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Narrador OM

Luego de aquella experiencia Charlie estaba confundido, no sabía realmente si había sentido miedo o sorpresa ante aquél roce.

En este momento se encontraba comiendo unas galletas sentado en el sofá; pensando en qué podría haber sido ese extraño sentimiento, ¿Y si realmente estaba por terminar con su fobia?, ¿Y si esto podría solucionar el problema?

Dejó de pensar al oír la voz de Leondre.

— Oye, ¿Qué haces? — tomó una galleta del pequeño tazón que se encontraba sobre la mesa.

— Estoy pensan..., ¿Qué te importa? — bufó.

— Me aburro estando en tú casa — suspiró — Por cierto, encontré unas fotos en el cuarto de huéspedes, a qué jardín ibas?, me parece bastante conocido — frunció el ceño.

— ¿Por qué tocas mis cosas? — lo miró enojado.

— Yo no toqué nada, esas fotos estaban ahí y yo sólo las vi — rodó los ojos.

— Bueno, no lo hagas — comió una galleta.

— No vas a responder mi pregunta? —alzó una ceja.

— ¿Por qué debería? — miró la tele.

— Porque te estoy preguntando —  tomó otra galleta.

— No lo recuerdo — dijo sin observarlo.

—Oh, pudiste haberme dicho eso desde un principio; sabes?, tú cara se me hace conocida en aquella foto — dijo confundido.

— Mmh — bostezó.

— Eras muy bonito cuando eras pequeño — sonrió.

— Era? — lo miró de reojo.

— Exactamente, ERAS — lo señaló.

— Seguro — continuó mirando la televisión.

— Char.. — lo interrumpió el timbre de casa.

— Yo voy — se levantó.

— Bien — bufó.

Se había parado y estaba abriendo la puerta,mientras la persona del otro lado no paraba de tocar timbre, aún cuando Charlie había dicho que ya estaba por abrir.

— Hola, busco a Leondre — dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Y cómo no?, era una de las chicas más populares del colegio, en ese momento Charlie lo único que quería era que lo tragase la tierra.

— Charlie, ¿Quién es? — llegó a la puerta y al verla sonrió embobado — Emma, ¿Qué haces aquí? —frunció el ceño.

— Fui a buscarte a tú casa y tú madre me dijo que estabas aquí, de niñero — soltó una leve risita — ¿Cuántos años tienen los niños? 5 o 6? — le sonrió.

— En realidad t.. — lo interrumpió Charlie marchándose de ahí rápidamente.

— Estás cuidando a ese idiota? — señaló el camino por el cual se había ido Charlie.

— No le digas idiota — la miró enfadado.

— Pero es lo que es! — volvió a reír.

— No lo es, y deja de decirle así — rodó los ojos.

— Por qué siempre defiendes a todo el mundo? — bufó. — puedo pasar? — preguntó sonriendo.

— Porque sí, y no creo que puedas pasar, yo aquí estoy trabajando Emma — respondió un poco menos enojado.

— Oh vamos Leondre — se le acercó con una sonrisa pícara — tú sabes que debes dejarme entrar — susurró rozando los labios de este.

— No es correcto — negó y se alejó.

— No seas correcto ahora — lo empujó dentro de la casa y cerró la puerta detrás de ella.

— E-emma n-no — susurró tratando de separarse de ella.

Pero ésta volvió a empujarlo; dejándolo caer en el sofá y subiéndose sobre él, al segundo lo besó más intensamente y le quitó la sudadera.

— Demonios — se subió sobre ella y le quitó la pequeña remera que llevaba puesta.

Leondre ya no se había podido resistir más, todo llegaba hasta un límite y ella había cruzado ese.

Mientras tanto en la habitación de Charlie 》

Se encontraba sentado en la cama pensando en que aquella chica era una estúpida, pero él no se animaba a decírselo.

Unos minutos después, comenzó a oír sonidos extraños que provenían desde abajo, así que decidió ir a ver qué ocurría por curiosidad.

Pero esa, no era una buena idea.

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C prendió esta mierdaaaa ahr

Afenfosfobia | Chardre ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora