¿Cuánto puede durar la felicidad?
Nathan y Elliot se adentran en nuevos problemas en su relación.
Tantas trabas en su amor parecen afectar su búsqueda: un verdadero felices para siempre.
《2do libro de la Saga Rainbow》
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Elliot.
Me despierto a causa del dolor de cabeza insoportable.
¿Qué demonios pasó ayer?
No recuerdo haber tomado tanto.
Me levanto lento, un sonido increíblemente molesto hace que el dolor empeore. Dirijo mi vista hacia el causante de tal sinfonía; mi teléfono vibra y suena en la mesilla de noche que hay a un costado de la cama.
Estoy por tomar el teléfono cuando algo a mi lado se remueve y me abraza por la cintura. Me estremezco y volteo mi cabeza para ver quién es.
Una cabellera rubia, casi blanca, está enterrada en las sábanas.
La fina sábana es lo único que cubre su desnudez. Acabo de darme cuenta que yo también estoy desnudo. ¿Por qué no me acuerdo de esto?
Recuerdo que estaba por tomar la decisión, en ese momento me sentía bastante sobrio... ¿Lo elegí a Nathan? ¿¡Por qué creí que tomar la decisión borracho sería buena idea!?
Atiendo el teléfono sin mirar el remitente y salgo de la cama tratando de no despertar al modelo. Agarro cualquier ropa que encuentro en el suelo y me visto.
"-¿Elliot?" -Escucho la voz de Kendra del otro lado.
-¿Kendra? ¿Dónde estás?
¿Que no me he ido con ella?
"-Yo estoy bien, ¿Tú? Nathan dijo que te llevaría a casa..."
-Sí, sí, al parecer así fue... -Quizá ella sepa algo de lo que pasó ayer-. ¿Sabés qué sucedió anoche?
Se escucha silencio y luego un suspiro de su parte.
"-¿En serio no te acuerdas?"
Entro en el baño y enciendo la ducha, esperando que se me pase el dolor de cabeza. No volveré a tomar alcohol.
-No, nada. O sea he elegido a Nathan, ¿Verdad? Es decir, he dormido con él...
Estoy por seguir hablando cuando unas manos me sacan el teléfono.
-¡Eh! -Volteo y me encuentro con la sonrisa juguetona de Nathan a mis espaldas.
Está aún desnudo, me sonrojo e intento que mis ojos no se despeguen de los suyos; no bajes la mirada Elliot, si quieres mantenerte firme, no lo hagas...
Tiene mi teléfono en lo alto, desde el aparato se escucha hablar a Kendra.
Me pongo de puntitas de pie para tomar el móvil pero Nathan me esquiva.
-Enano. -Tiene la voz ronca por haberse despertado recién. Ni siquiera me he fijado la hora pero por sus ojeras puedo deducir que no hemos dormido mucho.
Deja el teléfono en el lavamanos y se mete a la ducha arrastrándome con él.
-¡Aún tengo la ropa puesta! -Siento el agua tibia mojar mis prendas.
