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Narrador OM

— Todo estará bien, tranquilo — abrazó a Leondre mientes oía como intentaba llorar en silencio.

Él negó con la cabeza y pensó.

¿Todo estaría bien?

¿Cómo rayos todo estaría bien?

Una de las personas que más ama en este mundo se encuentra muriendo lentamente frente a él. Y por si fuera poco, no puede hacer nada para detenerlo.

No podía decir ni una palabra, la tristeza era incluso más fuerte que él.

— Has dormido algo? — preguntó — te llamé y no contestabas, quería saber sobre tu estado.

Suspiró y recordó su teléfono; aquél aparato que siempre le causaba problemas con todo el mundo, es decir, últimamente ni siquiera podía pasar más de 10 minutos con el móvil en sus manos.

— N-no quiero dormir, quiero que mi m-madre.. — se detuvo al sentir que comenzaba a llorar con más fuerza — N-no quiero esto..y-yo.. — se alejó de su amigo — ¿Cómo mierda sigo después de que mi madre se vaya?, juro que no puedo..yo..no sé qué demonios hacer — cerró los ojos completamente a punto de estallar y llevó ambas manos a su nuca.

— Lo siento de verdad — se acercó nuevamente y lo abrazó — Odio verte triste, pero sé que esta vez es imposible no verte así — susurró.

Y él volvió a llorar, como lo estuvo haciendo todo el día.

Tal vez llorar no servía de nada para él, pero era algo que no podía evitar, algo que salía de él.

[***]

— Charlie Lenehan, usted está prestando atención a lo que digo? — se cruzó de brazos — Veo que dibujar en su cuaderno es mucho más importante que oír de física, no? — se acercó a él.

En ese momento ni siquiera le importaba estar en clases, sólo quería salir de ahí, su cabeza estaba llena de recuerdos que no paraban de atormentarlo. El no sabía porqué lo molestaban tanto, es decir, antes no le pasaba tan seguido; pero ahora es con tanta frecuencia que comienza a preocuparse.

— Vamos a ver, quiero que muestre a toda la clase lo que está dibujando; porque quiero ver qué cosa es más importante que poner atención a lo que digo — dijo con sarcasmo y luego lo invitó a pasar al frente.

Soltó un largo suspiro y se levantó de su silla.

— Me iré — Susurró para que sólo la profesora lo escuchara, luego tomó sus cuadernos y se marchó.

No tenía ganas de lidiar con ella, mucho menos de que lo humillara frente a todos como lo hacía la mayoría de las veces, tan sólo por creer esos tontos rumores de que él es gay.

Y sí, tal vez lo era, pero no había razón para tratarlo mal por eso.

Luego de salir del salón, se dirigió al único lugar en el que se estaba sintiendo seguro los últimos días y realmente agradecía al profesor de historia por haber pedido buscar aquél libro, si no nunca hubiera ido a la biblioteca; eso era algo que él jamás había pensado, es decir, Charlie no es un chico que estudie demasiado a pesar de que es algo estúpido pensar que sólo las personas que "estudian" van a la biblioteca. Pero digamos que tiene un poco de sentido.

Al pasar por los pasillos logró ver a Leondre llorando mientras abrazaba a alguien y le pareció bastante extraño, pero estaba seguro de que no era bueno preguntar en aquel momento, así que sólo siguió su camino y llegó a la biblioteca.

— Charlie! — sonrió la bibliotecaria mientras lo veía entrar por la antigua puerta de la biblioteca — justo estoy ordenando los libros, unos chicos entraron aquí hace unos minutos y me dejaron un gran desastre —bufó — no deberías estar en clases? — comenzó a caminar hacia las estanterías principales.

— He salido de clases y supongo que tendré problemas, pero no soporto a esa profesora — se encogió de hombros mientras caminaba junto a ella — En fin, puedo ayudarte si quieres — sonrió tomando algunos libros tirados.

Ella negó.

— Deberías hablar con el director, ella no puede tratarte mal por unos simples rumores — dijo indignada acomodándose los lentes — Tú no deberías de sentirte mal por su culpa, es decir, ella te humilla. Y por lo que me has contado, créeme que...

Esa señora sólo lo había conocido hace unas semanas y se la pasaba preocupándose por él, ella es realmente un amor de ser humano. Por lo menos eso pensaba Charlie en aquél momento.

— Por eso te lo digo; nunca me pareció buena persona..¿Estás escuchando?  — frunció el ceño.

Asintió

— Gracias por preocuparte tanto por mi, sinceramente no hay mucha gente que me apoye — le sonrió — Eres muy buena.

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Perdón, sé que dije que iba a publicar ayer, tuve unos problemas.

Espero que no tenga errores.

Afenfosfobia | Chardre ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora