Capítulo 9

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NARRA MUSTAINE

-¿Podemos hablar? -preguntó Hetshit ofreciéndome un vaso con algo que parecía ser café, mientras se acercaba en compañía del chico castaño.

-Nosotros los vagabundos tenemos cosas más importantes que hacer -dije en tono de burla y lo dejé con la mano estirada.
¿Qué puedo decir? Fue satisfactorio.

-Mustaine, sé que las cosas no comenzaron bien entre tú y yo, pero ambos necesitamos la ayuda del otro -intentó convencerme mientras depositaba el café que hace un momento ignoré en la silla al lado mío.

-Creí que tú no tenías nada que ver con personas como yo.

-Deja de ser tan egocéntrico. La vida de tu hija depende de ti; de nosotros -al decir éso pude sentir un escalofrío recorrerme todo el cuerpo-. La vida de mucha gente depende de nosotros. Tenemos que detener a quien sea que esté haciendo todo esto, por el bien de todos.

-¿Y qué puedo hacer yo? -dije mirándolo directo a los ojos.
No puedo entender como es que alguien tan apático como él es policía, ni tampoco por qué está tan interesado en evitar que alguien más muera. Parecía sólo importarse él mismo, parecía ser un imbécil, parecía que no había nadie en su vida que lograra preocuparlo lo suficiente como para no poder dormir; poniendo su vida por delante de cualquier cosa... hasta ahora. Su mirada se sentía transparente, tanto que casi podía atravesarla y leer sus pensamientos, y sentir ese deseo de hacer las cosas bien. Lo sé, mucha mierda marica.

-Es simple, dinos lo que sabes. ¿Qué dices? -preguntó mientras estiraba su mano esperando recibir la mía de regreso. Vaya que los policías son ridículos.

-No tengo otra opción -dije y estreché su mano.

-Bien, podemos empezar por que nos digas todo lo que sabes acerca de Friedman -atinó a decir Newsted. Había olvidado que estaba ahí.

-Marty... -mi voz se quebró al pronunciar su nombre- Marty era mi mejor amigo, era un hombre solitario, con problemas, pero definitivamente era el mejor hijo de puta que el mundo haya visto jamás.

-¿Qué clase de problemas? -preguntó Hetfield tomando de su café y se sentó a mi lado.

-Personales -respondí un poco molesto.

-Dijiste que nos ayudarías -reclamó el castaño.

-Le gustaba aislarse, es todo. Prefería pasar tiempo leeyendo un libro o jugando videojuegos conmigo, en lugar de conseguir una vagina.

-¿Tenía problemas con alguien? -preguntó Newsted, con una mirada de preocupación.

-Marty no conocía a nadie. Sus padres viven en Inglaterra, o vivían, quién sabe... Vino aquí de intercambio a estudiar la secundaria y ahí lo conocí -suspiré melancólicamente-. Era un tipo raro, serio y constantemente se burlaban de él, pero a pesar de todo eso, sabía que había algo genial en él.
Un día llegué tarde a clase de álgebra, como de costumbre, y no tuve otra opción que sentarme con él. Al principio parecía una tortura, pero descubrí un dibujo en su cuaderno, era una guitarra, una de puta madre. Y comenzamos a hablar y a hablar y nos hicimos amigos. Y ahora no está... -una lágrima recorrió mi mejilla, pero creo que era mejor, me sentía desahogado-. Y no, no creo que tenga enemigos, si es a lo que te refieres; a punto de terminar la secundaria decidió salirse y de ahí en adelante sólo se la pasaba encerrado en su casa. Ah, y vivía del dinero que le mandaban la porquería que tiene como padres. Marty era como un fantasma para el mundo, pero era alguien para mí.

-Lo siento mucho -soltó Newsted y puso su mano en mi hombro.

Apenas comenzaba a volver al mundo real cuando un pensamiento cruzó mi mente.

Zoe.

-¡Mierda, me tengo que ir!

Killing Is My Business...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora