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N|L

Luciano me había invitado a comer porque le conté que al final no había podido cocinar, él dijo que pagaría todo pero con una condición, una que por cierto no quería decirme hasta que nos viéramos en el punto de encuentro, por así decirlo. La verdad es que me daba igual, yo tenía muchísima hambre y era comida gratis, así que obviamente no le diría que no.

Lo malo de todo esto era que debía ir en autobús y me daba aún más flojera.

En lo que esperaba me senté en un pequeño tronco y al hacerlo por alguna razón se me dio por mirar a mi costado y logré ver al profesor de química, el nuevo que nos había molestado en clases, continué mirándolo con curiosidad porque al parecer estaba esperando a alguien ya que no dejaba de mirar la hora.

Como el bus no llegaba me quedé un buen tiempo allí, así que vi que a quien estaba esperando era al director, en el momento no me sorprendí porque pensé que podría ser por alguna situación de trabajo ya que estaban con la ropa que usaban usualmente para ir al colegio y hacer sus cosas supongo, pero luego se besaron, allí fue cuando quedé en shock.

¿El profesor nuevo y el director?
¿Se estaban besando?

No los estaba juzgando ni nada, pero eso sí que no me lo esperaba para nada, sí teníamos dudas con Charlie sobre el profesor de química nuevo, pero no eran exactamente esas dudas.

Al parecer los había mirado bastante porque voltearon a verme y caminaron hacia mí, en el momento no supe que hacer, cada vez estaban más cerca así que lo único que se me ocurrió fue intentar alejarme.

- ¡Devries! - Gritó el director desde su lugar.

No podía ignorarlos, así que giré y les sonreí a ambos como si nada, de los nervios de no saber hacia dónde mirar, noté que ambos traían un anillo en sus dedos.
Estando sentado me enteré más de lo que logré estando parado.

- Te vimos observándonos, solo queríamos decirte que no se lo comentes a nadie por el momento, por favor - dijo el director un tanto nervioso mientras el profesor rodaba los ojos cruzado de brazos, al parecer a él no le importaba mucho que se supiera.

Yo me quedé unos segundos callado pensando y analizando toda la situación que estaba viviendo, era una maldita película.
Y luego de un par de segundos asentí.

- Amor no seas tonto - le susurró el profesor ignorándome por completo - Sabes que se lo contará a todos, además no importa, no deberías preocuparte - lo tomó de la mano y le sonrió.

Yo me ofendí.

Sobre que ya me caía bastante mal se le ocurría decir que yo "le contaría a alguien", él no sabía nada de mí y se notaba perfectamente, de hecho soy el mejor guardando secretos.

- Ya que estamos aquí fuera del colegio, quiero decirle que me cae bastante mal y como me hace perder el tiempo dudando de mí, le diré que si el director me pide guardar el secreto, yo lo haré a la perfección así que ya basta de susurrar que es muy obvio lo que dice - lo miré desafiante, y como imaginé se enojó e iba a decirme algo, pero el director lo detuvo para agradecerme y despedirse tirando de la mano del profesor para tomar de nuevo su camino.

Idiota, murmuré al ver como se alejaba y le decía algo al director.

Mi teléfono comenzó a sonar, era Luciano, me preguntaba que en dónde estaba así que le conté que el autobús estaba atrasado.

WhatsApp

Luciano.
Puedo ir por ti, pásame
la dirección exacta y estaré
allí en un momento.

Leo.
Está bien, ahora te la
mando.

Luego de enviarle la conversación pasó por mí y fuimos a comer, habíamos hablado de puras tonterías hasta que nombró a Charlie.

- ¿Qué tal todo entre tú y Charlie? supe que estuvo mal un tiempo - comió de su ensalada.

- Sí, estuvo bastante mal pero por suerte ahora se está recomponiendo, estamos muy bien juntos y me alegra, lo quiero muchísimo - dije con una sonrisa al final - Pero no me cambies de tema, quiero saber cuál era la condición de que me invitaras la comida - continué.

Él asintió y me dijo que quería hablar con Charlie, quería decirle un par de cosas pero no sabía cómo contactarse con él para que le respondiera.

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Lucdre será real? ahre

Afenfosfobia | Chardre ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora