Rumbo al Puerto

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Para sorpresa de ellos, Courfeyrac llegó acompañado de otros estudiantes, los miraron intrigados y antes de hablarles, en silencio le exigieron una explicación a Courfeyrac que subió los hombros con traquilidad

-Dijeron que necesitábamos personas y quieren cooperar- se limitó a decir viendo al grupo- se los presento, este par son Enjolras y Combeferre o Ferre si prefieren- le dijo al grupo- y ellos son Bahorel, Bousset y Joly, a Jehan ya lo conocen- concluyó sonriéndoles al no notarles cambió

-Espero que no les moleste pero- habló Jehan tras hacer una reverencia con la cabeza cuando fue nombrado- invité a Grantaire, no tarda en salir de clase y dijo que si no le resultaba nada, iría- informó y se dedicó a escuchar a donde irían ruborizándose al igual que Joly, mientras Bahorel y Bousset parecían entusiasmados- ¿iremos así? No lo digo por la vestimenta aunque también, sino más bien por esto- les dijo enseñando su morral- ¿sería posible ir a casa y descargar?, a donde vamos también hay ladrones, es mejor no llevar nada llamativo- recordó y todos acordaron verse a las siete- vayan ustedes- despidió- esperaré a Grantaire y nos vemos frente al Notre Dame- propuso y aceptaron tomando cada uno su rumbo mientras Jehan se balanceaba de un lado a otro esperando a Grantaire que llegó 15 minutos después- noches- saludó- vamos, tenemos 45 minutos para beber algo, fumar un cigarro y llegar a Notre Dame, ¿te quedas hoy en mi piso?- preguntó avanzando con el pelinegro a su lado

-A este paso me mudaré a tu piso, como sea, es más amplio que el mío- aseguró acomodando su morral sobre el hombro llegando al piso de Jehan; como si fuera el dueño pasó y abrió la nevera sacando las botellas de cerveza mientras Jehan abría el cajón de en medio de la mesa de principal y sacaba un paquete de cigarros- ¿Y entonces a dónde vamos?- quiso saber

-No seremos solo los cinco, hay tres nuevos- contó prendiendo su cigarro al dejarse caer en el sillón captando la atención de Grantaire- ¿Qué?

-A este grupo le faltan tetas, solo vergas da para malpensar- explicó tendiéndose en el sofá- ¿Ahora tienes un sillón favorito?- burló logrando que Jehan mirara donde estaba y soltará a reír

-Juró que no fue apropósito- se defendió ruborizándose antes de reacomodarse para dar un largo trago a la cerveza- solo me senté, que Courfeyrac hubiera dormido aquí no tiene nada que ver- aseguró dando otra calada- tenemos que volver a salir los tres podría ser hoy después de hablar con los patrones de las damas de la noche- planteó y Grantaire parpadeo un par de veces- ¿oh, no te había dicho? Bueno, eso es lo que vamos a hacer, la idea es saber cuánto cobran para que no trabajen un día- explicó y Grantaire inhalando profundamente hasta toser por la cantidad de humo contenida

-¿Te imaginas a esos tres en los muelles?- le preguntó con sorna cuándo recuperó la voz y obtuvo por respuesta un meneo de cabeza indeciso

-A Courfeyrac sí o bueno, no... no lo sé- se debatió soltando su cabello de la coleta que tenía mientras el otro terminaba la cerveza- lo creo capaz de ir seguido e incluso enamorar a alguna como para no cobrarle, pero es capaz de conquistar muchachas comunes como para recurrir a prostitutas- planteó en su debate interno- a Combeferre no, se ve demasiado serio para aventuras con mujerzuelas... supongo que lo suyo serán las relaciones- propuso y Grantaire sonrió compartiendo esa idea, era la imagen que daba Combeferre, pero la voz de Jehan lo sacó de sus pensamientos- y Enjolras...- levantó la vista mientras el otro lo miraba intrigado, le gustaban los análisis que hacía el poeta de las personas, disfrutó la gama de gestos que hizo antes de concluír sobre el colega de rojo- creo que tiene otros intereses, unos ajenos a lo carnal- fue su forma decente de decir que dudaba que tan siquiera le hubiera llegado a gustar alguien

-Hasta los dioses follan, ¿acaso no lees mitología?- le recordó Grantaire para no admitir que también tenía esa teoría- supongo que Apolo en esta vida está intentando cambiar su fama- comentó dejando a un lado la botella mientras el otro afirmaba y volvía a beber, fue por otra cerveza viendo la hora, casi debían irse, pero alcanzaría a terminarla

Amor Platónico [Pendiente edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora