La habitación ahora parecía más helada que antes, no solo porque la mirada de fuego yacía frente a mí, sino también porque el silencio en la habitación parecía anhelar mis acciones. La brisa de los arboles se detuvo al presenciar mis movimientos. El sonido de la lluvia implícitamente, también desapareció al escucharme respirar e inclusive, podría jurar que el reloj de péndulo que colgaba en una esquina del cuarto, había dejado de funcionar para voltear a verme. Todo dejo de andar como normalmente lo hacía.
Mis manos temblaron al tener tantos espectadores. Un escalofrío precavió mi maltrecha alma. La oscuridad de la noche ocultó mis ojos perdidos en el tratamiento que yacía entre mis manos llenas de sudor propuesto por el nerviosismo y cierto alivio.
Entre mis dedos yacía aquello que borraría de mi mente tantas penas y me recobraría de los capítulos que me marcarían de por vida si es que seguía con el flujo del agua.
—Si vas a hacerlo, hazlo ya —Habló el pelirrojo, fastidiado—. No tengo todo el día
Su voz rasposa me hizo reaccionar. La imagen de Volker sosteniendo triunfante a su hijo se desvaneció de mi mente. No pude evitar fruncir el ceño al momento en que pensaba en que aquella imagen podría hacerse realidad. Con un rostro neutro, mire a aquella pastilla que me sonreía con travesura y, sin remordimientos, mi boca se abrió impaciente.
Mis débiles y sudadas manos se movieron por sí mismas, alojando la píldora que entraba seca y en un sabor salado en mi interior. La sensación de sentirla con mi lengua rasposa me hizo pensar en escupirla, pero la mirada de Liam me lo negó con solo una fugaz ojeada. Con cierto asco, mire al techo y con un fuerte trago, sentí la medicina resbalarse.
Experimentar como su rastro raspaba todo mi esófago me hizo sentir cierta culpa. Podía percibir el camino que había recorrido, incluso, podría garantizar haber escuchado el momento en que esta había chocado con la sopa que recién había comido.
Respire con cierta fuerza al ser incapaz de creer realmente lo que había hecho en un momento de arrebate y cierto pavor.
—Bien —Aplaudió quien volvía a pararse—, tal parece que no eres tan tonta como pensaba
—¿Qué?
Trate de mirarle pero un mareo se intervino entre mi mirada. Termine con mis manos pegadas al suelo de madera, evitando de aquella manera golpearme más de lo que ya estaba.
—Te vas a sentir algo indispuesta —Ignoró mis palabras mientras comenzaba a hablar al dar ciertos pasos hacia mi—, pero esta fue tu decisión…
Pude sentir como se paraba justo frente a mí, seguramente para mofarse de mi lamentable estado. Era ciertamente humillante pero no tenía deseos de machacarme el cerebro por algo del cual yo sabía que no tenía siquiera derecho de pensar.
—Tal parece que has aprendido a ser un poco como yo —Añadió antes de irse—. Siéntete afortunada, niña… que hoy tienes mi permiso para llorar cuanto te plazca
No escuche la puerta cerrarse, pero cuando estuve sola, pude entender el significado tras sus últimas palabras. Hasta el momento, alcance a comprender la terrible fechoría que había hecho por capricho ¿Había actuado por beneficio propio, no era cierto? ¡Estaba por matar a una cría sin culpa alguna!

ESTÁS LEYENDO
Era vampirica
WampirySe decía que en año 2012 todo se acabaría y así sucedió. Nadie hubiera creído una historia tan loca, pero ahora, es más que un hecho que los vampiros existen. Aquellos que te sodomizan, te compran y hacen de tu cuerpo lo que quieren...