Capítulo 15

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NARRA HETFIELD

-Ahhhhhhhh -bostecé mientras me estiraba.

Miré mi reloj despertador al lado de mi cama:

04:45.

Es domingo, pero aún así esta maldita costumbre de levantarme temprano no me deja en paz.
Me giré y volví a taparme intentando volver a dormir pero mi estómago hizo un ruido monstruoso por lo que decidí pararme.
Me puse las pantuflas que Nick me regaló el día de mi cumpleaños: un par de perros, muy ridículos pero bastante cómodos. Nick expertoenregalossinsentido Menza.
Me dirigí a la cocina evitando hacer ruido para no despertarlo pero cuando entré, lo primero que vi fue su ojerosa mirada en la oscuridad.

-Señor Hetfield -dijo con ambas manos en las caderas- ¿qué hace despierto a esta hora?

-Si el hambre es delito, me declaro culpable -encendí la luz y levanté las manos bromeando- La verdadera pregunta es, ¿qué haces tú despierto a esta hora? -arquée una ceja.

-Estoy preocupado James -sacó un sobre-. Te llegó esto, o más bien, entró por debajo de la puerta, hace como media hora.

-¿Qué es éso? -pregunté mientras me acercaba a la mesa donde él estaba sentado, para tomar una manzana del frutero.

-Una nota -comentó serio y estiró la mano para que la tomara.

-Pero ya está abierta...

-Tenía curiosidad ¿está bien? Sé que es de mala educación, pero no creí que te molestara, al fin y al cabo, dijimos que nos contaríamos todo.

-Nick -lo regañé-. Supongo que no hay problema -me encogí de hombros-, no tengo nada que ocultarte.

Saqué la hoja que contenía el sobre previamente abierto por el entrometido de Nick y la leí:

Espero que te hayas divertido anoche cariño. ¿Qué te exitó más; lo que me hiciste a mí, o lo que le hiciste a él? Parecías muy divertido...

-¿Qué mierda es esto, Nick? -lancé el sobre a la mesa y me paré enojado.

-Lo mismo me gustaría saber, James.

-Mira, si esto es una broma...

-¡Claro que no, idiota! -interrumpió-. Jamás jugaría con algo así -me miró enojado.

-¿Y cómo es que casualmente estabas despierto cuando llegó? -hice comillas con los dedos.

-No lo estaba.

-¿Ah?

-James, sabes que tengo el puto sueño ligero y me despierto hasta con el maldito sonido que haces cuando te manoseas. Hace unas horas, por la noche, estaba viendo una estúpida película y me quedé dormido en el sillón de la sala. Creo que puedes sacar tus propias conclusiones.

-¿Y cómo es que...

-¿Qué? -interrumpió-. ¿Cómo es que no se me ocurrió la brillante idea de salir a ver quién había dejado esta mierda? Pues sí se me ocurrió. Pero para tu información no había nadie. ¿Feliz?

-Ya Nick, perdón, he estado muy nervioso y lo sabes -me excusé apenado.

-No hay problema, hermano -chocamos puños-. Pero cuida la basura que te sale de la boca la próxima vez... ¿Qué no ves que soy sensible? -hizo un puchero.

-Ya dije perdón -rodé los ojos y sonreí.

-Bueno, y ¿qué vamos a hacer hoy?

Killing Is My Business...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora