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No perdería ni un segundo más oyendo cosas que no le interesaban en absoluto, después de todo él tenía suficiente con lo que la madre de Charlie le había dicho.

Él quería saber la razón por la que había desaparecido sin decir nada y sin enviar algún tipo de mensaje desde alguna red o lugar, ya que de seguro sabía perfectamente que había preocupado a muchas personas con su desaparición.

— ¿Qué haces aquí? — oí la odiosa vos de su madre detrás de mí — Esto es tu culpa, ¿verdad?, ¿Qué fue lo que le hiciste? — volvió a hablar mientras me seguía los pasos.

Leondre estaba tratando de ignorarla lo más que podía, pero recordaba las estupideces que había dicho y quería apartarla de ahí, porque seguramente todo lo que estaba pasando era su culpa y él estaba seguro de eso.

— Escuche señora, yo no le hice nada malo a su hijo — suspiré cansado mientras dejaba de caminar — y quiero que sepa que yo jamás le haría daño.

Luego de decir eso continúe mi camino hasta llegar a la enfermería que había en el colegio, al parecer la ambulancia aún no llegaba y la enfermera estaba caminando de un lado a otro tratando de pensar en algo que pudiera solucionar  toda la situación.

— Oye, un chico de primer año acaba de sufrir un ataque de pánico en plena clase, tienes que ir. Yo me haré cargo de él — dije intentando parecer preocupado por lo que yo mismo había inventado.

Ella se tomó la cabeza y salió corriendo de la pequeña sala.

Sin pensarlo dos veces entré y cerré la puerta con llave, luego me acerqué a Charlie preocupado, se lo veía bastante mal. Y yo no tengo idea de porqué se desmayó.

— Veo que ya despertaste, la verdad es que me tení­as bastante preocupado ni siquiera sabía ­a qué era lo que te pasaba en ese momento. Es decir, simplemente caíste al suelo y no despertabas. — dije viendo que estaba sentado sobre la camilla de la vieja sala de emergencias que, a decir verdad, nunca nadie usaba.

Luego de decir eso Charlie volteó completamente confundido a mirarme como si no supiera de lo que yo le estaba hablando, o igual no lo sabí­a y yo estaba quedando como un completo idiota frente a él.

— Si sabes de lo que hablo, ¿verdad? —  pregunté alzando una ceja mientras me acercaba despacio hacia donde él se encontraba.

Entonces Charlie negó con la cabeza un par de veces mientras trataba de recordar algo de lo que yo le había dicho.

— Bien, escucha. Lo que pasó es que estabas hablando conmigo y te desmayaste, entonces te llevé a la enfermería y todos comenzaron a culparme de todo, juro que no lo entiendo, ¿cómo diablos una enfermera no va a poder ayudarte? Bueno supongo que no importa, de todas formas, sólo fue un desmayo. Por cierto, ¿Por qué estuviste desaparecido estos últimos días?, ¿Ha pasado algo malo? — Me senté en el otro extremo de la camilla.

Se sacudió un poco el cabello y me miró serio, tal vez no querí­a decirme porqué había desaparecido.

— Bueno, es complicado de explicar, igual sí estuve viniendo esos días al colegio pasa que no tenía muchas ganas de hablar. ¿Entiendes?, y quiero que sepas que no es por tu culpa ni nada por el estilo, porque estoy completamente seguro de que mi madre te ha echado toda la culpa a ti cuando en realidad toda la culpa la tiene ella — Soltó un largo suspiro y continuó — En fin, no puedo creer que me haya desmayado, la verdad es que ni siquiera recuerdo haber hablado contigo esta mañana. Pero olvídalo seguro mi madre está muy preocupada, supongo que a pesar de haber causado que yo me haya ido sigue siendo mi madre y sigue estando preocupada. Luego te veo Leondre, gracias por preocuparte y tomarte el tiempo de venir hasta aquí­ — Sonrió y se levantó para irse.

Diablos yo realmente no querí­a que se fuera, pero estaba dejando que lo hiciera quedándome ahí sentado como un idiota.

— Oye Charlie, tengo que decirte algo importante. ¿Puedes quedarte un momento? — Pregunté nervioso.

Él pensó unos segundos en la respuesta y luego asintió.

— Bueno, primero que nada, ¿Por qué te fuiste? — bajé de la camilla y me paré frente a él — Sé que probablemente esté siendo un poco o tal vez muy molesto en este momento pero necesito saberlo, necesito saber el porqué. — Luego de decir eso él bajó la cabeza, se lo veí­a bastante incómodo.

— Bien, te diré — bufó — El día que salí de la biblioteca y tú estabas ahí, luego de que nos besáramos y eso — lo dijo con algo de vergüenza — fui al auto y mi madre se había dado cuenta de que nosotros nos habíamos besado; y debo decir que ella es MUY homofóbica. El caso es que comenzó a decirme que tú estabas enfermándome más de lo que yo ya estaba enfermo, básicamente me dijo que estaba enfermo por haberte besado y dijo muchas cosas más que me lastimaron demasiado, de hecho, dijo cosas que jamás pensé que ella me diría — sonrió irónico y luego me miró directo a los ojos— Debo admitir que esto es mucho más complicado de lo que pensé.

No sabía qué decirle, estaba pensando en su madre, la persona que en este momento está causando la tristeza del chico que me gusta, porque sí, ME GUSTA y es algo que ya reconozco bastante bien.

— Creo que lo de causarte problemas se me hizo costumbre — Sonreí­ para liberar un poco de tensión — Dejando de bromear, tal vez debemos entender un poco a tu madre, pero ella también debe entendernos a nosotros. Es decir que no puede ir por ahí­ tratándote mal porque yo te besé o no lo sé, porque yo tomé tu mano o te abracé, ¿Sabes? — busqué con la mirada sus lindos ojos celestes que se veían demasiado apagados ahora — No te sientas mal, no me gusta que te sientas mal — me acerqué un poco más a él y deposité mi mano en su mejilla suavemente, pero en una milésima de segundos se alejó de mí algo asustado — Quiero que sepas que yo jamás te haría daño y si quieres una prueba para eso, lo juro por mi dedo meñique — lo alcé frente a él y le sonreí con seguridad.

Soltó una corta risa suave y baja, luego dudó en seguir con mi juramento, pero al final acercó su dedo meñique al mí­o y lo hizo aún sintiendo algo de miedo, pero después logró dejar de sentirlo.

— Me gustas mucho Charlie — dije completamente seguro de lo que decí­a —  Y no lo sé, siento que tenía que decí­rtelo

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Soy un fracaso lpm

Afenfosfobia | Chardre ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora