XVIII - Operación Cacería 2.0 Parte I

49 11 7
                                    

22 de Septiembre de 2015

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

22 de Septiembre de 2015

23:00 Horas.

—¿Y cómo está nuestro hermanito? —Preguntó Chery mientras mordía una manzana roja como sus labios.

—Oh, está bien, aunque se ve viejo y cansado—Respondió Alexander mientras calaba un cigarro.

La noche era particularmente oscura, en el nocturno cielo no había rastro de la Luna y las nubes tapaban cualquier intento de las estrellas por hacerse presentes. Alexander y Chery conversaban en el patio de la casa de Alexander y a la distancia eran vigilados por un laborioso Erik, quien guiado por su instinto y sus ansias de capturar al culpable de tantas muertes había decidido comenzar a vigilar a "Viktor" inmediatamente, aunque desde donde estaba apenas podía ver a dos siluetas ensombrecidas conversar.

—Pero él es viejo, así que supongo que es normal que se vea viejo y cansado—A Chery le quedaba solo el corazón de su manzana, la observó tranquilamente en la oscuridad decidiendo qué hacer con ella hasta que finalmente la tiró.

—En cualquier caso pronto lo verás—Chery extendió su mano y Alexander le dio su cigarro—Recuerdas bien lo que debes hacer, ¿Cierto?

—Sí, sí—Detuvo sus palabras mientras se llevaba el cigarro a la boca. Dirigió su mirada hacia el cielo y soltó el humo lentamente—Me has dicho el plan cientos de veces Aly.

—Te he dicho que no me llames así—Gruño Alexander.

—Eres un cascarrabias Alexander—Chery comenzó a caminar por el patio con los brazos extendidos y dando pasos muy cortos, fingiendo hacer equilibrio—Mi vuelo sale mañana temprano, así que me iré a dormir.

—De acuerdo, nos vemos dentro de unos días, descansa Chery

—Adiós hermanito—Chery se llevó una mano a su boca y le lanzó un beso al aire a Alexander.

Valentine Lacroux llevaba varias horas revisando los archivos de ingreso y salida de pacientes de los hospitales psiquiátricos de Santiago. El problema no era la cantidad de manicomios, no, la dificultad de aquel trabajo estaba en los años que la investigación abarcaba, no había necesidad de comenzar a investigar tan pronto, pero ansiaba sorprender al prefecto inspector Castañeda, sin embargo, luego de leer cientos de planillas y noticias finalmente había encontrado algo interesante. Buscó su celular y sin tardanza llamó a su superior.

—¿Aló? —Respondió una voz floja y cansada al otro lado de la llamada.

—Prefecto, lamento molestarle, soy Valentine.

—No te preocupes, sé que no me llamarías a esta hora si no fuera por algo importante, ¿Qué tienes? —Sin rodeos, como siempre, pensó Valentine al escuchar sus palabras.

—He encontrado algo interesante, y quisiera saber qué opina de esto—Valentine esperaba que el prefecto Enrique dijera algo, pero al ver que no decía nada continuó hablando ella—El 28 de Noviembre de 2002 un enfermero del instituto psiquiátrico José Horwitz murió en extrañas circunstancias, ese mismo día un paciente desapareció e inmediatamente se le presumió muerto, aunque su cuerpo jamás fue encontrado. Cinco años después, a fines del 2007, se declaró al paciente desaparecido oficialmente muerto al no encontrarse rastro de él, sin embargo, ahí no termina todo. La doctora que estuvo a cargo del instituto psiquiátrico desde el año 2000 al 2004 fue hallada muerta en su habitación una mañana en el 2005. Los hechos nunca se esclarecieron y la policía dijo que se había suicidado con una sobredosis de pastillas, y para finalizar esta historia, en los registros del instituto que hay entre el 2000 y el 28 de Noviembre de 2002 sólo hay una plantilla de ingreso sin nombre, y en todos los artículos que busqué sobre el accidente que terminó con la muerte del enfermero y el paciente desaparecido jamás se dice el nombre del paciente.

Rastros de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora