Beauty [NAMJIN]

Promesa

Vieron las fotos de Love Yourself????? OMG!!!!

Juro que mi cabeza esta hecha un lío 

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[Jin]

Intenté olvidar aquel incidente con Sohye porque realmente no valía la pena preocuparse por mujeres así, sobretodo cuando tenía a Nam de mi lado nada me podía faltar.

Aunque tenía la ligera sospecha de que su escenita se debía por lo que le había dicho, ya que casualmente al día siguiente hizo lo que hizo. No iba a negar que me había dolido verlos de esa manera juntos pero intentaba no pensar en ello, de todos modos esa mujer comenzaba a demostrar sus verdaderos colores.

Además, ¿a quién podía engañar?. A lado de Nam me sentía más feliz que nunca y eso lo podía demostrar con todas las expresiones que tenía en mi rostro.

Durante el tiempo que estuve "enamorado" de Jun, el amor más bien me parecía nostálgico y lejano. Junto a Namjoon descubrí que el amor no solo se trataba de tristeza y añoranza, sino que también se trataba de ser feliz, experimentar cosas como mariposas en el estómago y estar cómodo junto a alguien incluso si no hay conversación de por medio.

­–¿Entonces cuál es el plan de hoy? –Pregunté subiendo a su coche.

Me sonrió dejando mostrar esos hoyuelos que tanto me gustaban mientras encendía el coche.

–No lo sé, a donde quieras ir precioso –Se acercó para darme un pico antes de poner reversa.

Abrí la ventanilla mientras esperaba que mi celular se conectara a las bocinas de Nam. Finalmente el profesor me lo había devuelto, no podía estar más que agradecido porque se acercaba el fin de semestre y no soportaría estar más lejos de mi bebé.

–Ey, escuché esta canción y me recordó a ti –Busqué entre mis playlist –¿Ya te había dicho que me gusta RM? –Dije poniendo la canción en voz alta.

Él asintió sin dejar de mirar hacia el frente.

Algo que adoraba de él es como nunca se distraía mientras manejaba, una acción que no tomaba mucho en cuenta cuando caminaba pero que me parecía linda.

–Pues resulta que hizo una nueva colaboración con un artista llamado V –Me emocioné –Y la letra por alguna razón me recordaba a ti.

–¿Y eso? –Levantó una ceja.

–Pues habla del amanecer y sé que a ti te gusta ver el amanecer –Me sonrojé –Además –Tragué saliva apretando mis pantalones –Algún día sería bueno ver el amanecer en una playa... ¿no crees? –Él no contestó así que me sentí decepcionado durante unos segundos.

Aunque estaba equivocado porque lo único que estaba haciendo era aparcar el coche en una orilla y prendiendo las intermitentes.

–Sería bueno ver el amanecer a tu lado –Sonrió mientras acercaba una mano para acariciar mi mejilla –¿Qué te parece durante las vacaciones? –Sugirió a lo que yo asentí y cerré mis ojos.

Se acercó para darme un beso lento y suave, acariciando sus labios con los míos mientras yo lo agarraba de la cintura en un intento de acercarlo más hacia mí.

Sentía el calor de su boca entrar en la mía, nuestras respiraciones se compartían y yo simplemente estaba disfrutando del momento. Con su otra mano comenzó acariciar mi espalda haciendo que me causara unos escalofríos por su toque.

Abrí mi boca como respuesta a lo que Nam aprovechó para acceder a mi boca acariciando con su lengua toda mi cavidad y robándome grandes suspiros con ello.

¿Dónde había aprendido a besar así? Su beso me guiaba tan bien que me hacía sentir demasiado ansioso y no podía negar que quería más. Necesitaba sentirlo más cerca de mí, mucho más de lo que ya estaba.

Levanté mis caderas haciendo que él me viera sorprendido por mis acciones, y no lo negaré, yo igual estaba de sorprendido.

Me tomó de la cintura para sentarme en sus piernas haciendo el asiento hacia atrás para darme mayor comodidad.

Los coches pasaban a nuestro lado y la música seguía sonando a nuestro lado pero ya ninguno de nosotros estaba prestando atención a nuestro alrededor.

Lo único importante era como nuestros cuerpos se complementaban cada vez más con el tacto del otro y nuestras respiraciones se cortaban. Me tomó del cabello con una mano mientras con la otra me acariciaba la espalda por debajo de mi camisa.

Las ventanillas del coche comenzaban a empañarse a pesar de que tenía semi-abierta la mía, pero lo único que me importaba es lo bien que me hacía sentir su boca.

Mi corazón latía con fuerzas sintiendo como su lengua chocaba con la mía, y en menos tiempo de lo que pensé la intensidad de nuestro beso estaba aumentando.

Inconscientemente comencé a mover mis caderas sobre él, deseoso de sentir más a lo que él detuvo nuestro beso. Me miró fijamente a los ojos con esa mirada tan profunda que tenía, leyendo cada parte de mi mente a través de su retina.

Mi cabello estaba alborotado y mi respiración estaba entrecortada, tenía los ojos llorosos y mi cuerpo estaba demasiado sensible por todo lo que había pasado anteriormente. Él me sonrió moviendo con la izquierda el pelo que caía de mi frente. Me tocó el rostro como si estuviera aprendiéndose cada rastro de él en su memoria desde la frente para terminar en mi labio inferior.

El tacto de su piel tocando el mío me hacía sentir en otro mundo. Incluso podría cantar una balada en su nombre con la sola idea de que su piel acariciara la mía durante un milenio.

¿Exagero? No lo sé, lo único que sabía era como necesitaba sentirlo más cerca de mí para romper esa línea tan delgada que nos separaba de ser uno mismo.

–Pareces tan irreal –Soltó con su voz grave –Tan hermoso y perfecto –Yo cerré los ojos acurrucándome en la curvatura de su cuello.

–Igual que tú –Lo abracé para no dejarlo ir.

Ambos sabíamos los problemas que tenía con su autoestima así que siempre me aseguraba de recordarle lo hermoso que era aunque él no se la creyera.

Y porque para mí, era mi deber recordárselo a diario por lo importante que él se había vuelto en mi vida.

–Deberíamos ir a casa –Me acarició la espalda con amor –Porque todavía hay un trabajo que tengo que terminar con Hobi y tú quedaste de ver a Kookie para hacer postres –Me besó el hombro.

Lo único que deseaba en esos momentos era permanecer a su lado un rato más pero tenía razón, el deber y nuestros compromisos nos llamaban y no podía dejarlos al aire.

–Sí... –Asentí con una voz débil.

Me acomodé en mi propio asiento mientras él arrancaba el coche.

–¿Es una promesa? –Solté recordando nuestra conversación anterior.

–Es nuestra promesa –Dijo sin dejar de mirar el volante –Ver el amanecer en una playa.

Nuestra promesa....

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Soy una cursi, creo :v