Amor Platónico [Pendiente edición]

Trinidad

- ¿Qué haces aquí?- le preguntó Combeferre cuándo abrió y dejó pasar a Courfeyrac que renegaba algo por estar pasado de tragos

-¿Cómo que, qué hago aquí? ¡Aquí vivo!- le reclamó y el corazón de Combeferre se comprimió en una mezcla de melancolía y dulzura hacia el menor- ¿Por qué mis llaves no sirven? Me las has cambiado, verdad, ¿no querías que volviera?- acusó dolido con los ojos entrecerrados- voy a demandarte- amenazó y emprendió camino hacia la habitación de Enjolras- "salva patrias" tu compañero de piso me quiere echar- se quejó abriendo la puerta logrando que el rubio lo mirara sorprendido

-Ah... ¿Courf?- logró articular saliendo tras él pidiéndole una explicación a Combeferre mientras seguía a Courfeyrac hasta la que era su habitación

-¿Dónde están mis cosas? ¿Me están echando? ¿Y así se hacen llamar mis amigos?- reclamó verdaderamente dolido a lo que el rubio solo pudo soltar a reír

-Tú no vives aquí, no vives aquí desde hace meses, es más, casi cumples un año viviendo solo- le recordó y la mirada verde se oscureció al oír eso

-¿Me tengo que ir?- se limitó a preguntar viendo el cuarto vacío y recordando levemente esa mudanza

-No- le respondieron al unísono e inmediatamente la sonrisa del pelinegro relució- la pregunta es ¿Dónde te quedarás?- agregó Combeferre con los brazos cruzados apoyado en la puerta

-Odio la habitación de Enjolras, es demasiado iluminada- aseguró inmediatamente por lo que la única opción era la habitación de Combeferre- mañana traeré una cama, ¡es inaudito que no tenga donde dormir!, que ya no viva aquí no quiere decir que ya no pueda tener llaves y una cama donde amanecer- se quejó mientras los otros dos le respondían con una carcajada seca e irónica- es lo justo, ustedes dos tienen llaves de mi casa y no tendrán cama propia porque algún día dormiré con los dos- les juró en broma dejándose caer en el suelo viendo el piso con melancolía- no sé donde vivo- admitió consciente de haber llegado a ese piso seguro de vivir ahí

-Mañana lo recordarás, por ahora, bebe un café y vete a dormir, apestas a cerveza y es miércoles Courfeyrac- le reprendió Combeferre entrando a la cocina a traer café para los tres- de hecho, los dos deberían estar dormidos y así no tendría que andar detrás de ustedes mandándolos a dormir como si fueran críos- regañó a los dos amigos que esperaban el café lado a lado apoyados en la pared

-No tengo sueño- se defendió Enjolras y Courfeyrac fingió no escucharlo, terminaron su café y tras dejar a Courfeyrac en la cama de Combeferre volvieron a la habitación de Enjolras con una expresión divertida de lo que acababa de pasar- te dije que jamás se iría- le recordó al ojimiel que afirmó- pero no esperaba que llegara a las 4 de la mañana a reclamarnos por no vivir aquí- admitió dejándose caer en el puesto del escritorio mientras Combeferre dejaba los lentes en la mesa de noche y se estiraba en la cama- extrañaba sus ocurrencias nocturnas- admitió volviendo a tomar la hoja para anotar al reverso las ideas que tuviera para los egresados

-Siempre es bueno que venga, ¿crees que de verdad traerá la cama?- indagó y le vio alzar los hombros sin saber que esperar- algún día madurará, descansa- le dijo al ver que pasaría de largo, le escuchó acomodar los papeles y levantarse del puesto para irse

-Duerme bien- se limitó a responderle apagando la luz antes de salir de su habitación a la sala a terminar de anotar de anotar lo que se le ocurriera

Aquello que solo iba a ser solo una reunión para ponerles al tanto se le fue de las manos, no supo bien como, pero terminó hablándole a un grupo de unas cincuenta personas. Les incitaba a marchar, ¿no que solo iba a ir a pedir su cooperación? Se supone que eso iba a hacer, pero su marrullero excompañero se había negado a hablar en medio de su jornada laboral y le había pedido que volviera al medio día, horas en que la había gran cantidad de personas circulando por las calles parisinas y tras verle almorzar con el estómago completamente cerrado, salieron de ahí y bajo la excusa de querer reposar se detuvo en una de las bancas que había por la plaza central a enterarse de lo que pasaba, "tu público, encandílales"  le dijo con una sonrisa franca cuando Enjolras giró a ver a sus espaldas para encontrarse con miradas suficientes puestas en él