052

383 48 31
                                    

Narrador OM

Ya había caído la noche y la madre de Charlie estaba apunto de llamar a la policía, se había rendido, pensaba que no podría encontrarlo si continuaba buscando sola.

— ¿Qué crees que haces mamá? —Le quitó el teléfono y lo apagó — Charlie tiene que volver, él volverá mamá, sé que él lo hará — suspiró mientras dejaba el teléfono sobre la mesa — Escucha, él no se habla con muchas personas, pero tú tienes el número de la madre de Leondre, ¿Verdad? — preguntó.

Ella asintió confundida

— ¿De qué nos servirá su número Brooke?, tú hermano lleva perdido casi dos días — se tomó la cabeza frustrada — Con tan sólo imaginar lo que le puede estar pasando en estos momento — tomó un poco de aire — Ah, yo me siento tan inútil ¿Cómo es que fui tan estúpida? — cerró los ojos y comenzó a llorar en silencio.

Tenía razón, su madre tenía razón,  como ellas no sabían que él estaba a salvo no paraban de preguntarse.

¿Dónde iría Charlie?

No es una persona que esté llena de amigos y mucho menos una persona con una gran familia a la cual acudir, por lo que su madre pensaba que probablemente él se encontraba perdido y no sabía cómo volver a casa.

— Tranquila mamá, hay una pequeña posibilidad de que Charlie esté en casa de Leondre — Se acercó a ella y le dio un fuerte abrazo, esperando que su madre recuperara un poco de esperanza.

De todas formas él no iba a morir ni nada por el estilo ¿verdad?, es decir, él es bastante inteligente y debe saber perfectamente cual es el camino a casa, pero aún así Brooke empezó dudar y la preocupación comenzaba a llegar rápidamente, pero no..su hermano era una persona inteligente, él no tomaría una decisión sin pensarla dos veces antes.

Él no está perdido, está bien y ella lo sabía o por lo menos quería creer que era así.

  — Tenemos que ir a casa de Leondre, pero primero llama a su casa y dile que si podemos ir para charlar. Porque si Charlie está ahí seguramente les dirá que digan que él no está, ¿entiendes?  — tomó nuevamente el teléfono y se lo pasó a su madre esperando que dejara de llorar y aceptara lo que ella estaba proponiendo para encontrar a Charlie sin tener que llamar a la policía, ya que eso terminaría de formar un verdadero problema.

Su madre secó sus lágrimas con la manga de su suéter y tomó el teléfono mientras comenzaba a buscar el número en su agenda.

— Brooke, tú realmente eres una gran hija, yo de verdad siento tanto que todo esto esté pasando por mí culpa, por no haber podido aceptar que mi hijo estaba siendo feliz con un chico, que por primera vez en mi vida lo veía feliz y él no fingía una sonrisa — continuó llorando mientras hablaba y miraba la pequeña agenda que estaba llena de números — Soy una mala madre, pero yo prometo llevar las cosas bien desde ahora — encontró el número y lo marcó rápidamente.

Brooke lloraba, ella sabía que su madre se estaba echando toda la culpa y sí, ciertamente era su culpa por haber dicho palabras dolorosas sin antes pensar que podría dañarlo, pero aún podía arreglar las cosas con Charlie si lo encontraba.

Su madre siempre había sido una gran persona a pesar de que se la pasaba trabajando, tal vez casi nunca estaba con ellos pero todo eso lo hacía por ellos dos, para que jamás les faltara nada, pero ésta vez les estaba faltando algo...el amor de su madre, el sentir que ella estaba ahí con ellos apoyando cada decisión buena que tomaban, a ellos les faltaba un poco de su madre.

Tal vez sólo era un poco, pero les hacía tanta falta.

[***]

Habían llegado hace unas horas a casa de los Devries, claramente luego de una larga explicación sobre cómo llegar al lugar.

Afenfosfobia | Chardre ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora