En la cancha | O11CE

20- Contigo.

•Gabo

—¿En serio te dijo todo eso?— Pregunta Ricky muy asombrado.

Yo solo asiento con la cabeza.

—Que padre. Entonces supongo que ya son pareja... ¿No?

—Bueno, no exactamente....— Su pregunta me deja pensando durante unos segundos. —La verdad no sé que somos.

—Yo creo que deberías hablar con el de eso, no vaya ser que luego piense que solo son amigos con derechos y ande con todo mundo.— Su comentario hace que me den más ganas de platicar con el goleador.

—Tenés razón, Lorenzo será muy lindo y todo nunca ha dejado de ser él y eso implica que pueda mentir.— Respondo con tono triste.

Ricky se sienta junto a mí en mi cama, luego me soba la espalda.

—Tienes miedo ¿verdad?— Lo miro. —Si, de alguna forma temo que me vaya a lastimar.— Confieso.

—Si él en verdad te quiere y— Hace comillas con sus dedos —Necesita, no te va a hacer daño.— Miro a mi amigo y le dedico una pequeña sonrisa.

—Va a ser difícil lo sé, pero debes confiar en el.

Segundos después el timbre de mi celular suena. Agarro el dispositivo y veo quién es.

Se trata de Lorenzo.

—¿Hola?

—Gabo... Hola— Automáticamente una sonrisa se dibuja en mi rostro.

—Lorenzo...

—¿Vas a hacer algo esta tarde?

—¿Y-yo?...— Empiezo a tartamudear de los nervios. —No. Estoy libre.

Aunque estamos hablando por teléfono, puedo imaginarme a Lorenzo con una sonrisa en estos momentos.

Espero no me hable para entrenar.

—Entonces... Te veo en el parque en 15 minutos ¿está bien?— Propone.

Yo vuelvo a sonreír, bueno, nunca eh dejado de hacerlo.

—Si.

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•Lorenzo

Ahora estoy con Gabo en un parque, ambos nos encontramos en silencio, pero de repente siento la mirada del enganche sobre mi, así que lo volteo a ver y en efecto, me estaba viendo.

—¿Qué pasa?— Digo con diversión. El sonríe tímidamente.

—Nada, solo que.... Pensé que me ibas a llamar para entrenar.— Responde.

—No, esta vez solo quiero platicar, caminar, pasármela bien, contigo.— En cuanto digo eso, dejo de caminar y me dedico a mirarlo.

El hace lo mismo.

—¿Esto es eso a lo que le llaman cita?— Pregunta con timidez.

Le sonrio.

—No por nada me puse perfume y me cambié la ropa.— Contesto.

Ahora el me sonríe.

Me acerco un poco a su rostro con la intención de ser yo esta vez, el que le de un beso. Sin embargo él lo impide.

—Tu papá... ¿Qué va a decir de esto?— Cuestiona.

Eso me deja pensando. Tiene razón, no me había acordado de mi papá hasta que Gabo lo mencionó.

Me quedo unos segundos sin decir nada, hasta que le contesto:

—El no tiene por qué opinar nada.— Tomo su mano y la miro. —Mi papá no elige a mis parejas ¿está bien?

Con la mano que tengo desocupada, levanto la barbilla de Gabo, obligándolo a mirarme, ya que estaba viendo nuestras manos, juntas.

El solo se limita a asentir con la cabeza.

Y ahora sí, lo beso. Agarro con ambas manos su rostro y el acaricia mis brazos con su dedo pulgar.

Como me encantaría enmarcar este momento.

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—Papá...— Lo llamo, el está sobre su cama, quitándose sus zapatos.

—Dime.— Responde sin dejar de desamarrar sus agujetas.

—¿Podemos hablar?... Es sobre Gabo.— Le comento sentándome a lado de él.

—¿Qué pasa con Gabo? ¿Se pelearon? ¿Hizo algo malo?— Ahora está limpiando los zapatos con un trapo.

—No papá... Es más bien todo lo contrario.

Al escuchar esto, deja su calzado y voltea a verme.

—No te entiendo.

—Si.... Lo que pasa es que desde hace un tiempo, nos hicimos muy amigos y luego de eso nos dimos cuenta de que esa amistad se estaba convirtiendo en algo más....— La cara de mi papá no puede estar más cubierta de confusión. —Creo, que... Nos gustamos.— Mencionó con una pequeña sonrisa.

—¿Qué? ¿Y Martina? ¿La estás engañando?— Pregunta agresivo.

—No papá, yo ya terminé con ella. Te juro que ahora estamos bien.

—No, no... No puedes Lorenzo, no, con Gabo no.— Esto, incluso parece que se lo dice a él mismo. —¿Sabes lo lastimados que pueden resultar ambos?... Encima todo esto te va a distraer del próximo partido.

—Tu tranquilo. Yo tengo todo planeado,— Le digo con tono confiado. —Además, si mantengo esta conexión con Gabo, nos irá mejor ¿no? Se supone que debemos ser una dupla y lo estamos logrando.— Le comento con felicidad.

—Lorenzo hazme caso, yo sé lo que te digo. Pensar que tus compañeros te gustan no va a crear más que problemas dentro del equipo y eso es lo que menos quiero.— Dice en un tono elevado.

Yo lo miro sin expresión alguna.

—No quiero que dejes a un lado el futbol por un chico como el.

No permití que me siguiera diciendo más cosas, solo me retiré de su habitación con cierta molestia.

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Holaaaaaaaa💚

¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado

Si, ya sé, un poco tarde, pero aquí está :D. La verdad no me había dado tiempo de escribir, en serio, no tuve tiempo de hacer nada.

Pero bueno, al final sí pude :D.

Bye!

-Pau💙