Deseos

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[Namjoon]

Estaba tan nervioso que ni siquiera me había dado cuenta que Jin tenía una pijama color rosa que lo hacía ver demasiado adorable.

–Mi casa no es muy grande pero es bastante cómoda –Lo seguí hasta la cocina –¿Te gustaría un té? –Ladeó el rostro pero yo me negué.

–Ya es bastante tarde, mañana hay clases así que deberíamos dormir –Solté.

Él mordió su labio inferior y es cuando me di cuenta del peso de mis palabras porque dormir implicaba hacerlo juntos y posiblemente Jin estaba intentando hacerlo más sutil.

–Aunque pensándolo bien mejor tomemos un té –Dije nervioso a lo que él rió.

Me acerqué para ayudarlo pero él se negó.

–Soy un buen chef –Me guiñó un ojo –Hacer un té es pan comido.

Así que me quedé en la mesa con las manos recargadas en mis mejillas mientras lo veía moverse grácilmente de un lado a otro.

Verlo tan concentrado lo hacía ver demasiado atractivo así que me tenía embelesado con cada movimiento que hacía.

Cuando terminó me sirvió una taza que olía muy bien.

–Té verde –Me acerqué cerrando los ojos.

–Así es, tienes buen olfato –Se rió cubriendo su boca.

Tomé su mano alejándola de su rostro.

–Me gusta ver como te ríes –Pude notar un leve rubor en sus mejillas.

–Ya me lo habías dicho pero a veces me avergüenzo de mi risa –Agachó el rostro –Jungkook me ha dicho que suena como un limpiavidrios.

Yo negué.

–No deberías, tienes una risa preciosa –Tomé un sorbo de mi té y él se encogió de hombros –De seguro tiene envidia de lo guapo que eres –Jin me sonrió y juré que era la sonrisa más bella que había visto.

Seguimos platicando durante un rato hasta Jin sacó el tema de Jun.

–Nam, Jun sabe de nuestra relación así que deja de preocuparte de cosas innecesarias.

Yo seguí sorbiendo mi taza de té.

Por supuesto que era mi culpa por no hablarlo con él primero, sin embargo no es que desconfiara de él sino de mí.

No estaba seguro de ser lo suficiente para él y era algo que me preocupaba constantemente.

–Ya no lo haré –Pero ni siquiera yo confiaba en esas palabras.

Cuando terminamos, le quise ayudar a limpiar la cocina pero se negó alegando que esas eran sus tazas favoritas y no quería arriesgarse a que ocurriera algo similar a mis usuales desastres.

–En serio me sorprende como puedes manejar tan bien –Reflexionó luego de unos minutos.

–Créeme, ni yo mismo lo comprendo –Afirmé.

Y de esta manera llego el momento que tanto habíamos estado evitando.

–Te puedo ofrecer una pijama mía pero solo tengo rosas y una de borrego –Yo parpadeé los ojos varias veces.

El rosa no era precisamente mi estilo preferido y dudaba que la pijama de borrego se me viera bien siendo tan yo.

–Prefiero una pijama rosa –Intenté sonreír pero creo que salió una mueca extraña.

Beauty [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora