Los días siguientes, él castaño siguió frecuentando la mansión de los White Andrew.
A medida que pasaba el tiempo la relación entre los jóvenes se iba tornando más amena, tanto que ella aceptó ser escoltada por él a la fiesta que Anny Britter ofrecería en honor a su propio cumpleaños.
El invierno ya se aproximaba, y el frío se hacía sentir. Como el día que Candy había escogido para visitar a la duquesa en su nueva casa.
Estaba a más o menos a media hora en carruaje.
Era una hermosa mansión con más de diez habitaciones, un enorme salón comedor, sala de té, y otras además de una dotada biblioteca y el despacho del duque. También contaba con un amplio patio trasero llenos de árboles de diferentes frutas que en ésta temporada se encontraban casi sin hojas al igual que un precioso y bien cuidado jardín que en primavera era digno de admirar.
Mientras la pareja de jóvenes paseaba recorriendo los alrededores de la mansión un par de ojos azules los observaba desde la ventana.
—Hace tiempo que no veía a mi hijo así, tan contento y entusiasmado—dijo con nostalgia—Candice es una muchachita adorable. Hacen una bonita pareja, ¿no lo crees Margareth?.
—También lo creo, señora—respondió su dama de compañía—.Sus hijos serán tan guapos como los señores.
—Mis futuros nietos—susurró—Aunque Richard fue muy duro con él, sé que si lo viera en éstos momentos estaría tan orgulloso de ver en el hombre que se ha convertido. Tan digno de su título.
—El señor Terrence es la viva imagen del duque.
Eleonor solo asintió con una triste sonrisa. Sabía que Terry guardaba un enorme resentimiento hacia su padre.
Por su parte, la rubia y el castaño...
—Sabe, he estado pensando en lo de su compañía con respecto al baile—dijo ella pensativa.
—Si. ¿Y se puede saber qué es lo que pensó?—se detuvo y cuestionó con el ceño fruncido mientras ella continuaba su andar pausadamente.
—Creo que será mejor pedirle a mi padre que me acompañe. Así las otras damas no me reprocharan continuamente el acaparar su tiempo—dijo con picardía y luego lo miró, él soltó una sonora carcajada. Estaba subyugado por la mezcla de humor y belleza, de inteligencia y de sentido práctico que caracterizaba a la joven.
—Pensé que de veras ya no le interesaba que la acompañara.—dijo cuando se recuperó.
—¿Tan convincente fui?
Él miró su boca sensual que le dirigía una sonrisa afectuosa.—Pequeña mentirosilla.—dijo con una diabólica sonrisa y avanzó lentamente.
—Te-Terrence... —murmuró entre risas y retrocediendo. Él siguió avanzando sin dejar de mirarla—Cálmase—murmuró retrocediendo prudentemente lejos de su alcance.
Terry avanzó y ella se echó a correr obligándola a refugiarse detrás de los árboles.—No hace bien ser rencoroso.—le dijo burlándose. Y corrió hacia otro árbol cuando él intentó tomarla de la mano.
—No lo soy.—dijo y rodeó el árbol. Jugaron así al gato y al ratón durante unos breves minutos. Dándose cuenta de lo pueril de la situación, ella rompió de repente a reir.
—¿Tiene la menor idea por lo menos de lo que vas a hacer cuando me atrape?
Él sabía muy bien lo que hubiera querido hacerle pero también él era consciente de lo ridículo de la situación.Su enfado se esfumó.
—Usted gana—dijo—Le doy mi palabra de que me comportaré como un verdadero caballero.
Estudiando su expresión, Candy se aseguró que no mentía y obedeció.

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Corazón Indomable
FanfictionUna linda historia de amor de dos jóvenes aventureros, unidos por el destino y el deber. Ella será un completo desafío para él, un aristocrata rico, poderoso y arrogante.