Continuación.
Actualidad.
Termine de contarle mi historia a Ela, ella se mantuvo callada y por un momento pensé que se había dormido con mis palabras pero después me di cuenta que no era así, ella estaba en verdad atenta a cada suceso que le contaba. Cuando dije la ultima palabra la atraje a mí y le di un beso en su sien, escuche como sorbió su nariz y alce mis cejas para luego acariciar su brazo.
--¿Por qué lloras, pequeña? --Ela negó en mi pecho, encogió sus piernas y las pego más a las mías
--¿Quien esta llorando? ¡yo no estoy llorando! --su voz congestionada me hizo reír suavemente. La abrace aún más fuerte y la pegue a mi cuerpo
--Tú... tú estas llorando y no digas que no ¡eh!
--No estoy llorando, es solo que... es solo que... --alce mis cejas y me reí de ella pues no encontraba una excusa, comencé a acariciar la cima de su cabeza con mi barbilla
--No busques excusa porque no la hay... --inhale el delicioso aroma de su cabello y ella se estremeció en mi cuerpo
--A ti no puedo mentirte ¿no? --preguntó pegada en mi pecho, negué en su cabeza y ella suspiro un poco --Sí, estoy llorando pero no por lastima sino porque... tu historia me a hecho pasar por todas las emociones existentes, tu historia es la más hermosa... --su voz se escuchaba ahogada por mi pecho, acaricie su espalda y comencé a dejar besos en su cabello --Me has demostrado lo valiente que eres, me has demostrado que cuando te propones algo lo logras y eso hace que mi amor por ti crezca sin medida, me has demostrado que eres un ser lleno de paz, de paz y amor, me has demostrado que en tu corazón no hay lugar para el odio y eso es una tremenda lección para mí... ¿sabes? ahora estoy mucho más enamorada de ti...
Sonreí más que feliz, me acomode y bese su sien mientras ella acariciaba mi pecho, ahora me sentía desnudo ante ella pero no me era incomodo, es más, me era gratificante y sentía como si un costal de papas se había ido de mis hombros.
A nadie le había contado a profundidad mi historia como lo había hecho con Ela, contarla era como abrir heridas pasadas en mi corazón, pero ahora me daba cuenta que esas heridas, ya habían cicatrizado y no dolían como antes.
--Cariño... --me llamó con su dulce voz
--Mmmm... --articule, de lo más cómodo y con mis ojos cerrados por la paz que invadía la habitación
--No sé si cabaré mi propia tumba al pedirte esto pero... ¿puedes contarme que paso con Cristie? --dijo tímida jugando con la manga de mi pijama, inmediatamente abrí mis ojos como platos, jamás imagine que Ela me pidiera eso
--Ya te lo he contado, pequeña... --acaricie su brazo y ella negó en mi pecho haciéndome un poco de cosquillas en mi brazo con su larga cabellera
--No así... quiero conocerla a profundidad...
--¿Estas segura? --asintió frenéticamente en mi pecho
--¡Más que segura! bueno... no lo sé pero, al menos eso creo... --alce mis cejas pues ella misma se enredaba con sus palabras --Bueno, considero que soy lo suficientemente madura para conocerla
Suspire un poco y la atraje más a mi costado, bese su sien y luego clave mis ojos a la nada, sentía un poco de temor de contarle esa fase de mi vida y no porque pensara que Ela se molestaría y se pondría celosa de algo que ya había pasado, sino más bien, sentía temor porque sabía como era Ela y al conocer esa historia, quizá llegase a odiar mucho más a Cristie y no quería eso, no quería que su corazón se llenara de odio por alguien que simplemente era un cero a la izquierda en nuestras vidas.
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Tu Amor En Mi Oscuridad
Storie d'amoreMateo Harris un chico de 22 años, apasionado por la natación pues desde muy pequeño sus padres decidieron que eso seria una magnifica terapia para el joven, el cual nació con una enfermedad que poco a poco lo iba dejando sin vista, hasta que a sus 5...