CAPÍTULO 20

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El sonido de los bolígrafos rasgando los folios era lo único que se escuchaba en la sala de Samantha

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El sonido de los bolígrafos rasgando los folios era lo único que se escuchaba en la sala de Samantha. Algo que agradecía, porque ya era incómodo de por sí tener tan cerca a Liam.

Él hacía resúmenes y redacciones pues se le daba bastante mal, y yo... trigonometría.

-Estas dos líneas son innecesarias y en esta no se tiene claro lo que estás diciendo, Liam.

-Ni yo lo tengo claro -dijo pasándose la mano por el pelo con cara de frustración.

-Entonces evita escribir cosas si no las entiendes.

Asintió desanimado.

-Tranquilo, solo te queda este año luego podrás estudiar lo que de verdad te gusta.

-Ya bueno, si me aceptan. ¿Tú como vas?

-Tengo escritas varias cartas para mandar a Harvard que mi padre aún tiene que revisar. Pero, lo más seguro es que me acepten dado que él estudió ahí.

-¿Harvard? Vaya, no sabía que querías ir ahí.

Samantha abrió la boca dudosa.

-Bueno, la verdad, es que me encantaría ir a Yale...

-¿Qué? ¿No jodas? ¡Yo también! - la miró emocionado. Se aclaró la garganta:- A ver, está claro, que a ti te cogerían segurísimo y a mí... pues aún tienen que venir los ojeadores para que me vean jugar.

Permanecí silenciosa escuchándolos. Un vacío instalándose en mi estómago. Todos ellos tenían sueños, objetivos, y yo tenía.... un pasado oscuro y un presente incierto. No sabía que hacer con mi vida, más allá de vivir fuera de la casa de mi tío.

-Liam, iré a Harvard no a Yale.

-Pero, ¿por qué? Harvard está lleno de gente con un palo metido en el culo y ambos sabemos que tú no eres así.

-Es lo que mi padre quiere.

Liam se levantó indignado.

-¡A la mierda lo que quieran los padres! Tienen que controlarlo todo. Jesús, hasta mi hicieron salir con ella -me señaló con un dedo.

Sacudí la cabeza confusa por el giro de tema.

-¿Perdona? Retíralo -Mi voz rezumaba indignación.- Nadie y digo nadie, te obligó a acostarte conmigo.

Liam era un dramático, sus padres no le obligaron a salir conmigo. ¿Presionaban? Sí, pero al igual que a mí. Y me molestaba que ahora fuera incapaz de reconocer la atracción que había sentido por mí.

-Bueno, esto se ha desmadrado un poco. Vamos a centrarnos chicos. -Ella siempre tan políticamente correcta.

Mantuve encerrada en mi boca una sarta de reproches hacia Liam por respeto a Samy. Nos estaba haciendo el favor de ayudarnos, no quería ser desagradecida.

ESPINAS DE CRISTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora