Desperté de otro sueño, envuelta esta vez en lágrimas. El silencio en la habitación rojiza cubrió mis débiles lamentos pero no mis ojos que yacían enfocados en el blanco techo. Perdida, confusa e intrigada. ¿Aquello había sido real? Recordé todos los sueños que había tenido hasta ahora. Cada palabra, cada acción. Sus cursilerías y su sonrisa. El llanto y el dolor... inclusive la rabieta envuelta en el diluvio y la pelea que había tenido después con su mejor amigo por la mujer que lo había abandonado. ¿Sería acaso que estas imágenes no eran solo sueños?
Evoqué las visiones de las noches pasadas y fue entonces cuando la sonrisa de la querida pero extraña Evangeline apareció en mi rostro. ¿Sería que solo lo había estado engañando? Sobre la cama, me tapé débilmente los labios, pensando. ¡Aquello no tenía cuadre! No podía ser. Es decir, esa mujer se notaba feliz y terriblemente enamorada. Sus ojos brillaban al verlo y con cada beso que se daban, ella sonrojaba. ¿Las mujeres no podrían fingir en esa magnitud, o sí?
Guardé silencio mientras realizaba lo que estaba haciendo. ¿Qué me importaba a mí si ellos se habían amado o si ella lo había engañado un día antes de su huida al otro mundo? ¡Esto no tenía sentido! Yo no debería de estar consternada por el tema y menos estar tan interesada. ¿Pero por qué entonces pensaba tanto en ello?
Me tomé la cabeza intentando tranquilizarme. Tener estos sueños me estaba volviendo loca. Me hacían tener una imagen errónea de lo que realmente Liam era. ¡Eso no estaba bien! El caballeroso, amable, lindo y romántico pelirrojo no podía salirse de mis memorias. ¿¡Qué debía de hacer!? Cuando lo viese al caminar o cuando lo escuchase hablar, su sonrisa iba a aparecer.
Cubrí mis orejas con fuerza, intentando de esta manera que los recuerdos cesasen. La voz de Evangeline estaba pegada a mi mente como un chicle y sus sonrisas y palabras se repetían dentro mío una y otra vez. Mis lágrimas se juntaron en mis ojos y sin poder evitarlo más, pegué un ahogado lamento.
¿A esto se había referido Liam con evocarla cada día de su eternidad? ¿Qué no era eso una tortura? Suponía que recordar el amor de tu vida era algo doloroso, más aún si había fallecido. Era como si quisieses un beso de alguien que no pudieses ir a desenterrar. ¿¡Cómo se había atrevido esa mujer a condenarlo de esa forma?! Lo había arrastrado a vivir una horrorosa muerte en vida... una de la que nunca se iba a poder zafar.
¿Qué le había hecho Evangeline entonces para que no pudiese dejarla ir? ¿Qué había pasado ese día lluvioso para que Liam se hubiese trastornado de tal manera?
Agité la cabeza de par en par, sentándome en la cama rápidamente. «¡Esto no te concierne, Caroline!», hablé conmigo misma en la mente «Son cosas que no deberían de interesarte. ¡Tú odias a Liam, lo odias!», agregué aquello con una amarga mirada mientras inconscientemente, recordaba su sonrisa del pasado y su amable forma de hablar.
—¿¡Ya deja de pensar en eso!? —Me regañé en un chillido pequeño—. Esto no debería de... se supone que no debería de interesarme.
Di vueltas en la cama, con los sueños en mi mente. Los segundos se hicieron horas y mis regaños, preguntas más concisas. Volaron por mi mente conclusiones y, sin poder dejarlo a un lado, acepté la gran curiosidad que me carcomía. Necesitaba saber esto, necesitaba armar el rompecabezas.
Deduje varios finales, pero no pude hallar la respuesta verdadera. No encontraba la razón del por qué una mujer tan enamorada hubiese rechazado la oferta de libertad y amor que se le había ofrecido en la misma bandeja de oro que ahora estaba cubierta por polvo y crueldad. Ese hombre cual ahora era ruin y despiadado.
¿Qué le había dicho? ¿De qué se disculpaba tanto ese día? ¿Se había casado con Demetrio y realmente lo había abandonado? ¿Sería por eso que Liam actuaba a como lo hacía ahora?

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Era vampirica
VampireSe decía que en año 2012 todo se acabaría y así sucedió. Nadie hubiera creído una historia tan loca, pero ahora, es más que un hecho que los vampiros existen. Aquellos que te sodomizan, te compran y hacen de tu cuerpo lo que quieren...