Afenfosfobia | Chardre ®

060

Leondre había llegado a su casa hace un par de minutos y las cosas aún se encontraban tensas allí, su hermana tenía los ojos rojos y su padre no paraba de recibir llamadas que al parecer eran mucho más importantes que sus dos hijos.

  — Menos mal que ya llegaste, es hora de irnos — sonrió mirando su reloj— no tengo más tiempo y debemos ir a casa porque es muy tarde ya.

Las cosas las había preparado Tilly porque habían llamado mucho antes para decirles que tenían que irse con su padre y sabía que si le decía a Leondre se volvería loco, tal y como ocurrió.

— Los espero en el auto, no se tarden— Salió rápidamente de la casa sin esperar la respuesta de ninguno de los dos.

Leondre no quería tener que irse con ese hombre que para él ni siquiera era un padre, pero debía hacerlo por su madre y por su hermana ya que su madre les había dejado claro que si a ella le llegaba a pasar algo lo más probable era que buscarían a su padre para que se hiciera cargo de ellos. 
Obviamente eso no le había gustado a él pero no podía hacer nada porque si se alejaban de su padre no podrían ir con nadie más, o eso era lo que él pensaba.

[***]

La casa de su padre era bastante grande y eso había hecho enojar más a Leondre.

¿Cómo podía ese hombre vivir tan tranquilo y lleno de dinero mientras ellos vivían en una situación horrible?, no podía entender la razón por la cual había aceptado hacerse cargo de ellos si tiempo atrás él mismo había decidido abandonarlos. 

  — Bien, esas eran sus habitaciones espero que les hayan gustado  — murmuró poniendo atención a su llamada telefónica— Tengo que irme, pero Ana les ayudará a acomodarse bien, mañana tal vez tenga tiempo para hablar con ustedes, adiós — luego de decir eso salió de la habitación dejándolos solos en la que ahora sería la habitación de Leo.

Él quería golpear a su padre, tenía tantas ganas de hacerlo que tenía que intentar contenerse.
¿Cómo es que ese hombre les hablaba como si nada hubiese ocurrido? ¿Acaso no tenía corazón?.
Después de la muerte de su madre solo hablaba como si no le importara nada, como si solo se estuviera haciendo cargo de ellos — de su problema, porque seguramente eso eran para él, o por lo menos eso pensaban ambos — porque no le quedaba de otra.

 — Es una mierda— cubrió su rostro— Todo esto es una mierda— luego de decir eso no pudo contenerse y comenzó a llorar.

La tristeza lamentablemente había logrado sacar todo felicidad de su hermana quien no había dejado de llorar desde que su madre había fallecido.

Leondre la abrazó y comenzó a llorar al igual que ella. También se sentía mal, pero sabía que su madre estaba muchísimo mejor en cualquier otro lado que estando en hospitales donde vivía tomando medicamentos que la hacían dormir por horas, o en casa donde sufría por el hecho de no poder hacer nada. Y sí, tal vez todo era una mierda, de hecho, realmente todo lo era, pero aceptarlo lo hacía más doloroso. Aceptar que jamás volverás a ver a tu madre no es para nada bueno o por lo menos para ellos no lo era.

  — Sé que lo es y no voy a mentirte pero debemos ser fuertes, debemos hacerlo por mamá— limpió sus lágrimas y acarició el cabello de su hermana — Podemos con esto juntos Tilly, créeme que sí— después de escucharlo ella negó, pero antes de que pudiera decir una palabra el teléfono de ella sonó.

{***}

  — ¿¡Qué crees que haces!? — gritó completamente asustado mientras se sentaba en la cama rápidamente— ¿Quieres matarme acaso?— colocó una de sus manos en su pecho tratando de calmarse— Espero que sea importante Brooke, porque sino te mataré — la señaló con una mirada amenazadora.