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›Capítulo seis

 —¡Viernes, viernes lindo y querido! —gritó con emoción la morocha en la entrada de la escuela mientras hacía un baile de la victoria moviendo ambos brazos en círculos y puño cerrado.

Era una pésima bailarina, pero para ella no era ningún impedimento el poder bailar.

—Amor, amor, ya —canturreó Dan, abrazándola de la cintura para que dejara de humillarse sola.

—Dan, cállate.

Mike miró de reojo a su mejor amiga y le sonrió con ternura. Ariel lo hace de la misma manera y con toda la confianza del mundo se acercó para abrazarlo por la cadera. La sonrisa del rubio se expandió y pasó su brazo por los hombros de la chica.

Daniel con sigilo, movió la cabeza, para señalar al par de tortolitos. Andrea sonrió con autosuficiencia. Sabía que sus consejos era bastante efectivos. Sino no estuviera pasando nada de eso.

—¡Vamos a cantar y hacer el karaoke!. ¿Qué opinan?, igual ni me interesa mucho porque vamos a ir, quieran ó no —ordenó Andrea mirando a sus amigos y a su novio.

—¿Quieres ir al karaoke donde Mike tuvo su primera salida en Monterrey con amigos?. —Ariel alzó la ceja coqueta y a acompañó con una sonrisa.

—I remember that day, like if it was months ago1 —habló Mike mirando a la chica que estaba a su par.

—Please, don't be pendejo. It was months ago. 2—Ariel se saltó de su agarré para darle un zape en la cabeza del rubio.

—Sí, pero ese día lo recuerdo muy bien porque fue cuando tú y yo nos hicimos amigos.

—Uy sí. No te adaptaste muy fácil a mi país, güey.

—¿Entonces? —Andrea interrumpió mientras dirigía su cabeza de lado izquierda y lo observaba con admiración.

—¿Entonces qué? —preguntó Ariel confundida mientras no dejaba de observarla ya que se encontraba justo en frente, su amiga parecía bastante tonta—. ¿Qué haces?.

—Ustedes neta que no tienen imaginación —bramó Andy—. Es el momento en que todos miramos hacia un mismo lado y recordamos todos juntos lo que sucedió esa noche.

—Andrea, do you know we're not in a movie, right?2.5 —Mike se burló mientras alzaba una ceja.

—Tu cállate gringo y sigue la corriente.

Fue entonces cuando los tres chicos se dignaron en hacer lo que ella quería, así que todos miraron hacia la misma dirección que la chica bajita y por un momento sus mentes dejaron de estar en sus cuerpos para ir a un viaje hacia una noche de varios meses atrás.

Andrea miraba de arriba hacia abajo, estaba bastante ocupada buscando un atuendo perfecto. Desde el día de la bienvenida, la castaña no dejaba de hablar de lo lindo que era el estudiante de cambio, pero Andrea no lo miraba así. No le gustan los rubios y tampoco lo consideraba excesivamente guapo como Ariel lo veía, sin duda una de las dos necesitaba lentes.

—Eres la mejor amiga, muchas gracias por ayudarme en todo esto —agradeció la chica de ojos café.

—Lo hago más por mí que por ti, no dejas de hablar de Mike —bromeó intentando sonar seria, pero falló en su intentó y empezó a reír.

—Calla loca si yo te aguante absolutamente todo cuando estabas empezando con Daniel.

—A mi Dany no lo metas que te golpeo. Igual no entiendo porque no salen si los dos son vecinos y hablan bastante en la escuela.