CAPÍTULO 7

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Tenía 12 años

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Tenía 12 años. Estaba en un lado apartada comiendo mi almuerzo con el fin de hacerme invisible. Pero por esa época pocas cosas salían como yo quería.

—¡Bárbara amiga! Que bien encontrarte aquícanturreó Emily. Emily era una chica muy guapa que estaba en mi mismo curso y que conocía desde el jardín de la infancia puesto que vivíamos en el mismo vecindario. Pero mientras que con el resto de las chicas era simpática conmigo era mezquina.

No moví mis ojos de mis tostadas, podía sentir su presencia y la de sus amigas mientras me rodeaban.

—¿Piensas comerte eso? —comentó con desdén.

No respondí y elevé mi tostada para darle un mordisco, pero nunca llegó  a mi boca: Emily había golpeado la tostada enviándola al suelo. La misma tostada que me había dado Lyle esa mañana. Todas las mañanas yo pasaba enfrente de su casa para ir al colegio, y él ya estaba ahí esperándome para entregarme mi almuerzo. Por desgracia él iba a otra escuela así que nunca estaba aquí para defenderme.

Levanté la mirada para encontrar con su presumida sonrisa adornando su rostro.

Pensaría que por las veces que tu madre folla a la semana tendría suficiente dinero para comprarte un almuerzo decente.

Sus amigas rieron divertidas. Me levanté con un fuerte chirrido en la silla, mis puños a mis costados cerrados con fuerza. Emily enarcó una ceja nada impresionada.

—¿Qué, vas a pegarnos? —se burló.

Lágrimas de humillación se agolpaban en mis ojos. Sabía que no iban a aguantar mucho más, así que me giré para irme antes de que me vieran llorar. Emily me agarró del brazo dándome la vuelta.

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