ENEMY FLAMES ▲ TEEN WOLF ➂

38. Sacrifícate por ellos

Tras despedirme de Derek, sabiendo que él trataría de salvar a su hermana y que yo tenía que continuar buscando la forma de ayudar a mis amigos, Lydia, Payton y yo nos dirigimos a la clínica de Deaton. Allison, Isaac y Stiles se reunieron con nosotros allí para dialogar respecto a la ubicación del Nemeton. Ese era el tema que más nos interesaba en esos momentos, pues era donde tenían que estar los padres ocultos.

Casi podía escuchar el reloj del universo decirnos que se nos estaba agotando el tiempo de planificar y encontrarlos. Solo teníamos una última oportunidad para hacerlo y, algo me decía, que no sería sencillo.

— Tiene que ser en una corriente telúrica, o incluso en el eje de dos, o donde se cruzan todas —dijo Stiles, intentando de ponernos a pensar.

— Solo sabemos que allí llevó Derek a Paige para morir —agregué.

No era mucho lo que sabíamos y parecíamos haber desgastado el mapa de lo mucho que lo analizamos.

— Mi papá y Gerard estuvieron allí —dijo Allison, apoyándose en la mesa de metal—. Pero Gerard dijo que fue hace años y no recordaba dónde era. Y mi papá no está para decirnos ahora.

— El mío tampoco —habló Stiles.

— ¿Y entonces cómo encontramos este lugar? —preguntó Isaac.

Todos miramos a Deaton, esperando que él pudiera decirnos alguna forma de cómo encontrar el Nemeton. Él siempre sabía más que todos, conocía mucho sobre el mundo sobrenatural, y también hacía lo posible por darnos alternativas para resolver nuestros problemas. Siempre lo había hecho y esperaba que no nos defraudara.

— Quizás haya una manera —nos avisó—. Pero es peligroso.

A estas alturas, creo que todos estábamos acostumbrados al peligro. La mitad de los presentes éramos algo sobrenatural, y la otra mitad estaban metidos en esto hasta las narices. ¿Qué otra cosa puede ser peor que un Darach y una manada de alfas? Ya ni sabía quiénes eran más asesinos.

— Está bien, doc. ¿Qué necesitamos? —pregunté, viendo que esa era la única forma, aunque fuese desconocida y peligrosa, de recuperar a los padres llevados.

Deaton me miró.

— Necesitaremos a Scott —avisó.

Oh, genial.

Nuestro ingrediente principal ni siquiera se encontraba con nosotros y tampoco estaba muy accesible.

— Scarlett, llámalo —pidió Stiles.

Fue en ese momento que noté que todos se encontraban mirándome. Eso era un poco incómodo a decir verdad.

— ¿Por qué yo? —cuestioné, frunciendo mi ceño.

— Porque él siempre responde tus llamadas.

Resoplé.

— Eso no es cierto —negué y luego vi las miradas de todos, incluso Deaton los apoyaba en esa afirmación. Rodé mis ojos—. Bien, lo llamaré, pero no aseguro que vaya a funcionar.

* * *

Cerca de una hora después, Stiles, Deaton y yo nos encontrábamos de camino a ver a Scott. Para mi sorpresa, sí fue cierto el hecho de que Scott me contestaba siempre. Era una locura para mi pensar, pero no se ponía hacer mucho al respecto. Creo que se trataba más por el hecho de que la noche en la que ocurrió lo de mi padre, él no estuvo presente y se sentía culpable por 'haberme fallado' según él.

Nos detuvimos en un camino cerca de la reserva y esperamos a que Scott apareciera frente a nosotros. Unos minutos después, pude divisar la figura de mi mejor amigo acercarse.