Capítulo 12. "El plan de Adriano" (Corregido)

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Capítulo 12

El plan de Adriano

Empezó a explicarnos su plan atolondradamente, no se paró apenas a respirar. Mientras escuchaba a mi tío, miraba la reacción de mis amigas, que le seguían el ritmo sin problemas. Cuando acabó de hablar, estaba sin aliento y emocionado.

—¿Y bien? — Preguntó recuperando el aliento.

—Es un buen plan. — Respondió Sally. — Sin duda nos arriesgamos mucho.

—Hay que hacer muchos preparativos en poco tiempo. — Añadí sentándome en el suelo con la espalda apoyada en la cama de Luna. — Tenemos que ser rápidos.

—A mí me gusta. — Comentó Luna. — No se lo esperarán.

—Os traeré las cosas que necesitáis. — Prometió mi tío. — No salgáis de la casa, la guardia está vigilando las calles.

—No teníamos esa intención. — Le dije. — Serán dos días muy largos.

—Habrá cosas que hacer. — Se acercó a la puerta de la habitación. — Nos vemos al anochecer.

—Ten cuidado. — Le pedí y se limitó a sonreír antes de salir de la habitación, sus pasos desaparecieron al cerrarse la puerta principal en un intervalo de segundos. — Habrá que explicárselo al resto. — Dije mirando al techo. — Por cierto, ¿dónde demonios están todos?

—Ayudando a Maya en un proyecto suyo. — Contestó Luna con una risita. — No creo que tarden mucho más.

—Tú también deberías participar. — Me instigó Sally. — Será divertido.

—Puede que después. — Me picó la curiosidad. — Ahora tengo que pensar cómo vamos a preparar el plan, conseguir provisiones y la munición es lo principal.

—Relájate un poco. — Me pidió Luna. — Adriano te ayudará.

—Ya lo sé, pero sabes que no puedo estar mucho tiempo parado. — Le recordé. — Tengo que mantenerme ocupado.

—Puedes empezar por explicarme todo lo que me has estado ocultando. — Me echó en cara Sally, la miré extrañado. — Luna me lo ha contado, pero quiero que lo hagas tú. — Posé los ojos en Luna pidiendo explicaciones.

—Lo siento, Ángel. — Se disculpó, en su mirada había arrepentimiento. — Al final se lo he contado.

—Ya tenía algunas sospechas después de todo lo que nos ha pasado. — Me dijo. — Luna solo me ha dicho los detalles.

—No te metas en esto, Sally. — Le avisé con seriedad. — Es peligroso.

—Este viaje es peligroso y aun así he decidido acompañarte. — Repuso.

—¿Por qué? — Le pregunté.

—¿Qué? — Intentó disimularlo, pero sabía que la pregunta la había pillado desprevenida igual que a mí.

—¿Por qué decidiste acompañarme? — Armida me creó la duda e iba a resolverla.

—Eso es asunto mío. — Contestó, terca.

—Sally, este viaje era algo que tenía que hacer solo y te empeñaste en acompañarme, fuiste la primera en hacerlo. — Dije apoyando los brazos. — Os empeñasteis todos.

—Cada uno tenemos nuestras razones. — Se puso a la defensiva.

—Tiene que ser una muy buena razón para poner tu vida en juego por alguien. — La presioné. — Si no me la dices, no puedo dejar que sigas arriesgándote.

Las Crónicas Del Descendiente I: El Medallón de Lux.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora