CAPÍTULO XIX "DAME UN BESITO PARTE TRES"

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Entré, estaba oscura pero no hacía frío, olía a medicina y Matt dijo:

-Sí no eres Helen, vete no me interesa quien seas ¿ok?.

-¿Y sí soy Helen?-Respondí algo nerviosa.

-Entonces ven aquí y dame un besito.

-Corrí hacia él,  el prendió la luz de una lámpara que estaba sobre una mesita de noche, justo a lado de su cama.

Tenía casi toda la cabeza vendada, sólo sus labios y sus ojos estaban libres de vendas, automaticamente comencé a llorar,  verlo así era un castigo,  el agarró mi mano vendada y me jaló hacía él, me abrazo como nunca jamás lo había echo y comenzó a llorar, sólo que de una forma silenciosa, supe que lloraba porque mojó mi blusa y suspiraba demasiado.

-Matt tenemos que hablar-Dije apartandome de su cuerpo.

-Lamento todo lo que pasó-Dijo con la voz cortada y áspera.

-También debes disculparme, fue mi culpa haber aceptado ir con él.

-Helen yo siempre te perdonaré eso tenlo presente, y no fue tu culpa, lo hiciste por los dos, para que no nos molestará.

-Pero fue por mi culpa, si me tuvieras confianza no habrías ido a buscarme.

-¿No tenerte confianza? Helen no digas tonterías, confío más en ti que en mi, fui a buscarte porque sabía que Jack se traía algo entre manos, y así era ¿Cierto?.

-¿Te refieres a que quería que escapará con él?

-Si.

-Entonces si.

El sonrió, no podía terminar con él,  lo amaba estaba segura de eso, pero no podía decírselo.

-Princesa, necesito un abrazo-Dijo muy tierno, yo sonreí y fui a abrazarlo. -Terminé mi amistad con Elizabeth-Dije y comencé a llorar otrs vez. El me abrazó más fuerte y me dijo.

-¿Qué fue lo que pasó?

Le conté todo, amaba platicar con Matt,  el escuchaba con atención y siempre al final daba su opinión,  era el novio perfecto, me gustaba que fuera atento.

-Helen sé que estuvo mal lo que hizo Elizabeth,  pero no puedes dejarla ir, es una chica maravillosa, piensa en todas las cosas buenas que hubo en su amistad, te aseguro que no acabas hoy,  ahora piensa en las malas rachas, son pocas ¿cierto?.

Dios este chico sabía todo de mi, así que me limité a hablar y asentí.

-Helen piensa bien todo, ella lo hizo porque eres su mejor amiga y te aseguro que la única persona con la cual quiere ir a ver a One Direction en Londres.

Seguía sin decir nada.

-¿Crees que eso es malo?

-No, pero ¿por qué cáncer?-Dije entre lágrimas.

-¿Leyó bajo la misma estrella?

-Si, ahora entiendo, pero aún así no querrá volver a ser mi amiga.

-¿Eso significa qué la perdonaste ya?

-Es mi hermana, soy una imbécil por prnsar que jamás querría saber de ella, es mi mejor amiga y si ella ya no me considera así,  yo lo haré.

-Te quiero Helen y deseo lo mejor para ti, y sé que ella es la mejor amiga que alguien podría desear.

-Gracias Matt, siempre me haces pensar las cosas de una manera diferente,  te quiero aún más-Dije y por primera vez en el día le di un beso, fue pequeño y tronado, pero aún así el sonrió.

Él era todo para mi literalmente,  era mi psicólogo, mi maestro, mi papá, mo guardaespaldas, mi novio, mi amigo, mi bebé,  mi consejero,  mi doctor,  mi adicción, simplemente no quería a nadie más,  él lo era todo.

-Si me diste mi besito-Dijo con voz de idiota.

-Te lo ganaste-Dije sonriendo y lo abracé.

Me gustaba estar con Matt, podíamos pasar días y horas sin besarnos y nos sentíamos bien, o al menos yo lo hacía.

-Por cierto hoy conocí a tus amigos,  son grandiosos.

-¿En serio?

-Si,  sólo que Carter se enojó conmigo -Jajajaja ¿Qué le hiciste? 

-Es que tu mamá pasó primero y el quería pasar.

-Déjalo es una nena llorona.

-Si jaja, jamás pensé que te agradarán los gays.

-¿Gays?

-Carter y Taylor ¿no?

-Jajajajaja ¡no son gays!

-Parece que si.

-Jaja no es que Carter siempre ha querido que pienses que es gay, sólo para ver tu reacción.

-Jajaja me cayó bien.

-Lo sabía.

-¿qué sabías?

-que te caería bien.

-Si, todos son geniales.

Miré mi reloj,  habían pasado 23 minutos, sabía que tenía que irme, pero no quería.

-Matt...

-Lo sé,  no te vallas.

-No quiero hacerlo dije esto y lo volví a abrazar, sentí una lágrima caer por mi mejilla y comencé a llorar.

-No llores bebé,  me haces llorar a mi.

-Pues llora, porque no dejaré de hacerlo.

Seguía llorando y él sólo me abrazaba, acariciaba mi espalda y peinaba mi cabello.

-No dejes ir a Elizabeth, ella vale oro, ustedes juntas valen oro.

-No lo haré.

-Te quiero Helen-Dijo y besó mi frente.

Yo me separé de el y besé su mejilla, no quería pero poco a poco fui avanzando hacia la salida, volteé a verlo y el sólo sonrió.

Abrí la puerta y salí.

Al salir alguien me abrazó, no pude ver quien era pero le respondí el abrazo y comencé a llorar.

No sabía quien era, hasta que reconocí el olor de su cabello,  y su perfume.

Pero al menos te hice reír (Magcon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora