En la cancha | O11CE

18- ¿Me estabas engañando?

•Lorenzo

—¡Gabo! ¡Gabo!— Le grito mientras lo persigo

Esta vez no dejaré que se vaya.

Cuando logro agarrarlo del brazo, estamos detrás de las escaleras, aquí es casi imposible que alguien nos vea.

—¿Por qué siempre huyes de mi?— Le pregunto sin soltar su brazo.

—Porque no quiero hablar más.— Contesta molesto.

—Exacto, tú no quieres hablar, pero yo sí. ¿Por qué dices que te ilusiono?

—¿Por qué? Por esos acercamientos a mi cara, porque siempre estás insinuando que debes protegerme y porque te comportás diferente.

—Eso último ya sabes por qué es ¿acaso olvidaste que hicimos las pases?— Le pregunto en susurros, de hecho toda esta conversación a sido en susurros.

Gabo no contesta, solo me mira mal.

Decido acercarme a su rostro.

—No te estoy ilusionando.

—¿Entonces?— Sus ojos no se despejan de los míos.

—Pues también es difícil para mí reconocer que tal vez Martina no es la persona que de verdad me gusta.

—¿Qué?— Dice confuso.

—Creo que la persona que me gusta ni siquiera es mujer.— Confieso sin dejar mirarlo.

Nos quedamos viendo unos segundos, hasta que uno de nosotros decide romper todo tipo de distancia entre nosotros.

Y ahí es cuando Gabo me besa.

Decido corresponderle. No, no es un beso apasionado, es más bien uno tierno y lento, bueno, casi ni movemos nuestros labios.

Cuando pienso que el beso puede seguir, el enganche se separa de mi.

—Lorenzo.— Me llama alarmado.

—¿Qué... Qué pasa?.... ¿Por qué paraste?— Esto último lo digo demasiado bajito.

—Martina.— Dice viendo por encima de mi hombro.

Volteo, para ver a qué se refiere.

Y me encuentro con mi novia, viéndonos con decepción. Cuando se da cuenta de que la estoy viendo, se va.

—Tengo que hablar con ella.— Le comento a Gabo.

El asiente con la cabeza.

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—¡Martina!— Le llamo.

Esta es la segunda vez que estoy persiguiendo a alguien, en el mismo día, vaya.

Llevo un rato siguiéndola, hasta que llegamos a la biblioteca.

—¡Martina por favor!

—No quiero verte más Lorenzo.

—Lo siento, no es lo que piensas.— Para en seco, para después darse la vuelta.

—Desde hace unas semanas los veo muy juntitos, y ahora te veo dándole un beso ¿qué esperas que piense?— Dice molesta y con ojos llorosos.

—No, pero hay una explicación.

—No, no quiero excusas... Lorenzo, decime la verdad... ¿Me estabas engañando con Gabo?

La pregunta me toma por sorpresa, nunca imaginé que fuera a pensar eso.

—No. Te lo juro.— Digo con sinceridad.

Mira hacia el suelo y después me dice:

—Pero... ¿Te gusta verdad?— Sus ojos están rojos, y me ve decepcionada.

—En serio perdón.— Respondo un poco triste.

Un gesto de asombro aparece en su rostro, segundos después suelta un bufido y se limpia unas cuantas lagrimas de los ojos.

—¿Podés dejarme sola? No quiero hablar más con vos.

—¿Qué? No... Martina, te lo iba a decir, lo último que yo quería era lastimarte y...

—¡Andá!— Grita enojada.

•Gabo

—Hola chicos.

—¿Dónde estabas? Te estábamos esperando para jugar con la consola— Me dice Ricky.

—Estaba con Lorenzo.

Ambos se miran.

—¿Y qué hacían?— Pregunta Dedé.

Niego con la cabeza.

Los recuerdos de mi beso con el número nueve, regresan a mi mente. ¿Qué hice?

—¿Estás bien? ¿Pasó algo con Lorenzo?... Es que te vez más pálido de lo normal.

—Si... Pasó algo.

—¿Y qué fue?

—Le... Le di un beso.— Lo último lo digo en susurros.

La cara de mis amigos cambia totalmente, de confusos a felices.

—¿En serio? ¡Qué bueno!— Me anima Ricky.

—No, no es bueno.— Respondo algo triste cuando recuerdo a la novia de Lorenzo.

—Martina nos vio y ahora Lorenzo está hablando con ella. No sé qué le está diciendo.

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Camino por el IAD hacia mi dormitorio, se supone que debería ir al entrenamiento, pero no quiero, no deseo ver a Lorenzo y morir de vergüenza.

En eso, veo que dentro de la biblioteca están Zoe y Martina hablando, la puerta está abierta y si me pego a la pared igual escucho algo.

—Pero ya lo escuchaste, el nunca te engañó, no podes enojarte con él por un simple beso.

—¿Cómo sabemos que no estaba mintiendo?— Pregunta Martina con enojo.

—Por qué lo sé.

—¿Qué? ¿Vos sabias de todo esto y no me contaste?

—¡Martina no hablamos más que para discutir! ¿Cómo querías que te lo contara?

Ella la mira con rabia.

—Mira, lo único que sé es que a Gabo le gusta, y ya, pero no sabía que Lorenzo también tiene sentimientos por el. Te juro que no te engañaba.

El silencio se apodera del lugar.

—¿Segura?— Pregunta más tranquila.

—Cien por ciento.— Le confirma Zoe. —En serio... No pensé que te fuera a afectar tanto.

—¿Qué? ¿Cómo podes pensar eso?... Yo amo a Lorenzo, aunque no parezca, y verlo con alguien más me dolió mucho.

—Todo estará bien.— Veo como Zoe toma la mano de Martina y la acaricia.

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Holaaaa dinosaurios! 💚

¿Qué les pareció este capítulo? ¿Les gustó? Si es así, ya saben qué hacer ;v

Bueno, nos vemos en el siguiente capítulo!

Bye!

-Pau💙