20.

36 9 7
                                    

Narrador omnisciente.

- Luke... - Liz se acercó a la cama del rubio.

- Mamá. - Luke le sonrió. - ¿Qué pasó, qué hago aquí? - Miró a Michael - ¿Y quién es él?

Michael estaba en shock.

- Lukey... - Michael tomó la mano del rubio. - Soy Michael.

- ¿Debería conocerte? - - Luke hizo una mueca.

- Y-yo - Michael no sabía que decir.

- ¿Podrías acercarte? Tu nombre es Michael, ¿No? - Luke lo miraba confundido.

- S-sí. - Michael se acercó a Luke. El rubio se acercó a su oído.

- La venganza es dulce como la miel, Gatito. - Empujó a Michael levemente y soltó una carcajada que fue interrumpida por una punzada en su cabezo, justo en la zona donde se golpeó.

- Auch. - Se sobó.

- Eres un imbécil. - Michael abrazó a Luke.

Natasha y Liz se miraban sin entender.

Michael se separó de Luke y unió sus frentes.

- Te amo, estúpido.

- Y yo a ti, Gatito.

- Creo que ya entiendo... - Natasha hizo una mueca.

- Si, yo también. - Liz sonreía ante la escena.

- Bueno, de verdad lamento lo de las galletas, no tenía idea. - Natasha le sonrió torcido a Liz.

- Tranquila, lo importante es que Lukey está bien.

- Sí. Bueno, me voy. Ya es tarde. Michael, vamos. - Natasha agarró su cartera del sofá. Michael la miraba burlonamente.

- Creo que él no se irá. - Liz también agarró su bolso y se acercó a Luke.

- Mañana te dan de alta cariño, me iré y vendré temprano luego de dejar a Ben en la universidad y arreglarle unas cositas tu padre que llega mañana. - La mujer sonrió.

- Está bien mamá, tranquila.

- Mamá, ¿Podrías decirle a Liz que te lleve?. Vinimos en mi auto y pues, yo me quedaré con él.

- Sí, yo la llevo.

Natasha y Liz salieron de la habitación cerrando la puerta.

- Me duele la cabeza. - Luke se sobó de nuevo.

- Lo sé, príncipe. Te golpeaste algo fuerte. - Michael se sentó en la cama. Luke rodó para que el teñido se acostara junto a él y palmeó el lugar.

Michael se acostó y Luke lo abrazó por la cintura.

- Te amo, Clifford.

- Y yo a ti, Hemmings.

- Oye, mi amor.

- ¿Sí?

- Apaga la luz, por favooooor. - Luke hizo un puchero.

Michael rodó los ojos y besó el puchero que Luke aún tenía.

Se levantó para apagar la luz y se acostó de nuevo en la pequeña cama de hospital junto a su rubio.

Luke subió su mirada y la se encontró con la de Michael. Luke entrecerró los ojos y se soltó del abrazo.

- Me querías envenar.

- ¿Qué? No, no. Mamá se equivocó del plato de las galletas, yo preparé unas especiales para ti sim maní porque eres alergico. - Michael explicó.

- No te creo, Gordon. Me querías envenenar. - Luke dramatizó.

- Eres adorable.

- Y tú un asesino.

- Coño Luke. ¿Vas a seguir?

- Ya ya, lo siento. - El rubio besó los labios del teñido.

- Amo tus labios, Luke.

- Y yo los tuyos, Mikey.

Ambos chicos se abrazaron y durmieron así en la incómoda cama de hospital, pero no le importaba porque estaban junto a quién más amaban.




-

--

--

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
HappinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora