Me lavé las manos en el lavabo lleno de los pedazos del espejo que se cayeron. No podía salir de la habitación con las manos ensangrentadas y Payton tampoco. Tan pronto estuve limpia, me dirigí a la cama donde se encontraba mi mochila, cerrándola luego de asegurarme de que todo estuviese ahí y me la coloqué sobre el hombro.
Payton todavía estaba un poco desorientada con lo que acababa de suceder, para ser honesta, yo también lo estaba, pero teníamos que continuar. Irnos de este maldito lugar era la única opción, incluso si teníamos que irnos caminando. No pasaríamos la noche en el motel Glen Capri.
— Vamos —le dije, agarrándola del brazo para salir juntas de la habitación.
— Lamento lo que sucedió, Scarlett. Lo que sea que haya sucedido. Realmente lo siento —se disculpó.
Le dediqué una sonrisa sin mostrar mis dientes porque no era del todo sincera, pero quería tranquilizarla. Lo que había sucedido no era su culpa, no podía serlo. Seguramente el motel estaba metiéndose en su mente y fue lo que le provocó que quisiera quitarse la vida.
Salimos de la habitación y bajamos las escaleras, encontrándonos con Stiles y Lydia casi discutiendo.
— ¿Qué sucedió? —pregunté.
— Ethan quiso matarse —habló Stiles. Al igual que Payton—. Y Scott ha estado actuando extraño.
Lydia me miró.
— ¿Recuerdas el marcador de los suicidios? —Asentí—. ¿Cuál era el número?
— 198 —respondí sin dudarlo dos veces porque me había perturbado tanto que no podría olvidarlo aunque lo intentase.
Lydia intercambió una mirada con Stiles.
— 201 —dijo—. Cuando bajé con Allison, había cambiado. Hay tres suicidios más. Pensamos que...
— Podrían ser los próximos tres sacrificios. Tres hombres lobos —completó Stiles.
Eso hacía sentido. Payton lo había intentado unos minutos atrás, Ethan también. Habían fallado los dos, pero todavía quedaban otros tres hombres lobos dentro del motel, los cuales podrían estar suicidándose en estos momentos. Boyd, Isaac y Scott.
— ¿Dónde está Scott? —pregunté, preocupada por mi mejor amigo.
— Allison fue a buscarlo —respondió Stiles.
Lydia se quedó con la mirada perdida durante unos segundos.
— ¿Escuchan eso? —nos preguntó.
Payton, Stiles y yo nos miramos entre nosotros, confundidos con lo que se suponía que debíamos estar escuchando. Solo había silencio a nuestro alrededor. Lo más que podía llegar a escuchar era el viento soplar de vez en cuando en medio de la noche, pero nada más.
— ¿Escuchar qué, Lydia? —cuestioné.
Lydia continuó con su mirada perdida y se arrodilló sobre el concreto, quedando frente a una alcantarilla.
— Un bebé llorar —murmuró y pegó su cabeza un poco más al suelo para escuchar con más claridad—. Oigo... Oigo agua que corre. ¡Oh, por Dios! —exclamó horrorizada—. ¡Está ahogando al bebé!
Ninguno sabía qué hacer o cómo reaccionar ante lo que estaba sucediendo con Lydia. Nosotros no podíamos escuchar las cosas que ella escuchaba y tampoco podíamos sentirlas del mismo modo que ella, pero le creíamos. Yo le creía más que nadie porque yo llegué a tener alucinaciones con Peter también. Sabía que Lydia tenía esa forma de poder ver más allá de lo que los demás podíamos ser capaces de comprender.
ESTÁS LEYENDO
ENEMY FLAMES ▲ TEEN WOLF ➂
FanfictionTERCER LIBRO DE LA SAGA DE FANFICS ENEMY. SINOPSIS EN LA PRIMERA PARTE DEL LIBRO PARA EVITAR MAYORES SPOILERS QUE ARRUINEN LA LECTURA. ES NECESARIO LEER LOS LIBROS ANTERIORES. ▬▬▬▬▬▬▬▬▬ T E R C E R L I B R O X T E R C...