Caminaba por los húmedos pasillos de los vestidores hasta que mi bastón choco con una de las bancas, tantee con mi mano hasta encontrarla y tome asiento. Los nervios me estaban carcomiendo, esa tarde tendría una más de las competiciones de natación, amaba nadar y desde muy pequeño mis padres decidieron que lo mejor para mi, seria tomar clases de natación, puesto que en mi condición, eso seria una extraordinaria terapia y así lo había sido, nadar me había ayudado a desenvolverme mejor, y ahora, a mis veintidós años, podía decir que la natación lo era todo para mi.
Atraje mi mochila y saque la pequeña gorra, la ubique en mi cabello para que no se mojara y me quede sumido en mis pensamientos mientras jugaba con mi bastón, era el único chico invidente que se encontraba compitiendo por lo que mi familia como mis amigos estaban más que orgullosos de mi, desde muy pequeño había vivido en las penumbras pues perdí la vista por una enfermedad con la que nací llamada glaucoma la cual se designaba como " el ladrón silencioso de la vista " puesto que nací con visión pero a medida fui creciendo mi vista iba disminuyendo hasta que una mañana así por así desperté sin ver nada más que la oscuridad... ¿ como podría tomar algo así de trágico un niño de apenas cinco años ? sin duda alguna fue duro y desbastador en un inicio pero acá estaba, siendo feliz a mi manera .
--¡Mateo hermano!-- sentí como los brazos de mi mejor amigo Jacob tomaron mis hombros y los comenzó a mover con brusquedad, arrebato de mis manos el bastón blanco, intente detenerlo pero no lo logre--¿En que planeta te encuentras hoy? debes estar concentrado en la competición ¡joder!
-- Lo estoy Jacob, déjame en paz --tome sus manos y las baje de mis hombros
--Claro, hace unos segundos el entrenador te a llamado y tú con la cabeza en la luna-- enmarque mis cejas sin entender ¿el entrenador me había llamado y no lo escuche? vaya que estaba sumido en mis pensamientos
--Solo estoy un poco nervioso --suspire pesadamente mientras masajeaba mis ojos tras las gafas oscuras --Ahora, puedes darme mi bastón y llevarme afuera-- Jacob dejo el bastón en mis manos y me puse en pie, tome su hombro y caminamos al lugar donde se encontraban los demás
Iba profundamente sumido en mis pensamientos hasta que sentí unos finos brazos rodear mi cuerpo, su aroma me dijo que era ella .
--Suerte cariño --dijo mi madre besando mi mejilla --Se que lo harás muy bien, estoy segura de ello --escuche como un pequeño sollozo brotaba de su garganta, sonreí y busque con mis manos su rostro para besarle
--¿Estas llorando de nuevo? -- pregunte con cara divertida pues era de lo más común que llorara en estas ocasiones, ella negó frenéticamente cerca de mi pecho
--No cariño, es solo... solo que algo me esta picando el ojo-- arquee mis cejas sin creerle --¡Bien! ¡tu ganas! estoy un poco nostálgica, sabes como me pongo para estas cosas
--Para estas y para muchas más-- dije recordando como solía ser mi madre de melancólica --¿Y papá? -- pregunte mientras doblaba mi bastón puesto que mi madre me comenzaba a guiar hasta una de las bancas para que tomara asiento
--Vendrá luego cariño, pasara por tu hermana a la escuela y vendrán juntos a verte--asentí con una sonrisa, mi familia lo era todo para mi
--¡Mamá Ally! -- escuche gritar a Jacob, rodé los ojos puesto que detestaba que la llamara así --¿Como estas?-- escuche que dejo un beso en su mejilla y mi madre se echo a reír
-- ¡Que no es tu madre Jacob! -- dije bufando y rodando mis ojos
--¡Lo es! ella me alimenta-- puedo asegurar que tenia envuelta en sus brazos a mi madre
--Déjalo Jacob, Mateo esta celoso -- dijo mi madre con voz divertida mientras yo negaba
Esperamos hasta que una de las competiciones terminara y luego de un rato escuchamos que hicieron el llamado a mi grupo, me puse en pie un tanto nervioso era inevitable no sentirlos. Mi madre dejo las gafas que me protegían del agua en mis manos y me las ubique, puse mi palma en el hombro de Jacob para que me guiara puesto que él se encargaba de ayudarme en cada cosa, por ejemplo, cada vez que debía hacer un giro en la piscina él con un largo bastón que al final tenia una pequeña bola, tocaba mi cabeza para así saber que debía girar y no terminar estrellado en la pared de la piscina.
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Tu Amor En Mi Oscuridad
RomanceMateo Harris un chico de 22 años, apasionado por la natación pues desde muy pequeño sus padres decidieron que eso seria una magnifica terapia para el joven, el cual nació con una enfermedad que poco a poco lo iba dejando sin vista, hasta que a sus 5...