El Guardián de la Muerte

Mentira o Verdad

- No estoy muriendo, solo se me está acabando el tiempo en este cuerpo.

Segador se reincorporaba, soltándose con suavidad de los brazos de Muerte para después soltar un gran y pesado suspiro. Todos lo miraban expectantes, confundidos a las palabras del peli-plata.

- Después de todo soy un Segador de almas. Para mí la eternidad es más una maldición que una bendición pero dentro de poco ya no podre continuar a su lado.

- No digas eso por favor...acaso, no se suponía eras mi guardián. Entonces...

- Es por ello mismo que ya no tengo más que hacer aquí, mi trabajo pronto finalizara y tú, podrás al fin ser feliz.

- Pero...- Muerte estaba confundido y más que nada temeroso al pensar que pronto no volvería a ver esos misterioso y hermosos ojos carmesí. Segador lo noto y solo tuvo que tomar su mano para poder reconfortarlo.

- Pase lo que pase, dentro o fuera de este cuerpo, siempre voy a protegerte...- se gira hasta Vida para también tomar su mano y unirla a la de Muerte con la suya – voy a protegerlos. Ustedes se han convertido en lo más valioso de mi existencia.

- Segador...- susurraban Vida y Muerte al mismo tiempo.

- Dios mío, ya paren con tanto teatrito... ¡es demasiado repugnante!

- Oh valla, ya te habías tardado en hablar...- refunfuñaba Vida, mirando a la peli-negra con desdén.- por que no te ocupas de tus asuntos que aquí nadie te necesita.

- ¿Qué has dicho? Estúpido dios que ni siquiera sabe lo que quiere.

- Vanidad por favor...- pedía después Amor, al ver como Vanidad se ponía a la defensiva mostrando sus poderes- no empieces una pele...

- Me sorprendo mucho de ti Amor. De verdad te has hecho flexible...- cortaba Vanidad a lo cual Amor la vio sin entender – de verdad vas a aceptar una relación como esta? Ya bastaba con que permitieras el amor en ambos sexos pero ¡un trio! Y más, con una cosa que siquiera es un dios. Me has decepcionado por completo. Me repugnas demasiado. – aquella frías palabras fueron como puñaladas para la pequeña diosa del amor. No pudo ni supo cómo responder a esas palabras y solo se lomito a bajar la cabeza avergonzada - ¿Qué harás después? Legalizaras la Zoofilia o acaso también te gustara la pedofilia.

- ¡basta ya Vanidad! Eso es ir demasiado lejos...- se interponía Medico enfadada a las burlas de la Diosa vanidosa.

- Ahora vas a defenderla? Cuando eras tú quien más se burlaba de Amor. Eres una verdadera hipócrita Medico. – señalaba Vanidad cruzándose de brazos.

- Lo era, más las cosas para mi han cambiado y para bien. Gracias a un buen amigo me di cuenta de cuan corrupta estaba mi alma por los celos – Medico se acercaba a Amor para después, en un acto de cariño, acariciar la cabeza de la menor con suavidad – lamento mucho lo de aquella noche. De verdad espero que puedas perdonarme por hacerte tanto daño

- Me...Medico....- Amor limpiaba sus lágrimas para después sonreírle a la mayor con ternura. Vanidad chasqueo la lengua con molestia.

- Su melosidad me asquea...

- Vanidad ¿Qué te paso?, tu no solías ser de esta manera tan fría. Todo es a causa de esa petulante al cual tuviste que enamorarte...- se atrevió a decir Fortuna, mientras daba una calada a su sutil cigarrillo. Todos asentían de acuerdo a sus palabras más Vanidad solo frunció mas el ceño.

- Desde siempre eh mostrado desprecio a ese larguirucho bueno para nada de Muerte y sentido lastima por quien desgraciadamente es el portador de la vida.

- Descuida, tampoco jamás nos has agradado – respondía Muerte ya fastidiado de esa discusión- ni debería hacer caso de tus tonterías. Quien necesita atención es Segador. vamos Vida.

- Algún día ustedes lamentaran todo el daño que me han causado. Recuerden bien mis palabras – sentenciaba Vanidad para después fragmentarse y desaparecer del lugar.

- Ham...ya es costumbre sus absurdas amenazas. – renegaba Vida con fastidio a lo cual Muerte solo le dio la razón asintiendo.

- Como sea, llevemos a Segador a casa. Supongo lo más recomendable ahora es que repose un poco, verdad Medico.

- Si. No puedo hacer mucho más que prepararle unos calmantes para el dolor. De igual manera estaré al pendiente de él.

- Gracias Medico.

- Pues...supongo que la junta se da por terminada. ¿Cuándo será el día que podamos reunirnos sin hacer un drama o un escándalo? – se quejaba Sabiduría mientras juntaba sus apuntes. – Vida, quiero que después nos reunamos y me informes a cerca de esa "vida en trio" que están llevando.

- No sabía que eras un morboso, jujuju...- se mofa Locura haciendo sonroja a Sabiduría, Vida y Muerte. Estos últimos miraron al rubio acusadoramente.

- ¡no hablo de eso trio de idiotas!!!

- Jajajajajaja...solo jugaba amor. No te pongas así.

- Solo guarda silencio Locura...deja ya tus tonterías. Maldición.

- Jajaja, de acuerdo. En otra ocasión iré a contarte lo que está pasando. Por debo estar al tanto de Segador.

- De acuerdo. Estaré esperando.

- Lamento mucho las molestias – hablaba finalmente el oji-carmin, mostrándose algo cabizbajo y agitado.

- No es ninguna molestia querido. Solo no vuelvas a ocultarnos cosas, por favor...- pedía Muerte mientras depositaba un cálido beso en la mejilla del Segador – valla, estas más frio de lo normal.

- No es nada...solo es este cuerpo...- respondía con pesadez mientras trataba de sostenerse en el agarre de Muerte. – cuanto más... ¿Cuánto más podre seguir aquí? ¿seguir aquí con ellos?

- ¿dijiste algo cariño?

- No...descuida...

Al final...todo acaba siendo una mentira....