11. Colaborando con Argent

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Me removí en el asiento de la camioneta de Derek, incómoda con el plan de mi mejor amigo. Cuando Scott dijo que necesitábamos ayuda, jamás pensé que se refiriera a perseguir a Chris Argent por todo Beacon Hills hasta dar con él a las afueras de un colmado donde él se encontraba haciendo sus compras. Una bolsa se cayó de sus brazos mientras intentaba sacar la llave de su camioneta para abrirla.

— ¿Creen que esto vaya a funcionar? —preguntó Isaac desde el asiento trasero.

Nop —respondimos Derek y yo al unísono y de forma monótona.

Lo menos que Argent quería era meterse en más de nuestros líos. Además, podía deducir que tampoco estaba entusiasmado por ayudarnos por la forma en la que se encontraba apuntando a Scott con su pistola.

— Yo tampoco —coincidió Payton.

— Así que...tu hermana —comenzó a decir Isaac, montando un tema de conversación en lo que Scott se las arreglaba para convencer a Argent de darnos su ayuda.

Payton, Derek y yo volteamos a ver a Isaac sin poder creer que esas eran las palabras que habían salido de sus labios. ¿No se suponía que Payton y él estaban teniendo algo? Lo que sea que estuvieran teniendo. Pensé que estaban siendo más cercanos que una amistad.

— ¿En serio? —susurré con incredulidad.

La cara de Derek era un verdadero poema. Él verdaderamente no quería que Isaac se acercara a su hermana y, a decir verdad, era un poco gracioso la forma en la que estaba saliendo su lado sobreprotector de hermano mayor. Nunca lo había visto de esa forma, pero seguía luciendo atractivo.

— Perdón —aclaró su garganta—, ahora no es un buen momento, preguntaré después. —Todos volvimos a dedicarle la misma mirada de antes—. O nunca. Nunca está bien —añadió.

Payton cruzó sus brazos y se alejó de Isaac, manteniendo una expresión de que quería matarlo. Yo también mantendría esa expresión si no viera que sus comisuras comenzaron a elevarse, intentando reprimir una carcajada. Él los estaba molestando a ambos.

— ¿Qué es tan gracioso? —preguntó Derek, elevando sus cejas.

Moví mi cabeza en gestos negativos.

— Nada —hubo un pequeño silencio—. Por cierto, tu hermana creo que me odia un poco.

Derek frunció su ceño y eché mi cabello hacia el lado para dejarle ver la herida que sus garras habían provocado en mi piel. Ya se encontraba sanando, pero seguían estando visibles. Las puntas de sus dedos tocaron esa zona y me aparté al sentir el ligero ardor.

— ¿Ella hizo eso?

Asentí.

— Sí, bueno, quizá yo le haya quemado alguna parte de su cuerpo —murmuré, ladeando mi cabeza un poco. Vi que Argent le hizo un gesto a Scott y este se subió a la camioneta de él—. Síguelos.

— No quiso ayudarnos —dijo Payton, un poco confusa con las tácticas de Scott.

Esbocé una pequeña sonrisa.

— Créeme. Estoy segura de que lo hará para el momento en el que terminemos de seguirlos —les aseguré, aunque a veces pienso que le tengo mucha confianza a los poderes de persuasión de mi mejor amigo.

Derek puso en marcha la camioneta y los seguimos, manteniendo nuestra distancia, por Beacon Hills hasta que llegamos a la piscina donde muchas patrullas y ambulancias se encontraban. Una pareja se encontraba llorando cerca de una camilla y no pude evitar sentirme peor al sumar dos más dos. Era el chico que habían matado.

ENEMY FLAMES ▲ TEEN WOLF   ➂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora