EPÍLOGO

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Bulma se encontraba revisando su correo, pagos, más pagos, folletos y más pagos, frustrada y cansada se sentó a descansar un poco. Tantas cosas habían pasado en los últimos años, primero gracias a Kami ella se había liberado del coma en el cual había estado por casi dos meces, un año en rehabilitación a causa de los estragos que había causado la bala en su cabeza, Vegeta y ella se veían muy poco durante el primer año, él estaba muy ocupado con sus estudios, estaba estudiando Ingeniería Mecánica. Se sentía orgulloso de él y de todos sus cambios. Ella por su parte también estaba estudiando administración, hace tan solo unos meces Vegeta se había graduado, él y Goku decidieron asociarse y abrir un taller mecánico y ella y Vegeta con el dinero que les toco al robarle a Tapion decidieron abrir un Autozone del cual ella se encargaba.

Quizá no era la gran cosa pero era perfecto para ella, un pequeño local en el centro de la ciudad no muy lejos del taller de Vegeta y Goku.

-¿Bulma cuando llegan las refacciones que encargo el señor Yan?-le preguntaba 18.

18...lo único malo de su trabajo. Con los años la había llegado a perdonar y hasta entender, después de perder a Vegeta debió ser un gran golpe para ella, ella también se sentiría frustrada, llena de odio y con sed de venganza si llegaba alguien más a robárselo. Aun así su amistad con 18 era algo así como pura hipocresía, necesitaba a 18 ya que era la que conocía más del negocio, además de que la soportaba por Krillin.

Mirando a 18 quien hablaba por teléfono esperando su respuesta, camino hacia ella, arrebatándole el teléfono lo más delicadamente que podía, para así atender ella al cliente. 18 le torció los ojos haciéndole una mueca con su boca para regresar con su trabajo acomodando artículos en sus respectivos lugares y repisas.

Jugando con la orilla de su camiseta azul índigo, camiseta que por cierto llevaba el nombre de la tienda y un dragón en la espalda, la cual ella tenía atada con un lindo moño poco arriba de su ombligo le contestaba al cliente dándole la fecha exacta en la cual su pedido llegaría.

Escucho la puerta del autozone abrirse pero no le dio importancia, si era un cliente estaba ahí 18 para atenderlo como se debía.

-Claro señor Yan nosotros nos comprometemos hacerle llegar su pedido a su oficina ese mismo dia-decia Bulma colgando la llamada sintiendo unos fuertes brazos aferrarse a su cintura.

-Hola mujer-lo saludaba Vegeta susurrándole en el oído, besando discretamente su cuello.

-Vegeta-se volteaba Bulma encarándolo posicionando sus pequeños y delgados brazos en su cuello, oprimiendo sus labios con los de el en un suave y delicado beso.

18 miraba la escenita asqueada, molesta intento ignorarlos concentrándose en su trabajo.

Vegeta separo rápidamente sus labios de los de Bulma, no estando acostumbrado a demostrarse su afecto en público.- ¿Estas lista?-le preguntaba acercando su pelvis a la cintura de su novia haciéndola sentir que tan alegre estaba de verla.

-¿Lista para qué? Creí que la fiesta empezaría más tarde-decía Bulma separándose de él caminando hacia el mostrador, revisando en su computadora pedidos. Si bien hoy era su cumpleaños y tenían preparada una fiesta sorpresa para ella, sorpresa que Vega había arruinado hace unos días cuando accidentalmente se le escapo.

-Así que ya sabes de la fiesta sorpresa-decía abrazándola por detrás una mano en su cintura y la otra acariciando su suave y redondo trasero discretamente.

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