El avión proveniente de los Ángeles California acababa de aterrizar en el aeropuerto más grande y famoso de la capital de Tokio, Japón. Los únicos Estadounidenses que abordaban el avión bajaban por las grandes escaleras eléctricas mirando a su alrededor.
La familia de 4 integrantes llegó a su camioneta, el padre de piloto, la madre de copiloto y los dos hijos en los asientos de atrás.
La adolescente de 17 años miraba aburrida la ciudad a pesar de ser una ciudad hermosa y nueva para ella era una simple ciudad llena de Japoneses haciendo cosas de Japoneses. Así que siguió haciendo lo que hacía y siguió dándole más importancia al contenido que había en su iPod 5.
-¿Y qué les parece niños? ¿Acaso no es una ciudad hermosa?-les preguntaba Bunny.
-¿Y qué tiene de hermosa? -contestaba su hijo Yayirobe con otra pregunta sin ni siquiera levantar sus ojos de su Psp.
-Ya estoy harta de esta actitud de ustedes dos, llegaremos a la casa de mi primo Satán y se comportan. No quiero mas esta actitud molesta de ustedes dos los quiero ver comportarse educados. ¿Entendido?- les gritaba Bunny- ¿Dije que si entendieron?
Sus hijos asintieron un sí con la cabeza.
-Estúpida Bulma todo esto es tu maldita culpa- le decía su hermano en un susurro golpeándola con su rechoncho brazo.
Después de 45 minutos se encontraban estacionados frente a una casa Restaurant de 3 pisos algo vieja y despintada, el Restaurante llamado Oxis en la primera planta y la casa en las otras 2 plantas.
-¿Aquí viviremos?- preguntaba Yayirobe con cara de asco.
-Me temo que sí- le contestaba su madre Bunny con la misma cara.
-¿Porque huele tan horrible?-preguntaba Bulma tapándose la nariz con sus manos.
-Ya familia no sean tan especiales, este será nuestro nuevo hogar mínimo pueden respetar el lugar y no huele feo es el aroma de la comida- les decía el padre.
-Otousan ya llegaron-gritaba emocionada Milk saliendo a recibir a su familia.
Una vez que se saludaron y abrazaron Milk los llevo adentro del Restaurante. El local se encontraba repleto de gente por lo que el padre de Milk no pudo atenderlos le hizo una seña a su hija y ella se encargó de atenderlos y acomodarlos.
Milk caminaba por un pasillo que los llevó a unas escaleras, subieron y llegaron al lugar que sería su nuevo hogar. Una vez que les mostró la casa los llevó a sus respectivas habitaciones.
Bulma entro a su habitación observando el pequeño lugar. Una colchoneta en el piso, un escritorio, una puerta pequeña a lo que parecía un mini Closet y un librero recargado en la pared.
-Acomódate prima y bienvenida- le decía Milk dejándola sola.
Una vez que se acomodaron y arreglaron sus cosas todos bajaron a comer al Restaurant sentándose en una linda meza. Fue hasta entonces que Satán los saludos disculpándose por no poder atenderlos antes.
-¿Y qué les ofrezco?-les preguntaba muy amable.
-Paso no tengo hambre- le dijo Bulma.
-Una hamburguesa con extra papas- pidió Yayirobe. Lo que hizo recibir las miradas de todos.
-Que les parece si los sorprendo-les decía Satán.
20 minutos después llegó Milk con sus platos y el de ella acompañándolos sentándose con ellos. Bulma miraba su plato con asco pero al probar el primer bocado quedo encantada con su Ramen. Yayirobe siendo comelón de nacimiento no le puso peros y embodegado y hasta repitió. Los padres Bunny y Teodoro Briefs acostumbrados antes a la comida Japonesa disfrutaron su platillo.
La gente alrededor de ellos los miraba siendo extranjeros llamaban mucho la atención y más si comían con tenedor y cuchara en vez de los tradicionales palillos.
-¿Y como se sienten? ¿Les gusta mi hermoso país?- les preguntaba Milk sonriente.
-Hermoso-decía Bulma sarcástica.
-Basta Bulma te advertí de esto. Te recuerdo que si no fuera por ti no estaríamos en esta situación- le recordaba su madre por décima vez en este día.
-Querida no es el momento- la trataba de reprender Teodoro.
-¿Y cuándo lo es querido?-le contestaba Bunny molesta.
-Gracias madre, tu siempre tan linda, como poder olvidarlo que al estar aquí es mi maldita culpa-le contestaba Bulma retirándose de la mesa con lágrimas en sus ojos subiendo a su habitación, encerrándose en ella, tirándose en su nueva cama.
Milk se levantó para ir detrás de ella pero su tía la detuvo- No lo hagas mi amor ella tiene que aprender- le decía Bunny.
Mientras tanto Bulma lloraba recordando su pasado. Como un error en su vida puede destruir la estabilidad de su familia, como su error puede costarle tan caro incluyendo los cambios, la nueva pobreza y el desprecio de su familia.
Sin pensarlo se quedó dormida agotada de tanto llorar.
-Quieres hermosa- le ofrecía su novio Broly un cigarro de Marihuana.
-Claro que si- lo recibía Bulma inhalando de él. Su cuarto cigarro compartido y ya se sentía en las nubes.
-Tengo algo mejor para ti hermosa- le decía su novio Broly besándola con pasión recostándola en el pasto subiendo su cuerpo arriba del de ella besándole lentamente y cariñosamente el cuello.
Bulma disfrutaba cada beso lleno de éxtasis y placer. Amaba a su novio realmente lo amaba y el a ella.
-¿Y que tienes para mí?- le preguntaba Bulma separándose de el sosteniéndole la cabeza con sus manos mirándolo fijamente a los ojos.
-Esto- le dijo enseñándole una jeringa.
Bulma lo miro ella jamás había experimentado esa droga llamada Eroina.
Broly sin pensarlo se inyecto a si mismo disfrutando el efecto que causaba en el la Eroina y Bulma al verlo disfrutando celosa se le unió inyectándose un poco ella.
Segundos después Broly se encontraba convulsionando. Bulma lo miraba preocupada, lagrimas saliendo de sus ojos, saco su celular y temblando marco al 911. La ambulancia llego muy rápido pero no lo suficiente veloz para salvar la vida de Broly.
Bulma miraba a su novio aterrorizada sufriendo por él, hasta que ella misma comenzó a convulsionarse perdiendo la visión y el conocimiento. Los paramédicos comenzaron a ponerle el oxígeno y varios cables más hasta que la maquinita comenzó a pitar en señal de que Bulma estaba sufriendo un infarto.
Los paramédicos trataban de resucitarla...
Bulma se despertó sudando, llorando. Una vez más como todas las otras veces la pesadilla de su pasado la acechaba. Jamás podrá olvidar la muerte de su amado Broly, jamás se perdonaría como lo dejó morir.