XVII - Ciudad de la furia

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22 de Septiembre de 2015

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22 de Septiembre de 2015

18:00 Horas.

Narra Alexander

La reunión acababa de comenzar y ya se me hacía difícil mantener la compostura. El verlo a todos tan cerca de mí, al alcance de mi sanguinaria mano era, en sí, una sabrosa paradoja, y cualquiera con un paladar tan exquisito como el mío saborearía la escena de la misma forma en la que yo lo hacía. Jamás se iban a imaginar que el asesino a quien buscaban se hallaba ahí entre las cuatro paredes de su espaciosa sala de reuniones. Podía ver en sus miradas la frustración ante los crímenes que había cometido, perfectamente planeados, sin error alguno, todos los años de experiencia desde que saliera del hospital psiquiátrico estaban plasmados en esos simples asesinatos. Hasta el momento todo había sido un mero pre calentamiento, la pretemporada, y estaba sinceramente feliz de poder empezar a jugar en serio.

—SubPrefecto Levine, le agradecería si es que pudiera resumir la situación actual y lo que ha sucedido estos últimos meses—Dijo el Prefecto Inspector Castañeda mientras yo imaginaba en mi mente distintas formas de extinguir su vida. Podía matarlo en aquel instante, podría haber encontrado la manera de envenenar su café o de que fuera atropellado al salir de las dependencias de la policía de investigaciones, pero no soy un maldito delincuente. No, soy un artista. Creo, destruyo, doy muerte a algo para dar vida a una obra de arte. Y para que esto realmente fuera entretenido, y glorioso, necesitaba la sensación de adrenalina en mi pecho palpitando a mil por hora, y la única forma de conseguir eso era darles la oportunidad de intentar cazarme, pero eran tan idiotas, pobres cortos de mente.

—Por supuesto Inspector. El primer asesinato se cometió el 9 de Julio de este año, la víctima se identificó como Karla Winter, una joven de 25 años a quien el asesino serial que buscamos dio una brutal muerte—Oh sí, la recuerdo, recuerdo la expresión de su rostro en el instante en que mi bate impactó en su cara fracturando todo cuanto había, la agonía, el dolor, y sus intentos de mantenerse con vida en los segundos posteriores. Fue bastante arriesgado, sin embargo, todo salió perfectamente bien, y todo gracias a la incompetencia de quien hablaba, el querido Subprefecto Markus Levine. —Pensamos, en primera instancia, que el principal sospechoso era su expareja Matías Emhardt quien se encontraba en los registros de la policía bajo los cargos de narcotráfico. Se realizó un operativo que terminó con la muerte del sospechoso y de un oficial. —Menudo fracaso. Pensé mientras me aguantaba la sonrisa que ansiaba aparecer en mi rostro. —Con la muerte de nuestro principal y único sospechoso consideramos que la situación quedaría ahí, sin embargo, el 15 de Septiembre, dos meses después, encontramos los cuerpos de dos víctimas más, asesinadas macabramente en su propia casa. —Tienes que admitirlo, lo viste, ¿No?, pudiste contemplar el cuadro de pintura viva hecho con sangre, huesos y carne que había en esa habitación, admítelo. Lo disfrutaste—Este último suceso demuestra que el asesino que buscamos es peligroso y probablemente sufre serios trastornos mentales. No las asesinó por una razón, no hay un móvil, las mató porque quería hacerlo. Entre Karla Winter y las dos gemelas asesinadas no hay ninguna relación, y, sin embargo, se podría asegurar que el asesino es el mismo. —Gran lectura, ¿Quién necesita motivos?, las razones solo son excusas que inventamos para justificar actos que realizamos desde nuestro propio instinto. Todo lo que hacemos, todo cuánto hacemos, lo hacemos porque queremos, si no quisiéramos no lo haríamos, hay quienes no son capaces de aceptar una vida vacía donde lo que hacemos no son más que reflejos de nuestra propia emocionalidad, y que por eso prefieren inventar motivos y razones en sus actos antes que aceptar la realidad, una realidad en la que los seres humanos somos animales, y como tales nos movemos por instintos básicos, y uno de ellos es la satisfacción, y si me satisface matar gente, ¿Qué?, ¿Por qué es repudiable?, ¿Qué culpa tengo yo de que la moral que su sociedad conservadora invoca no encajen con mis propios valores?, ¿Debo acaso por eso reprimir mi emocionalidad y tener una vida llena de impotencia por no poder realizarme? No, lo siento, pero no. Me rehúso a ser un hipócrita y reprimir mis instintos. —Los tres asesinatos hasta el momento han sucedido en Santiago, por lo que podemos decir que el asesino probablemente aún se encuentra en esta ciudad, especialmente si consideramos que es un psicópata narcisista que lo único que busca es atención, se quedará acá, buscará, quizás, acercarse a nosotros, debemos tener mucho cuidado, definitivamente seremos objetivos de sus siguientes asesinatos, porque él está seguro de que esto es un juego, nos enfrentamos frente a un niño psicótico que cree que el mundo es un juego—Oh Markus, tan cerca y tan lejos, el problema es que ya me he acercado, ya acecho entre ustedes, y caerán uno a uno, pero tú, tú tendrás un trato muy especial. Y por cierto, sí, la vida es un juego. Todos vamos a morir tarde o temprano, es el único hecho innegable, si no vamos a disfrutar por lo menos el corto tiempo que vivimos, ¿Entonces qué debería hacer?, ¿Sentarme y esperar a envejecer mientras veo como toda mi vida he sido un maldito infeliz y esclavo de un sistema que me hace trabajar toda la semana para que unos pocos acomodados se mantengan en esa posición de riqueza?, No, que eso no va conmigo. Verás, no soy tan simple, también tengo metas y aspiraciones. Sí, mato por placer, mato porque me gusta, me entretiene y me hace sentir vivo, pero también sé que hay cosas más allá de eso, y realmente me gustaría cambiar las reglas del juego, porque me aburren y porque detesto ver como este juego es controlado por unos pocos y porque odio sus reglas abusivas que mantienen a todo el resto en una prisión, esclavos de una sociedad enferma y pútrida sin poder ser felices realmente. Así que esto es solo el comienzo, y para cuando llegue al final de este juego todo será muy distinto querido Markus. Lo destruiré todo, y a todos, y cuando la humanidad resurja de las cenizas del incendio que yo haya provocado, entonces todos serán finalmente libres.

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