Viktor se sentía como si estuviera viendo un sueño, o más bien, una pesadilla.
Logró escuchar la débil voz de Chris en la lejanía y demoró unos instantes en sobreponerse lo suficiente a su aturdimiento para razonar que de hecho, lo tenía justo a un lado suyo. Los oídos le zumbaban, seguramente por los intensos y acelerados latidos de su corazón, dificultando su audición y tuvo que pasar aún más tiempo para comprender a cabalidad todo lo que acababa de ocurrir.
"Estoy vivo..."
Se incorporó abruptamente, jalando todo el aire posible, hasta ese momento consciente que estuvo conteniendo la respiración por quién sabe cuánto tiempo. Chris dejó escapar una corta exclamación de asombro por la acción inesperada y Viktor se apresuró a llevarse una mano al pecho, en donde la afilada hoja tendría que estar clavada; comprobando con una mezcla de desconcierto y alivio, que le rebotó sin herirlo.
-Cómo...- inició Christophe, aún en shock.
Viktor se alzó a medias la camisa y ambos apreciaron la delgada pero resistente malla negra que le salvó la vida: la armadura de Pierre. Cayó en cuenta que tomó en serio la sugerencia de su amigo y se la colocó para montar guardia durante la noche. Luego del acelerado despertar gracias a la plaga de arañas y la posterior huida, no llegó a quitársela.
-Si yo fuera tú, me la dejaría puesta-aconseja Chris-Podría ser tu amuleto de buena suerte.
Intercambió una sonrisa con Christophe y ambos soltaron una genuina carcajada que se vio opacada por un grito indignado del exterior, haciéndoles recordar el peligro bajo el que se encontraban y que era muy temprano para cantar victoria.
-Tenemos que irnos ya-le indicó Viktor al otro tributo, a la vez que tomaba el carcaj y el arco.
Christophe se puso en marcha de inmediato, yendo por delante en el camino y con Viktor siguiéndolo de cerca.
La firme y recién formada pared de rocas bloqueaba la entrada al túnel, impidiéndoles salir y al mismo tiempo, otorgándoles la ventaja de evitar que sus enemigos los alcanzaran. Georgi la creó tras arrojarles ese pesado pedrusco para aplastarlos... si acaso esa fue su intención, porque ahora que Viktor lo consideraba, le resultó sumamente improbable. Él y Chris ya estaban demasiado adentro como para que la roca pudiera caerles encima y ocasionarles algún daño.
"O tal vez quería ocasionar un derrumbe que se encargara de eliminarnos" rectificó. Sus miradas de hecho se cruzaron por unos segundos después de que Anya le arrojara el cuchillo y podría tratarse de su imaginación, pero casi podría jurar que Georgi lucía bastante contrariado. Supuso que asesinar a sus antiguos aliados le hizo sentirse incómodo y esa fue su manera para deshacerse de ellos sin ensuciarse las manos.
Todavía le llegaba el ruido proveniente de la discusión de los profesionales. Probablemente Anya estaba decepcionada de no haber matado por lo menos a uno y criticaba el actuar tan ilógico de su pareja. Dada la agresividad natural de la chica, dedujo que le estaría insistiendo a Georgi para que retirara las piedras y pudiera entrar a terminarlos; lo que no hizo sino aumentar su urgencia por avanzar.
Echó un último vistazo antes de adentrarse más en el estrecho pasadizo. La obscuridad se intensificaba conforme se alejaban de los rayos de luz que se filtraban a través de la pared en la entrada. En algún sitio existían goteras, porque le llegaba el débil sonido de agua cayendo, traspasando por entre grietas. El suelo era duro, firme y, por suerte, liso; y no le calaba al tener que moverse a gatas. Como algo bueno, su corazón poco a poco iba normalizando su ritmo, aunque el molesto zumbido que lo perseguía se negaba a desaparecer del todo. Fue por eso que no escuchó a Christophe hablar y casi choca con él cuando se detuvo.
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Everything remains as it never was
Fiksi PenggemarHace un año, Viktor Nikiforov fue seleccionado para participar en los Juegos del Hambre. Sin motivo aparente, Yuuri Katsuki se ofreció por él. Los dos no eran más que simples conocidos sin ninguna relación en especial. No se han visto ni hablado des...