Hermanos

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[Jin]

Me sentía muy cansado y estaba a punto de dormirme en la clase.

Afortunadamente el profesor no me decía nada porque estaba muy ocupado conqueteando con una compañera a mi lado.

Yo simplemente hacía los ejercicios que me correspondían para poder terminar y salir rápido porque al menos quería dormir unos minutos antes de la próxima clase.

La razón de mi desvelo era muy sencilla: esta era la tercera noche que Nam se quedaba en mi cada durante la semana. Y no fue porque él me obligara o algo por el estilo, sino que las cosas se daban de esa manera cuando nos "despedíamos".

Era difícil que no me le insinuara cuando le daba mi beso de despedida en su coche o que él comenzara a tocarme por debajo de la camisa cuando ya nos dirigíamos a mi pequeño apartamento.

Lo atribuía a que éramos jóvenes y por lo tanto un poco calientes para variar.

Sus padres no se molestaban en absoluto porque creían que estaba en casa de Hoseok haciendo proyectos "importantísimos" y yo... pues yo vivía solo porque mis padres no vivían en Seúl.

Te ves cansado, ¿ocurre algo?

Jun me pasó un mensaje que escribió con una hoja rota, me miraba con un rostro preocupado mientras esperaba a que yo le contestara el mensaje.

Sonreí ante su inocencia, si supiera la razón de mi cansancio dudo que su mirada fuera la misma pero verla de esa manera me gustaba mucho.

Escribí un: "Para nada, problemas juveniles que me hacen dormir poco :P"

Que era una manera suave de decir las cosas pero al menos eso conformaba a mi amiga y era lo único que buscaba hacer.

Ella me miró suspicazmente pero dejó el tema por el olvido.

–De verdad hoy pareces exhausto, ¿no quieres dormir un poco? –Me preguntó ya cuando estábamos en las bancas.

–Sí, me vendría bien dormir un poco –Bostecé –Deberías prestarme tus piernas y dejarme descansar de lo cansado que estoy –Ladeé mi rostro en forma de súplica.

Me contestó con un sonrisa haciendo un espacio entre sus piernas para dejar reposar mi cabeza ahí.

No lo pensé mucho y fue lo primero que hice, me recargué en el hueco que me hizo cerrando mis ojos mientras escuchaba el cantar de los pájaros en los árboles cercanos.

Era una costumbre que ambos teníamos arraigada, desde que éramos unos infantes, prestábamos nuestros cuerpos para dejar al otro dormir. Incluso se podría decir que ya lo hacíamos de manera natural pues a veces no preguntábamos y simplemente lo hacíamos.

Comenzó acariciar mi cabello mientras susurraba una canción que cantábamos de niños, me relajaba escucharla porque de alguna manera la habíamos convertido en una canción de cuna para ambos.

–Jin... –Abrí mis ojos –Creo haber visto a Sohye observándonos –Aún me acariciaba la cabeza pero tenía una mirada seria.

Yo me incliné de mi lugar buscando el lugar que me había señalado pero no vi a nadie.

–Te lo digo –Frunció el ceño –Es una arpía.

–Déjalo, que no puede hacernos nada –Volvía a acurrucarme en sus piernas –De todos modos ¿qué es lo peor que podría hacer?

En ese entonces no entendía la magnitud del daño que podría provocarnos, aunque esto solo había sido el comienzo.

Jun no estaba tranquila así que sacó su celular para intentar distraerse.

Yo cerré mis ojos sumiéndome en un profundo sueño.

Dormí y soñé con Nam.

Él me sonreía, me abrazaba y me besaba en la frente. Yo lo tomaba de la mano mientras me susurraba unas palabras que no alcanzaba a comprender.

Le pedí que me lo repitiera pero cada vez lo escuchaba más lejano y cuando intenté alcanzarlo simplemente había desaparecido.

–¡Nam! –Grité despertándome de mis sueños.

–Vaya... si que estás enamorado –Me sonrió Jun.

Yo me enrojecí con sus palabras inclinándome para espabilarme de la dormitada que había tenido.

–Sí –Me golpeé en las mejillas intentado despertar –Me gusta mucho –Me tallé los ojos mientras ella me miraba fijamente.

–Jin –Apretó sus labios –Somos como hermanos, ¿no es así?

No entendí su pregunta así que ladeé mi rostro confundido.

–Supongo... nos conocemos desde niños, ¿por? –Rasqué mi cabeza intentando comprender cada una de sus palabras.

–Es sólo que puede que yo... –Interrumpió sus palabras –Eres como mi hermano Jin y nunca te cambiaría –Agachó su rostro –Y los hermanos nunca se enamoran, ¿no es así?

–Sí –Sus palabras me estaban poniendo nervioso y ella lo notó.

–¡Oh! Lo que quiero decir es que tal vez... olvídalo, digo muchas tonterías cuando tengo sueño –Intentó cambiar de tema –Por cierto... ¿qué piensas regalarle a tu chico por su aniversario?

Cuando Jun se ponía en ese plan era muy difícil comprenderla y aunque de alguna manera si lo hacía, prefería dejar el tema por la paz para no crear confusiones entre nosotros dos. Después de todo, nuestra relación siempre había sido de esa manera y no quería que se arruinara por confesar ciertas cosas provocando que nos sintiéramos incomodos el uno con el otro.

–La verdad no sé, aún no se me ocurre nada ¿por? –Pregunté aún más confundido –¿Tienes alguna idea? –Ella asintió.

Así que busqué sentarme más alejado de ella para observarla atentamente.

Éramos como hermanos y eso nunca cambiaría.

Quizás si entendía lo que en realidad quería decirme pero negar el tema me parecía lo más correcto, sobretodo cuando había tantos sentimientos involucrados de por medio.

Beauty [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora