Amor por Siempre

15-Verdad Revelada

Para proteger a alguien valioso, muchas veces ponemos en riesgo nuestra propia existencia, lo que, en ocasiones, no llega a ser comprensible y causa que la persona protegida llegue a sentirse culpable de esa situación. Esto le sucedió a Azusa cuando, por salvar la vida de Yui, fue atropellada, sufriendo fracturas en su brazo izquierdo y tres costillas, teniendo que ser internada en la Clínica Toyota, donde le diagnosticaron una pérdida parcial de memoria. Todo esto la mantendría varios meses fuera de HTT, siendo Ui la elegida para que desempeñe el rol de guitarrista rítmica en ausencia de la joven Nakano.

Desde ese incidente han transcurrido seis semanas. En ese lapso, Azusa recibió visitas diarias de Yui y Kotaru, algo que hizo su estancia en la clínica más llevadera. La joven Hirasawa siempre se mostró optimista y sonreía con dulzura cuando ella y la joven Nakano hacían contacto visual, pero muchas veces se contuvo de hacer algo más, dadas las condiciones de la menor. Pese a que la castaña acostumbraba a abrazar a la pelinegra desde que se conocieron, evitaba hacerlo ahora, ya que podría volver a lesionar su caja torácica.

Por su parte, Kotaru tenía sentimientos encontrados. Le alegraba ver la favorable recuperación física de Azusa, aunque sus recuerdos seguían siendo esquivos. Pero esa felicidad se veía empañada al ver cómo ella y Yui eran cada vez más cercanas. Parecía que el destino no quería que él fuese más que un amigo de la joven Nakano.

—Parece que Angela tenía razón. Tendré que comerme mis palabras —pensó en voz alta sentado en la sala de espera mientras a Azusa le practicaban algunos exámenes.

—¿De qué hablas, Sato? —preguntó Yui, sentada a su lado.

—De la relación entre tú y Azusa. A pesar de todo, la química que hay entre ustedes sigue intacta.

—Me alegra escuchar eso de mi rival de amor. —Este comentario hizo que Kotaru soltara una pequeña carcajada—. Pero, ¿qué tiene que ver eso con comerte tus palabras?

—Lo que sucede es que ustedes están demostrando que mis creencias, principios e ideologías están equivocados, lo que significaría el adiós a mis esperanzas con Azusa.

Al escuchar esto, Yui puso su mano en el hombro de Kotaru, quien se sorprendió de este gesto. Él nunca creyó que ella fuese a compadecerse.

—Sé que Azu-nyan es especial, pero no es la única. Akari Yuigahara podría ser una buena opción para ti.

—¡Olvídalo, Hirasawa-senpai! Ella es mucho peor que yo.

—Déjame dudarlo, Sato.

—Hazlo con toda confianza. Pero te lo aseguro: ella, en una situación similar, sí habría mentido.

—¿Acaso tú no lo has hecho?

—No de la forma en que todos pensaban que lo haría. Solo oculté una verdad, al igual que tú.

—¡¿En qué momento he ocultado la verdad?!

—¿Ya le dijiste que eres su novia?

—Sí, cuando despertó y preguntó mi identidad. Aunque no hemos hablado de eso.

—¿Le contaste la causa del accidente?

Yui guardó silencio. A pesar de disculparse varias veces antes de que Azusa despertara, no se sentía preparada para decirle eso, suponiendo que, sin aquellos recuerdos perdidos, ella no le perdonaría lo sucedido.

—Tomaré ese silencio como un no —continuó Kotaru—. ¿Acaso discutieron antes del accidente?

—¡No! Lo que pasó fue que yo me distraje al cruzar la calle y Azu-nyan... —Para la joven Hirasawa, recordar ese suceso era muy doloroso. Tanto, que no pudo evitar llorar mientras hablaba—. Ella me empujó para salvarme.