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Narrador OM

La noche había llegado y la señora Williams se había encargado de acomodar el cuarto donde él dormiría.

— Espero que estés cómodo — Sonrió sentándose en una esquina de la cama — vas a contarme? — lo observó.

El rubio bufó y se sentó justo al lado de ella pensando en cómo decirle lo que había pasado con su madre, ya que tenía miedo de que ella reaccionara de la misma forma.

— Mi madre se enteró de algo que no debía enterarse aún — moví mi cabello algo nervioso, podía ver el rostro de ella sumamente concentrado en cada una de las palabras que salían de mi boca — Cuando subí al auto comenzó a decir cosas que no me gustaron para nada, creí que podría soportarlo, pero no fue así. Ella continuaba diciéndome cosas horribles y entonces yo..exploté — miré el suelo.

— Deberías hablar con ella, tal vez no pensó al decirte todo lo que te dijo, es decir, ella probablemente estaba enojada y por eso reaccionó de esa forma — Me observó como si ella hubiera sido la que se equivocó, lo cual fue bastante extraño — Te dijo aquellas palabras porque estaba tan enojada que no pensaba lo que podía causar eso en ti. Pero no te preocupes, mañana en el colegio puedes hablar con ella ya que lo más seguro es que esté allí — Sonrió transmitiendo seguridad.

Negué con la cabeza.

No puedo ir al colegio, por lo menos por estos dos días no quiero ver a mi madre.

— No puedes faltar, mañana tienes el último examen Charlie — negó — Dejaré que vayas a la hora del examen  y luego puedes quedarte conmigo en la biblioteca hasta que nos podamos ir — Se levantó — iré a terminar la comida, seguro tienes hambre — luego de decir eso, se marchó.

Solté un largo suspiro y me tiré para atrás. Supongo que intentaré que no me vea mi madre si es que ella está allí tratando de encontrarme.

Cerré los ojos y recordé las palabras de mi madre.

No vuelvas a verlo de nuevo, tú no eres así y no quiero que mi hijo sea..homose..

No te dejaré terminar más enfermo de lo que ya estás.

Yo no estoy enfermo mamá, no lo estoy. Ojalá algún día entiendas que estoy creciendo y que yo ya no soy un niño.

— Oye!, qué tal? — oí que tocó la puerta.

De todas formas está abierta.

— Hola — murmuré sin abrir los ojos.

— Mi abuela habla mucho de ti, cuántos años tienes? — volvió a hablar.

Abrí los ojos y me senté en la cama, ella estaba parada justo en la entrada de la habitación observándome.

— Ya veo, yo no sabía eso — miré mis manos, su mirada realmente me incomodaba — Pues..basta con saber que soy mayor de edad, y tú?— Sonreí dirigiendo mi mirada hacia el lugar de la habitación en donde ella se encontraba.

Asintió

— bueno supongo que no parece, pero tengo 15 — rodó los ojos sonriendo — en fin, ese es tema de mi estatura.

15?

Pensé que tenía 10 años, lo peor es que cuando me saludó la primera vez estaba sin maquillaje y a pesar de que se veía bonita, se veía mucho más pequeña.

— Oye, por qué estás aquí? — Preguntó mientras fijaba su mirada en mí — Es por tus padres? — alzó una ceja.

La miré sorprendido, cómo es que ella sabe eso?, no creo que Lorena le haya dicho tan rápido si acaba de irse.

Afenfosfobia | Chardre ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora