Capítulo 17

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NARRA HETFIELD

-Quiero despejarme un poco -continué mi conversación con Nick.

-Entonces vamos a correr -sonrió.

-Nick, ¿qué mierda está pasando? ¿Por qué de pronto sucede todo esto?

-Te dije que no fueras policía -bromeó.

-Deja de jugar, estoy preocupado, no quiero que te pase nada a ti... ni a nadie más.

-Tampoco quiero que te pase nada James, eres como mi hermano y créeme que yo estoy más preocupado que tú ahora... -apartó la mirada.

-¿Hay algo que no me hayas contado? -pregunté confundido, buscando su mirada.

-Nada. Deja el drama y vamos a correr -se levantó de la silla y fingió trotar-. Amanecí con batería.

-¡Tengo hambre! -exclamé-. Yo no vivo de cerveza como otros.

-Tú siempre James... ve a ver qué encuentras por ahí, mientras me baño, nos vamos en media hora.

-Ajam -corrí al refrigerador y me metí en la boca una rebanada de pizza que ahí se encontraba.

-Caliéntala o te vas a morir -escuché desde lo lejos.

-Sí mamá -dije con la boca llena.

Terminé de comer y fui a mi cuarto a buscar algo qué ponerme, definitivamente no iba a salir a correr en pijama. Me puse unas bermudas grises y una playera blanca, salí y encontré a Nick vestido con un short negro muy corto y una playera verde sin mangas.

-¿Qué? -preguntó despreocupado al ver que lo observaba.

-Nick, ¿en serio? -hice una mueca de angustia.

-¿Qué? -preguntó de nuevo.

-Nada -me rendí. Al final de cuentas no iba a ser yo el que iba a hacer el ridículo y de paso, me podía reír un rato.

-Vámonos entonces -abrió la puerta e hizo una seña para que pasara-. Las damas primero.

-Idiota -reí.

Nick y yo salimos y comenzamos a correr y a pasar por varias manzanas de la zona. Ambos éramos deportistas desde muy jóvenes por lo que el ejercicio de cualquier tipo nos relajaba tanto como a algunos dicen que les relaja la nicotina.

-¿Qué hiciste esa noche? -preguntó con la respiración entrecortada.

-¿Qué? -me detuve confundido y puse mis manos en las rodillas, tratando de recobrar el aliento.

-La noche del viernes, madrugada del sábado, sabes a qué me refiero -se detuvo también.

-Ya te dije que no recuerdo nada, Nick -dije sin voltear a verlo y me sequé el sudor de la frente.

-¿No recuerdas o no quieres recordar? -preguntó serio y luego bebió agua.

-¿Qué estás insinuando? -cuestioné ofendido.

-No sé, tal vez te acostaste con un hombre y por eso tanto misterio -levantó ambas cejas y sonrió.

-Nick, por favor. Si me hubiera acostado con un hombre, tú serías...

-¿Ese hombre? -interrumpió.

-El único en saberlo -dije lentamente y ambos reímos.

-Siempre caes con estas bromas, deja de ser tan homofóbico o te quedarás calvo -revolvió mi cabello.

-Lo intentaré por ti, para ayudarte con tu homosexualidad -bromée.

-Un estudio científico dice que entre más lo niegues, hay más probabilidades de que lo seas...

-¿Un estudio científico? ¿De qué universidad? ¿La de tu puta madre?

-Exactamente ésa -ambos reímos.

-Fuera de broma, creo que recuerdo algo; es una mujer -dije frunciendo el ceño e intentando concentrarme.

-¿Cómo era? ¿Rubia?

-¿Cómo lo sabes? -voltée a verlo extrañado.

-Lo supuse, cuando escoges mujeres parece que lo haces mirándote en el espejo.

-No tengo la culpa de ser tan guapo -reí.

-Claro -rodó los ojos.

Ambos nos quedamos en silencio por un momento, sólo mirándonos a los ojos.

-Confío en ti, James. No me mientas -advirtió con una mirada de preocupación.

Killing Is My Business...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora