Iban pasando los días y gracias al ingenioso invento de Leonardo, los príncipes estrechaban aún más su relación amorosa y a pesar de las barreras que sus padres les habían interpuesto, seguían mandándose y respondiéndose mensajes por medio de aquella ave mecánica. Sin embargo, Wilfredo pensó que si su amado pudo haber creado tal artefacto para poder comunicarse con él, tampoco podía quedarse atrás así que buscó un poco en su habitación para poder encontrar algo que le ayudara a mantener una comunicación más detallada con Leonardo.
-Tengo que encontrar algo, algún medio para escaparme de estas paredes -Pensaba en príncipe mientras palpaba cada lugar- Grrr... No encuentro nada...
Seguía palpando y palpando para poder notar si había un hueco en la torre para poder salir sin ser visto o notado por los guardas. Fue bajando poco a poco las escaleras de la gran torre hasta que llegó al suelo casi cerca de la entrada custodiada por ellos, allí se dio cuenta de que en la parte derecha, entre la pared y el suelo había un ladrillo flojo y por allí el príncipe pudo salir.
-Wow, fue fácil -Sonreía el príncipe quién pensaba en que había triunfado en la búsqueda ingeniosa de algo pero su padre lo sorprendió y nuevamente terminó dentro de la torre.
-Por lo visto eres muy terco, Wilfredo -Dijo el rey Sebastián con un tono bastante molesto y suspirando- No me causes tantos dolores de cabeza y afronta tu realidad. Debes buscar una mujer, deja de pensar en Leonardo.
¡No, padre! -Exclamó el joven lobo ante las palabras de su padre- No puedo creer que te importe más el verme feliz en brazos de alguien que no amo... Yo hice cualquier cosa con tal de encontrarte con vida cuando Leonardo aceptó ir conmigo. Gracias a su valentía, pudimos encontrarlos.
-Aún así, no estoy dispuesto a aceptar tal herejía. De igual manera, seguramente Horacio ha de estar diciéndole lo mismo a su hijo para que olvide tal idea -Decía el rey lobo saliendo de la habitación de la torre.
Mientras tanto, Leonardo seguía trabajando encerrado en su habitación. El encierro había hecho que su creatividad para construir cosas se abriera paso y dejara de lado la arquería por la ingeniería. Su padre, el rey Horacio pudo notar cómo la habitación del príncipe estaba invadida por ingeniosos inventos y poco le prestó atención a su relación con el otro príncipe.
-¿Qué es todo esto, Leonardo? -Preguntó el rey al entrar a la habitación para verificar si su hijo estaba bien.
-Todo esto son planos de inventos, padre. Al parecer tenía mucho potencial y he podido alcanzarlo tras estar encerrado aquí todo el tiempo. Como no tenía más nada que hacer ni tampoco tengo a dónde ir, creo que esto me ha ayudado a no aburrirme tanto -Sonreía el león joven construyendo algo- Mira, esto es para ti.
El rey miró lo que su hijo había construido y abrió los ojos sorprendidos cuando lo vio. Aquel objeto era como una especie de caja musical que funcionaba con aplausos y tras ver esto, el rey quedó maravillado.
-Sí que has puesto mucho ingenio en esto, ¿no es así, Leonardo? -Dijo el rey acariciando su melena y mirándolo fijamente.
-Sí... Aunque no soy feliz, padre -Suspiró el joven león que seguía construyendo algunas cosas y revisando planos acompañado por su padre.
-¿Es por Wilfredo, no es así? -Preguntó el rey y puso una mano en el hombro de su hijo mientras lo escuchaba llorar- Leonardo...
-Padre... No me preguntes eso... -Dijo el león tratando de calmar su llanto pero por las lágrimas que caían en el lecho de la cama, era evidente que no podía ocultar lo que sentía- Sabes que es por él... Lo pienso siempre que puedo... Pero... ¿De qué me sirve eso?... De nada... Ahora, si me disculpas debo seguir trabajando, padre -Añadió con un frío sentimiento mientras seguía trabajando.
El rey Horacio suspiró con su cabeza baja y salió de la habitación muy pensativo. Estuvo pensando en que si encerrar a su hijo en una habitación para que no pudiera verse con quién amaba había sido la decisión correcta, lo que lo hizo autocuestionarse mucho tras haberse decidido por eso.
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Conociendo a mi enemigo [Furry/Bara]
FantasyLeonardo es el hijo del rey Horacio III, perteneciente al linaje del reino de Leonyx y Wilfredo es el primogénito del rey Sebastián XI, perteneciente al linaje del reino de Lycax. Ambos conocen los alrededores de sus respectivos castillos pero ningu...