Capítulo 3

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NARRA HETFIELD

Ese comentario me alteró un poco, ¿de qué mierda habla este imbécil? Sé que es el chico nuevo, que tengo que tener paciencia, pero a veces es imposible con alguien tan inseguro como él.

-¿A qué te refieres? -respondí sumamente confundido y me giré a mirarlo de frente, dejando de lado al pelirrojo.

-Observe sus ojos, señor -respondió con tranquilidad sin despegar su mirada de la mía, me dio tiempo para pensar y después continuó-. Son verdes.

-¿Y eso qué mierda me importa? ¿Te gusta? -dije sin siquiera procesarlo.

-Me sorprende que crea saber suficiente de este caso y no sepa que una de las pocas pistas del sospechoso son sus ojos. Azules. No verdes -me respondió Newsted con una seguridad que jamás había presenciado en él-. Y no, señor, no me gusta.

-Claro, Newsted, ahora resulta que lo sabes todo... Aún así, hay muchas otras pruebas que hacen a este idiota el principal sospechoso. Y sobre tu pista de los ojos -dije haciendo comillas con los dedos- ¿en serio le vas a creer a una loca? La mujer que dijo haber sido atacada por el tipo de ojos azules, se encuentra ahora en un manicomio. ¿Te parece confiable? -le grité de la manera más despectiva que pude-. Ah, y claro, el asesino entonces somos tú o yo ¿no? O tal vez ambos... Deja, de, ser, un, idiota, Newsted. Me estás volviendo loco.

Jason se quedó callado, pensativo; su expresión era de indiferencia, ya no parecía estar asustado como usualmente lo hace, aunque tengo que admitir que me excedí. Me sentí culpable por un momento pero mi ego me impidió hacer algo al respecto.

-Y por cierto, son cafés, no verdes -añadí como si nada hubiese pasado.

-Pero no son azules al fin y al cabo -dijo inexpresivo.

Me quedé frío por un momento, ¿qué mierda pasa con este tipo? Me pone los nervios de punta sin siquiera estar consciente de ello...
Durante unos minutos se sintió un silencio incómodo, hasta que el hombre, que por cierto había olvidado que se encontraba ahí, volvió a hablar.

-Entonces ¿van a decirme por qué me secuestraron? ¿O tengo que llamar a la policía de verdad? Creo que ya fue suficiente, ¡estoy ebrio pero no soy estúpido! y esto que me están haciendo va en contra de mis derechos -gritó el pelirrojo y comenzó a sacudirse violentamente para intentar desamarrarse.

-Ey, tranquilo -dijo Jason un poco asustado.
Ah, volvió a la normalidad...

-Tengo que volver a casa, mañana es su cumpleaños, se va a decepcionar de mí si no llego, ¡déjenme ir pedazos de mierda!

-¿De quién será cumpleaños? ¿De tu próxima víctima? -solté con tono burlesco.

-¡Deja de decir mierdas sin sentido! Jamás la dañaría a ella...

Killing Is My Business...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora