Eran las 6 de la mañana. Me encontraba estirada en mi cama. Sentía mi cama demasiado vacía. En el sitio donde estaría Isaza o Villamil se encontraba la pequeña Yoru. La cual me cabía en la palma de mi mano y si la abrazaba le aplastaría. Me levanté. Necesitaba dormir con Isaza. ¿Por qué Isaza y no Villamil? Porque Isaza era blandito y achuchable. Acaricié a Yoru. Ella se quedó dormida en mi cama. Subí en pijama al piso de arriba. Saqué la llave que me dio Villamil, harto de que le levantara a las 8 de la mañana. Abrí la puerta lentamente. Intentando no hacer mucho ruido llegué a la habitación de Isaza. Me lo encontré despierto.
-Buenos días.- Le saludé sentándome en la cama.
-¿Qué hace usted por aquí?- Me preguntó.
-No podía dormir bien.
-Ni yo...- Dijo posando su mano en su frente.
Me estiré a su lado. Nunca me ha gustado dormir acompañada. Pero Isaza era demasiado adorable cuando dormía. Me gustaría poder explicar cómo es dormir con Villamil. Pero estaba muy borracha. Y no me arrepiento de haber tenido relaciones con Villa. Llevaba mucho tiempo dejándolo de lado. Cerré los ojos lentamente. Necesitaba descansar. Isaza me abrazó mientras cerraba los ojos. Ambos nos dormimos prácticamente al mismo tiempo. Al despertarme deberían ser las 10. Pero, aun que estábamos en Julio, tenía frío y prefería estar abrazada a Isaza un rato más. No era por falta de cariño... No, que va... Para nada... A los pocos minutos llegó Simón a la habitación.
-Levantad, tenemos que ir ha hacer pruebas de sonido.- Gritó Simón.
-¿Y a mi por qué me levantas?- Pregunté levantándome.
-Pues porque tu nos ayudarás con los coros y guitarra.- Explicó Simón.
-Me parece bien.- Dijo Isaza.
Fui a mi piso a cambiarme. Estaba bastante nerviosa de hacer los coros. Sabía que nadie me haría ni puto caso. Las estrellas son ellos. Pero no quería tener un gallo. Me vestí rápidamente. Me peiné. La gente normal se arreglaría aun que fuese ha hacer los coros y tocar la guitarra. Pero yo soy vaga. Me maquillé un poco. Jugué unos minutos con Yoru. Hasta que se volvió a dormir. Esa gata dormía el triple que yo. Subí arriba otra vez. Todos me esperaban. Bueno, menos Isaza que estaba eligiendo un sombrero adecuado. Cuando encontró el sombrero perfecto bajamos por ascensor. Justamente nos encontramos a la señora del 402 (AKA vecina toca huevos). Todos le ignoraron menos Isaza y yo. Isaza le dijo un tímido "hola" con la mano mientras que yo le dediqué una mirada de odio. Salimos del ascensor lo más rápido que pudimos y corrimos hacia la furgoneta.
-¿Y María?- Pregunté mirando hacia los alrededores.
-Vendrá más tarde.- Dijo Martín.
-¿Ella hará coros conmigo?
-Laura... María no sabe cantar.- Soltó Villamil.
-Lo sé, pero no quiero sentirme sola.- Dije con una media sonrisa estampada en la cara.
-No estarás sola, nos tendrás a nosotros.- Intentó animarme Isaza.
En pocos minutos llegamos al escenario donde ELLOS harían su magia. La sala BUT. Era un escenario realmente asombroso por su gran tamaño. O al menos eso me parecía a mi. Bajamos de la furgoneta y fuimos hacia el manager de Morat: Pedro. Ambos nos presentamos y empezamos con las pruebas de sonido. Por alguna razón me pusieron muy adelante. Al nivel de los chicos. Pero me tranquilizó que me dijeran que eso era solo para la prueba de sonido.
-Laura, canta más alto.- Ordenó el encargado de sonido acercándome el micro.
-Pero no quiero comerme su voz.- Me excusé.
-Eso da igual.
Estuvimos durante horas haciendo pruebas de sonido. Era bastante emocionante pensar que dentro de unas horas miles de personas poblarían toda la zona. Estuvimos practicando todo el día. Los minutos antes de actuar toda la banda se dedicó a tirarse uvas a la boca de los otros. A Isaza se le daba especialmente bien. Supongo que su altura le daba ventaja. Cuando me tocó a mi fallé las 2 primeras. Pero las siguientes empecé a acertar. Se me daba bien esa mierda. Mejor que cantar y todo. Y llegó la hora. Teníamos que actuar. Isaza me abrazó con fuerza mientras me susurró un: "lo siento" al oído. ¿Por qué pedía perdón? Sinceramente estaba demasiado preocupada por no tener un gallo que por palabras de Isa. Entramos al escenario. Me pusieron justo al lado de Isaza. ¿Qué cojones? Yo era de coros. O eso me hicieron creer.
-Os presentamos a la nueva integrante de Morat: ¡Laura!- Anunció Simón sonriendo.
Aun que no paraban de aplaudirme no podía dejar de sentirme dolida. Llevaban todo el día mintiéndome. Miré a Isaza con enfado. Pero él se lo tomó a broma y subió los hombros mientras sonreía.
-Idiota...- Susurré.
Me giré hacía toda esa multitud. ¿Qué le dices a miles de personas que no conoces de nada?
-Holo!- Exclamé felizmente. Es lo que hacía cada vez que conocía a alguien que me caía muy bien.
Por alguna razón de la vida empezaron a aplaudir con fuerza todos los allí presentes. Y así empezó el concierto. Empezamos a cantar diferentes canciones. Y no, no hice los coros. Canté mucho más que Isaza y Villamil juntos. Me dejé la voz en ese escenario. Pero estaba feliz. Cantamos una a una las canciones más populares de Morat. ¿Nunca habéis sentido una felicidad extrema cuando algo sale bien? Pues eso sentí yo en ese concierto. No tuve ningún gallo, no se me fue ninguna nota aguda, no me puse nerviosa. El público cantaba con una felicidad alucinante. Ahora entendía por qué Isa movía los pies cuando cantaba. Sentía tanta emoción que tocar y cantar me parecía poco. Ni siquiera me fijé en que habían un par de fotógrafos haciéndome fotos a mi y al resto de la banda y grabándonos. Entre canción y canción Isaza, Villamil o Simón decían palabras realmente bonitas y/o emocionantes. Me gustaba verles tan felices. Sin darme cuenta el concierto acabó. Todos lanzamos largos suspiros a coro.
-Esto cansa, eh.- Dije al micrófono.- Es peor que el gimnasio.
Mucha gente se empezó a reír, los chicos de la banda y gente de producción incluidos.
Tocó el famoso momento de "hacer una foto para Instagram". En verdad estaba ilusionada, y el público también.
Nos pusimos todos de espaldas al público. Todos sonreímos felizmente. Y así nos hicieron la foto que inmediatamente subieron a Instagram, Twitter, Facebook, etc. Poniendo en la descripción: Nueva integrante en Morat. Laura.
Al salir del concierto corrí ha abrazar a Isaza delante de muchos fans los cuales nos esperaban emocionados. Me sorprendí al ver a tanta gente pidiendo que les firmara cosas. Era mi primer concierto y tenía más fans de los que Miare tendrá en toda su existencia. Hablando de Miare... ¿Dónde estaba? Corrí hacia Martín.
-¿Dónde está tu novia?- Pregunté agarrándole del brazo.
-Está en casa. Decía que se encontraba bastante mal.- Me explicó.
¿María enferma? Qué raro. Es más raro que yo sin hacerme auto preguntas sin respuesta. Pero eso no era el caso. Tenía que firmar así mirando por encima unos 93817 millones de discos. Quizá he exagerado un poquito. Pero solo de pensar en todo lo que tendría que practicar mi firma me dolía la mano. Mientras firmaba discos un montón de gente empezó a shippearme con Isaza. Ambos nos reímos. Me sorprendió ver que no recibí odio cuando abracé a Isaza al acabar el concierto. Abracé a Isa por segunda vez.
-Gracias por no odiarme.- Me susurró.
-Gracias por no decírmelo hasta el último momento.- Le susurré.
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Enamorada de ambos
FanfictionLau, una chica de 19 años, y su amiga María, de su misma edad, deciden irse a vivir a Madrid una temporada para aclarar ideas. Pero no pueden aclarar mucho ya que sus vecinos de arriba son músicos y hacen bastante ruido.