17- Dejá de ilusionarme

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•Lorenzo

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•Lorenzo

Durante casi una hora estuve buscando a Gabo, recorrí todos los pasillos y no estaba, hasta que se me ocurrió que tal vez podría estar en su habitación.

Ahora estoy sentado con él en su cama.

—¿Pero por qué no me dijiste?— Le pregunto.

—¿Qué? ¿Por qué no te dije que me gustás?— Dice un tanto desesperado.

—No... Me refería a los anónimos, ¿por qué no me dijiste nada?

—Porque obviamente no quería que supieras mi secreto. Si yo decía algo, todo saldría a la luz... Y así fue.— Hizo una pausa.

—No sé cómo... Pero Camilo supo que le comenté a mis amigos sobre esto.

—Me lo hubieras dicho a mi. Yo lo hubiera arreglado.— Le aseguro en voz baja y un poco molesto.

Gabo me mira y luego ve al piso.

—Camilo obtendrá un castigo. Invadir tu privacidad está mal y él lo llevó al extremo.— Comento. —¿Sabes por qué hizo todo esto?— Le pregunto.

Él niega con la cabeza.

—Lo que le me dijo en el primer mensaje fue que yo era un estorbo....Tal vez también le gustás.— Lo último lo dice un poco desanimado.

Eso me deja pensando. ¿Y si Camilo estuvo enamorado de mi todo el tiempo que estuvo en el IAD?

—Bueno, si eso es verdad... No le haré caso, porque esto que hizo está mal.— Gabo me sonríe.

Veo su boca y hago lo mismo.

Nos quedamos un momento en silencio, hasta que empezamos a acercar nuestros rostros.

Casi nos besamos... Espera ¿Qué?

—Gabooo mira lo que te traji...— La voz de Ricky se detiene cuando se da cuenta de lo cerca que estamos.

—¿Interrumpimos algo?— Pregunta Dedé.

—No... No, solo platicábamos.— Responde Gabo. Yo lo miro.

—Si quieren nos vamos eh... Y los dejamos platicar bien.— Sugiere Ricky.

—No, yo ya me iba, solo pasé a saludarlo.— Comento. Me paro de la cama.

—Te... Te veo mañana.— Le digo al número diez. El asiente con la cabeza.

Está rojo. ¿Qué? ¿Y si yo estoy igual? ¿Se notará mucho?

—Bye.— Segundos después cierro la puerta del cuarto.

¿Qué es lo que acaba de pasar?... Estuve a punto de besar a Gabo.

•Gabo

—¿Pero qué hicieron mientras estuvieron solos?— Pregunta Dedé con tono pícaro.

—No mucho. Solo charlamos.

En la cancha | O11CEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora