Fraternidades ✔️

35.Malos hábitos.

Dejé que el agua caliente de la ducha recorriera mi cuerpo. Analicé todo lo ocurrido.
Esta vez fui yo la que me había pasado, y me sentía un poco mal por ello.

Después de hablar con Nathaly de todo lo que pasaba, decirle que me lo tomaría con calma y hablaría de ello cuando viera conveniente, fui y hice eso. Me pasé, sí, me pasé. Lo llamé borracho en su cara y gritando. ¿Dónde se fue mi autocontrol? Pues no lo sé, pero eso es lo que tiene hablar con Derek, y eso que al principio pensaba que tendríamos una conversación normal... pero me sacaba de quicio que dijera esas cosas irreales de Alex.

Y además, para rematarlo todo, el beso.

"Era la única forma para que te callaras" -después de eso si que quería darle un bofetón en toda la cara.
¿Era necesario? Su mente pensaba que sí.

Era el segundo beso que me daba, y esta vez no estaba borracho. No iba a permitir que lo volviera a hacer si mi permiso, porque me tocó bastante la fibra. Estaba segura de que el viernes pasó algo, recuerdo vagamente que no noté en su aliento ni un solo rastro de alcohol. Pero si él decía que estaba tan bebido como yo... será que no mentía.

Apagué el agua y me envolví en una toalla. Olvidé la ropa en la habitación, así que asomé la cabeza en el pasillo, miré a los lados, y al comprobar que no había nadie salí disparada. Funcionó, en menos de tres segundos ya estaba en mi cuarto poniéndome el pijama. Al bajar las escaleras vi que todo el mundo cenaba muy contento, aunque faltara una persona. No quería molestar y tampoco quería que nadie me liara más de lo que estaba, así que cogí algo de comida y me la llevé a mi cama.

Derek's POV

-Cállate ya, por favor.- comencé a dar golpecitos en la barra de aquel mugriento bar con mi copa de whisky.

-Puede que ella tenga razón- la voz de Carly no cesaba. Empezaba a pensar que no callaría incluso si le atara un cemento en el tobillo y la mandara a lo ondo del océano.- ¿No crees Derek?

Puse los ojos en blanco y di un trago de la bebida, que lo único que hacia era evadirme de la realidad y producir un horrible pero gratificante quemazón en la garganta.

-Eso, haz lo que siempre haces- aquella estúpida camarera quería acabar mal- bebe hasta caer inconsciente, quitate de encima los problemas ignorandolos hasta que alguien los resuelva por ti. ¿Porque qué hay más fácil que eso?

-Cállate y ponme otra de estas.

-No quiero, ¿cuando te darás cuenta de que esto no es lo correcto?
-Me importa una mierda que sea lo correcto o no.- me estaba crispando- Ahora cierra el pico y haz tu trabajo.

Una Carly maldiciendo me tendió otra copa, y tuve de hacer esfuerzos para no imaginarmela con la cara de ella... Joder, todos se ponian de acuerdo con echarme en cara la mierda de persona que soy.

-Pobre chica...- Carly negaba con la cabeza mientras fregaba unos vasos.
Antes de responder nada fuera de tono, me bebí medio contenido del vaso de una tacada.

Fin del POV.

Me picaban los ojos de tanto mirar la pantalla del móvil y ya me había acabado el picoteo que traje hace... muchos minutos.

Ver series había hecho su trabajo, sacarme todo lo que tengo en la cabeza y hacer que solo me concentráse en la trama de lo que estaba tan ocupada viendo. Lo malo era que solo duraba lo mismo que el capítulo, y después de verlo la realidad me abofeteaba recordándome todo lo que me estaba pasando últimamente.

Llevaba demasiadas cosas dentro, y esto de hablarlo con la almohada no era suficiente. Necesitaba a alguien que me dijera lo ridícula que le parecía mi vida. Alguien hecho de carne y hueso que tuviese la capacidad de hablar, algo que por desgracia las almohadas no tenían.

Nath podría cobrar el papel de almohada, y con lo cotilla que era, no me extrañaría que mientras le contara todo ella estuviera con la boca cosida. El único esfuerzo que haría y para lo único que abriría su boca sería para comer palomitas, hacer expresiones o burlarse de la situación.

Apagué mi teléfono y lo dejé debajo del cojín, tenía que dormirme antes de que las demás llegaran a la habitación.

Sonó un ruido procedente de la puerta. Lo dejé estar pensando que era el aire o algo parecido, pero volvió a sonar. No era ninguna corriente, la puerta estaba cerrada y ahora que lo volvía a escuchar parecían golpes que daba alguien para querer entrar.
-¿Nath?- mi voz sonó terriblemente ronca. No sé porqué dije eso, pero a estas horas de la madrugada mi cerebro no funcionaba.

No me hacía gracia tener que levantarme de la cama, pero frotándome los ojos me levanté.

Abrí la puerta bostezando, pero dejé de hacerlo cuando vi quien era el visitante de madrugada.
-Hola Jaane.
-¿Que haces aquí?- miré a dentro del cuarto para ver si alguien estaba despierto y cerré la puerta detrás de mi.

Intenté hablar a un volumen bajo, pero no creía lo que veía. ¿Por qué narices me tuve que despertar solo yo?

-¿Estás borracho Derek?- solo con mirarlo ya sabía la respuesta. Camisa sucia, pelo revuelto, ojos rojos y el inevitable aliento.
¿Después de lo que pasó al salir del gimnasio, esto es lo que se le ocurre? Que mente tan privilegiada la suya.
-Puede- se esforzaba para hablar y, ugh, ese maldito aliento.
-Ven.- lo cogí del brazo e hice que me siguiera hasta el salón. Se sentó en el sofá y fui a darle un vaso de agua.

Lo bebió de un trago.

-Quiero hablar.- casi reí al oír eso, ¿cuanto bebió para ser tan estúpido?
-Dudo que puedas hacerlo...así.- lo señalé con mala cara. Debería saber, a estas alturas, que no me gustaba esta horrible adicción suya. Si eso es lo que era.
-No he bebido tanto...-empezó a contar con los dedos, cuando llevaba contada casi la mano entera, paró- dos copas.

Puse los ojos en blanco y suspirando me dejé caer en el respaldo acolchado.

-¿Y de qué quieres hablarme?- seguía con la misma mirada, posando un dedo en mi mandíbula.
-Tienes razón.
Los ojos de Derek se perdieron en su regazo, aún rojos.
-¿En qué?
-En la mierda de persona que soy.- su mirada era sincera, pero no debía olvidar que estuvo bebiendo y nunca se sabe realmente que es lo que quiere decirte en realidad. Aunque tampoco se sepa concretamente lo que quiere decir estando sobrio.

Siempre te toca resolverlo a ti.

Portada: Daniel.

Espero que os haya gustado!❤