho hielo, bajando los latidos de sus corazones lo suficiente, estos entrarían en una especie de trance y así serían capaces de acceder a su subconsciente para poder recuperar las memorias que los alfas les habían quitado.

Observé a Derek, Scott y Stiles vaciar bolsas de hielo en la tina mientras Payton y Isaac descifraban quién entraría al agua álgida. Pude ver el descontento en el rostro de Isaac y la determinación en el de Payton. Ambos habían llegado a un acuerdo mutuo, aunque al cachorro parecía no agradarle la idea.