XV - El escuadrón definitivo

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XV – El escuadrón definitivo

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XV – El escuadrón definitivo

22 de Septiembre de 2015

Narra Markus.

El inconfundible sonido de mi celular al recibir una llamada me despertó. Me moví con cuidado al ver que el delicado rostro de Katherine descansaba en mi regazo, y así estirando el brazo izquierdo alcancé mi móvil. No era una llamada, sino un mensaje del subprefecto Reagan que convocaba a una reunión de urgencia a las 9:30 de la mañana.

—¿Qué sucede? —Preguntó una somnolienta Katherine que se cubría su desnudo pecho con las sabanas de la cama.

—Es Reagan—Respondí luego de unos segundos de mirarla embobado por la bella que era—Me citó a una reunión de emergencia, de seguro a ti también.

Katherine revisó su celular y tenía exactamente el mismo mensaje.

—¿Se habrá tomado una decisión en relación a la investigación que se inició en tu contra? —Su pregunta me dejó mudo. Efectivamente hace unas semanas se había iniciado una investigación sumaria que determinaría la responsabilidad que había tenido en el fracaso de la misión denominada como "La cacería"; con la muerte del presunto sospechoso y de un compañero de la oficina de investigaciones todo pintaba bastante negro.

Miré la hora en el celular, eran las 8:15.

—¿Puedo usar tu ducha?

—Sí, obvio, ¿Quieres que te prepare un café por mientras? —Pude notar un ligero tono de nerviosismo en su voz.

—Te lo agradecería mucho—Respondí con una sonrisa en mi rostro para luego levantarme y dirigirme hacia el baño.

Fue una ducha melancólica, donde recordaba cada uno de los hechos sucedidos en el último tiempo. El macabro asesinato de la chica en el parque, la persecución fallida, el asesinato doble de las hermanas aún más cruel y despiadado que el primero; todo parecía tener una indiscutible relación y claramente no estaba sabiendo manejar el caso, no tenía ni una sola pista que pudiera conducirnos a algún sospechoso, estábamos atrapados en lo que parecía ser un laberinto sin salida y para variar corría el riesgo de ser suspendido de mis funciones o algún castigo similar.

Salí de la ducha al cabo de unos cortos cinco minutos, me sequé y me coloqué la ropa del día anterior mientras en mi cabeza asomaba por vez primera desde que despertara la duda sobre que estaría pensando Katherine por lo sucedido la noche anterior, sin embargo, prefería no hablar de eso justo ahora.

—Te he dejado el café en la cocina, ¿Te molestaría ir a dejarme en tu auto a las oficinas para la reunión? —Ahí estaba de nuevo, un tono de voz nervioso y una mirada culpable que evitaba mis ojos.

—Hey—Dije con un tono decidido mientras le animaba a levantar la mirada con mi mano derecha que rozaba su barbilla—No me molestaría. Jamás. Te espero—Pude ver como las pupilas de Katherine se dilataban y entraba al baño con sus mejillas un tanto ruborizadas.

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