24-Festival Universitario

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Finalizado el discurso de apertura, donde Haruki dejaba en firme su decisión de apoyar a sus alumnos, se dio inicio al festival universitario de Ritsumeikan. Dos días en los, en teoría, que todas las preocupaciones de los alumnos se dejaban de lado para disfrutar de las diferentes actividades artísticas y recreativas que se ofrecías. La afluencia de personas externas a la universidad fue mayor que la del año anterior, superando el temor que había desatado el informe periodístico de Akihito Yuigahara.

Pese a la buena actitud que intentaba mantener, Azusa estaba sometida a una fuerte dosis de estrés, lo que sacaba su mal carácter. El abandono de Akari solo empeoró las cosas al dejar un vacío difícil de llenar por sus compañeros. Mientras Kotaru atendía a los visitantes, Angela colaboraba hasta donde podía, supliendo las funciones que debió haber desempeñado la pelirroja, pero sus deberes en el club al que pertenecía le hicieron ausentarse en el momento de mayor afluencia en la "casa del terror".

La joven Nakano veía que nadie más podía reemplazarla al estar todos ocupados y, justo en ese momento, ella también debía irse a ensayar con la banda. Frustrada, quiso gritar y desahogar todo lo malo que traía acumulado, pero no podía hacerlo. Por respeto a los visitantes reprimía todo lo que podía, a sabiendas de que estaba a punto de estallar. De repente, se vio envuelta por unos cálidos y familiares brazos que hicieron que todos sus malos sentimientos y pensamientos se esfumaran de golpe.

—¿Qué te he dicho de los abrazos en público, Yui? —reclamó pese a disfrutar el momento.

—Que, a pesar de todo, te gustan —respondió la joven Hirasawa con alegría—. Vine a decirte que el ensayo se pospuso hasta la noche —comentó adelantándose a lo que su novia iba a preguntar.

—¿Por qué? Espero que no sea un pretexto para Ritsu-senpai y tú puedan escapar de sus responsabilidades y divertirse.

—Para nada, Azu-nyan. Ricchan tiene algunos problemas con la actividad de su facultad debido a que los Yuigahara se fueron. Mio-chan, Mugi-chan y yo pensamos que podrías estar pasando por lo mismo y por eso pospusimos el ensayo.

—Ya veo. Y gracias. Realmente me han quitado un gran peso de encima.

Yui sonrió en respuesta y se marchó del lugar. Pese a no mentir respecto al aplazamiento del ensayo, ella y Mugi acordaron trabajar en ese espacio para afinar detalles de la canción en honor de la abuela Tomi.

Tal como la joven Hirasawa había dicho, Ritsu y sus compañeros sufrían por el vacío dejado por Atsuya. Si bien, la baterista no había asumido un rol de liderazgo, sí debía soportar el carácter fuerte de Fujiko y su intimidante mirada seria. El grupo había decidido organizar un puesto de comidas, nombrando como líder de ese proyecto a la joven Hinata, quien usó lo que había aprendido de su padre para guiarlos.

Atsuya sería uno de los encargados de la cocina, preparando los alimentos que se servían aquel día. Ritsu optó por suplirlo por iniciativa propia, mostrando esas dotes culinarias que solo sus amigas y familiares conocían.

—Tainaka, ¿puedo hacerte una pregunta? —cuestionó una chica que también ayudaba en la cocina.

—Adelante.

—¿De casualidad eres misándrica? Ya sabes, esas mujeres que odian a los hombres y, como eres lesbiana...

—Para nada. —Ritsu quedó completamente extrañada con esa pregunta. Para ella, no tenía sentido. —¿Por qué lo preguntas?

—Por la forma en la que tratas a Atsuya-kun.

—No generalices solo por un caso específico. Yuigahara quiso meterse en mi vida a la fuerza, cambiar mis gustos, separarme de mi novia... Incluso hacer que nos echaran de la universidad. Si alguien te hiciera algo parecido, también lo querrías lejos de tu vida, ¿no crees?

Amor por SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora