›Capítulo diez

437 54 19
                                    


Ariel guardó su libreta de matemáticas en su mochila, se colgó la mochila en la espalda y salió de del salón con una sonrisa de oreja a oreja porque la clase finalizó. Era una alumna bastante aplicada, pero eso no significa que tiene sus debilidades. Caminó por el pasillo lleno de alumnos, corriendo de un lado al otro con prisa y otros parecían tortuga. Pero su mundo se congeló cuando observó a una pareja caminando mientras reían. Eso la llevó al inicio del ciclo escolar inmediatamente.

Y recordó cuando empezó a forjar una amistad con el rubio ya que las dos chicas se encerraron en su propio mundo.

Ariel caminaba con la cara en alto, estaba contenta de ser muy presentable. Traía tres chicos pisando sus talones. Ella mencionaba a algunos maestros, incluyendo su reputación y la opinión de ella. La rubia se llamaba Annie y la castaña Sophia.

—..., but Mr. Chacón is so frindly —terminó de contar una anécdota mientras se detenía en seco, se giró sobre sus talones y miró a los tres—. Do you have questions?.

When is the break? —cuestionó Annie mirando los casilleros.

It depends on your Schedule —respondió mientras asistía con la cabeza —. In our first day, there's no clases because the teachers want to meet us.

Al final del recorrido acompañó a las chicas a su clase y se ofreció en ayudarlas en todo lo que necesitaban, pero al ser un año menor que ella, sus clases eran diferentes. Pero con quien si tenía clases igual eran con el rubio, Mike.

—Al parecer somos tú y yo —murmuró un poco sonrojada Ariel y con la mirada gacha.

—Es true. —Sonrió Mike, intentando ser amable—. ¿Quién eres tú?.

—Ariel —. Asistió con la cabeza.

Mike sonrió una vez más mientras negaba con la cabeza—. No, I mean: why did you take us to the travel?.

—Porque me gusta hablar el inglés and we want to you have a warm welcome. Y mis compañeros les da pena practicar el inglés con extranjeros.

You have a nice accent, you sound a cute mexican girl —admitió el rubio.

—Gracias. Pero vamos a nuestra class.

Durante el trayecto ambos estudiantes intercambiaron uno que otro dato informativo. Ariel supo que Mike tenía dos semanas en México y con la familia que se había quedado, le enseñó a moverse en camiones o metros a los lugares que él frecuentaría como supermercados ó la escuela. También descubrieron que eran vecinos, pero Ariel era bastante descuidada que no se había percatado del nuevo inquilino de sus vecinos, además había estado en casa de su abuelita mientras sus padres tenían una segunda luna de miel durante las vacaciones.

Cuando ambos entraron al salón, toda quedó en silencio y las miradas curiosas se dirigieron a las dos personas que acaban de entrar, sin embargo dejaron de lado y observaron al rubio. Era muy escaso que en México hubiera de ellos y con color de ojos claro natural. Hasta era algo más común que estuvieran chicos pelirrojos. Una que otra chica sonrieron pícaras, y empezaron a chismosear entre ellas sobre lo lindo que era el nuevo integrante del salón.

—Chicos —saludó Ariel, sintiéndose completamente ignorada por todos—. Este es nuestro nuevo compañero, se llama Mike y viene de Australia. Por favor hagamos que él se sienta bienvenido.

Un chico moreno se acercó a ellos y saludó a Mike en un imperfecto inglés, pero el rubio apreciaba que se tomara la molestia en hablar en su idioma natal. El moreno llamado Diego invitó a Mike a tomar asiento con él y Ariel lo alentó en aceptar su invitación. Y así lo hizo, Mike tomó asiento con Diego.

SpanglishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora