Barbara Harford no ha tenido una vida fácil, ahora que lo es y que ha alcanzado la cima de su popularidad hará cualquier cosa por mantenerla. Quizá fue buena persona en el pasado, pero esa persona ya no existe y no tendrá ningún reparo en machacar y...
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—¿Qué tal este? —Clare salió del probador vistiendo un ajustado vestido. Hizo un pequeño desfile. Las chicas aplaudieron entusiasmadas.
—¿Para qué? —pregunté distraída mientras revisaba mi teléfono. Jared no me había enviado ningún mensaje. Patán.
—Para la fiesta del viernes, de después del partido. Daniel sigue ignorándome —protestó haciendo pucheros—. No entiendo por qué está tan interesado en la pequeña zorra de Alyson.
— Tú eres más guapa —la animó Brittany— . Va a caer a tus pies, esa guarra no tiene nada que hacer contra ti.
—No creo que sea el mejor, Clare —intervine—. ¿Has visto el perfil que te hace? Te hace ver gorda.
Clare se miró de perfil, pude ver cómo funcionaba su mente: su primer pensamiento fue que no se veía gorda y que yo era una perra, el segundo fue más inseguro preguntándose si yo tenía razón y si se veía gorda, porque en ese caso bajo ninguna circunstancia se presentaría así a la fiesta. No quería hacer el ridículo.
—Tienes razón —masculló mientras se metía de nuevo en el probador. Reprimí una sonrisa.
—Bueno Sam, ¿qué nos cuentas? —pregunté como si nada. Samantha se retorció un poco y las demás callaron esperando sangre.
—Oh, nada nuevo. Ya sabes, el nuevo maserati que mi papi me regaló, la verdad es que hasta ahora no he tenido ningún problema y va tan suave que da gusto conducirlo. —Me miré las uñas aburridas—. Con todos los anteriores me pasaba que...
—¿Y qué de Jared? —la corté impaciente. Ella me miró sonrojada.
—¿Qué pasa con él? —dijo con cautela, pero entonces empezó a morderse los labios inquieta— . ¿Te ha vuelto a contactar?
Le sonreí cuando en realidad quería arrancarme el maldito tacón y clavárselo en el ojo.
—Claro que sí, me ha estado enviando mensajes toda la semana. Pero los he ignorado todos. Qué patético es. —Reí, y ella se vio obligada a reír también.
Sin embargo, su risa fue demasiado agitada y se escuchó muy alto en la tienda. La miré fijamente a los ojos en silencio solo para ponerla aún más nerviosa.
—Pero no te he preguntado para hablar de mí. Si no de ti. —Hice otra breve pausa. Por el rabillo del ojo vi a Brittany que estaba dando saltitos de la anticipación y Clare había asomado su cabeza—. Me han dicho que te has estado viendo con él.
Mi tono era suave, mi sonrisa era suave y mi postura era suave, todo en mí decía que estaba relajada, pero ella sabía que todo era fingido. Empezó a rebotar su pierna.
—Emm... sí, pero nada serio. Pensé que cómo habían cortado, no te importaría.
—No, por supuesto, que no. Puedes quedarte con las sobras. —Le di una angelical sonrisa. Su pierna rebotaba cada vez más rápido, me estaba poniendo nerviosa incluso a mí.
—Genial.
—Pero como buena amiga tuya, debo advertirte. —Entonces ella cogió aire, aguardando.— No le des ninguna mamada, porque el narcisista de él, no devuelve favores.
Su boca formó una pequeña "oh" insegura de qué responder. Encogiéndome de hombros, me levanté.
—Por eso le dejé. Necesito un hombre que me complazca, no un niño que no puede pensar más allá de su polla. Bueno, ¿nos vamos ya, chicas?
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Chicaaas, que os está pareciendo?? Se ve demasiado frívolo?
No os desesperéis que pronto aparecerán los chicos guapos ;)
